Un estudio advierte de la necesidad de no encubrir al colega médico en sus errores y ayudarle a asumirlos - DiarioMedico.com

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reconocer y transmitir los errores propios

Un estudio advierte de la necesidad de no encubrir al colega médico en sus errores y ayudarle a asumirlos

Gallagher es el autor principal del artículo Hablar con los pacientes acerca de los errores de otros médicos, que se publica hoy en el New England Journald of Medicine.

Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  31/10/2013 00:00

En la última década se ha hablado más de cómo reconocer y transmitir a los pacientes los errores propios, de lo que se había hecho nunca. Sin embargo, se ha estudiado relativamente poco cómo los médicos deben abordar las malas praxis cometidas por sus colegas. "¿Qué hago cuando el error es de otro profesional y debo decidir si se lo digo al paciente? Ésta es la pregunta que Thomas Gallagher, médico internista y profesor de Bioética, ha ido repartiendo a los asistentes a los más de cien seminarios sobre la divulgación de errores que ha realizado. Gallagher es el autor principal del artículo Hablar con los pacientes acerca de los errores de otros médicos, que se publica hoy en el New England Journald of Medicine.

"En su esencia, el trabajo intenta redefinir qué significa ser un colega", señala. "La norma histórica es que ser un buen colega requiere no decir nada, salvaguardándole así las espaldas al profesional cuando piensas que se ha equivocado. Nosotros estamos pidiendo a la gente que se enfrente a su colega en esos casos".


Límites a superar
Las barreras a esa conversación abundan: la falta de confianza en las propias habilidades de comunicación, las indicaciones variadas y contradictorias entre las instituciones de salud y los seguros de responsabilidad por mala praxis médica y las posibles repercusiones, por ejemplo, ser etiquetado de desleal.

El artículo señala que las instituciones deben asumir el liderazgo para que estas conversaciones se den, mediante el fortalecimiento de la atmósferas de confianza en el que se anime a la gente a aportar información esencial relacionada con la seguridad e incluso se les llegue a recompensar.