sábado, 1 de marzo de 2014

“Que hablen las mujeres. Hemos de respetar su derecho y su deseo.” | Sociedad | EL PAÍS

“Que hablen las mujeres. Hemos de respetar su derecho y su deseo.” | Sociedad | EL PAÍS



“Que hablen las mujeres. Hemos de respetar su derecho y su deseo.”

El reputado ginecólogo Santiago Dexeus es uno de los 2.000 profesionales sanitarios que ha firmado un manifiesto contra el anteproyecto de ley del aborto





El ginecólogo catalán Santiago Dexeus. / LUIS SEVILLANO




Santiago Dexeus (Barcelona, 1935) ironiza con que la reforma de la ley del aborto le traslada a otra época. Un tiempo en el que hablar de anticonceptivos era tabú y la igualdad de las mujeres parecía inalcanzable. El prestigioso obstetra, que ha asistido miles de partos y que es un referente científico en este campo, es uno de los cerca de 2.000 profesionales sanitarios que han firmado un manifiesto contra el anteproyecto de ley impulsado por el ministro Alberto Ruiz Gallardón.
Pregunta. ¿Qué supone la reforma de la ley?
Respuesta. Un paso atrás abismal. Cada vez que una mujer da un paso adelante surge algo que le hace retroceder dos. Hemos luchado, al menos algunos, para que exista la igualdad, y esto la lastra. Me duele que desde 1927 se lleva diciendo que la mujer debe incorporarse con su voz femenina y todavía hoy no se la tenga en cuenta. Que hablen las mujeres. Hemos de respetar su derecho y su deseo.
“Hemos de respetar el derecho y el deseo de las mujeres”
P. Habla de retroceso.
R. Tanto que me hace revivir la lucha de finales de los años setenta, cuando peleábamos para que se despenalizaran los anticonceptivos. Y lo conseguimos. Después llegó la ley del 85 [que permitía la interrupción del embarazo en algunos supuestos], y más tarde la que tenemos ahora, que es equiparable a la de cualquier país de nuestro entorno. ¿Vamos a empezar de nuevo? Es tan triste que dan ganas de llorar... Abortar no es algo frívolo, es a veces resultado de una situación económica, de falta de conocimientos sexuales o reproductivos, de discriminación... Siempre deja una huella, y como profesionales sanitarios debemos saberlo. Nuestro papel es evitar la clandestinidad porque sabemos que ocurrirá. Volveremos a finales de los setenta, cuando existía el turismo abortivo y las españolas iban a Londres. Esa dinámica favorece a las clases más elevadas.
P. ¿Aún en el siglo XXI cree que las mujeres recurrirán a medios inseguros?
R. Tenemos que tener en cuenta que a finales del franquismo, cuando el aborto estaba prohibido en España, el fiscal general del Estado reconoció que había unos 100.000 abortos clandestinos al año. La reforma de la ley no cambiará las cifras actuales [unos 110.000 abortos anuales] pero sí hará que las mujeres vuelvan a pasar por ese gravísimo riesgo. Un aborto mal hecho, en malas condiciones o por profesionales no cualificados puede provocar desde infección hasta esterilidad.
“Hay pocos que dicen que debe reformarse la ley actual, pero quizá tengan mucho poder”
P. ¿Cómo vivió aquella época?
R. Entonces, cuando entraba una mujer en el hospital y veíamos que había sido sometida a un legrado no lo declarábamos. Se decía que había sido por causas naturales porque informar podría suponer que la mujer fuese a parar a comisaría. Lo ocultábamos tanto por respeto a ellas como por nuestra ética profesional. No veíamos que la ley fuera justa.
P. ¿Por qué cree que el Gobierno ha emprendido la reforma?
R. No lo sé, la verdad es que no lo puedo entender. Y menos tal y como está la situación. Cada día me pregunto por qué no nos ponemos a solucionar lo de verdad importante. Debemos alzar nuestras miras hacia los problemas graves y reales: gente que no tiene hogar, que pide en la calle. Con esta reforma el Gobierno no ha escuchado a los ciudadanos.
P. ¿No hay argumentos para cambiar la ley?
R. Lo primero que hay que decir es que no se obliga a nadie a abortar. Pero yo siempre les digo que piensen en su mujer, en su hermana, en su hija de 13 años... En qué harían si fueran ellos los que estuvieran en esa situación. Cuando el aborto estaba prohibido me llamaban algunos de los partidarios de la doctrina de la Iglesia católica, y me decían: “Un amigo mío tiene la desgracia de que su hija se ha quedado embarazada, y...”. Siempre era un amigo. Yo les daba la dirección de las clínicas de Londres. Hay mucha hipocresía.
P. Ha asistido miles de partos. Algunos preguntarán por qué firma este manifiesto.
R. Porque creo en la democracia. Y creo que quienes están a favor de mantener la ley actual son una mayoría. Hay pocos que dicen que debe reformarse, pero quizá tengan mucho poder. Tenemos una ley garantista, que promueve el conocimiento de la mujer, que da respuesta a los problemas de anomalías fetales, que dispone del diagnóstico prenatal... La reforma termina con todo esto [elimina como supuesto por sí mismo el aborto por anomalía fetal grave] y supondría, por ejemplo, que ya no se hará casi diagnóstico prenatal. Es un paso atrás clarísimo.




LA REFORMA DEL ABORTO

2.000 sanitarios denuncian que la ley Gallardón dañará la salud de las mujeres

Ginecólogos, psiquiatras, enfermeras o psicólgos firman un manifiesto contra la nueva ley del aborto

Defienden la normativa actual, "acorde a la realidad social y sanitaria del país"







De izquierda a derecha Santiago Dexeus, Pilar Martínez-Ten, Eudoxia Gay y Javier Martínez-Salmeán. / J.L. PINO (EFE)


'Ningún cambio es conveniente cuando una norma es acorde a la realidad social y sanitaria del país'. Este es el título y la conclusión principal del manifiesto que cerca de 2.000 profesionales sanitarios han firmado contra la reforma de la ley del aborto. Médicos, enfermeras, psicólogos o trabajadores sociales se han sumado al documento en el que defienden la normativa actual --que permite el aborto sin que la mujer tenga que justificar su decisión hasta la semana 14 de gestación-- y alertan de que el anteproyecto de ley, impulsado por el Ministerio de Justicia, pone en peligro la salud y la vida de las mujeres.
El documento, que han presentado hoy viernes en Madrid reputados profesionales como el prestigioso obstetra  Santiago Dexeus, la ginecóloga experta en diagnóstico prenatal Pilar Martínez-Ten, la psiquiatra Eudoxia Gay y el ginecólogo Javier Martínez-Salmean , insiste en que con la restrictiva nueva ley --que permite el aborto solo por violación o riesgo grave para la salud física o psicológica de la mujer--, y con las barreras que impone de acceso a la prestación, se incrementarán los abortos tardíos. El sistema provocará que las mujeres recurran a métodos inseguros o tengan que viajar al extranjero para interrumpir su embarazo.
Estos profesionales sanitarios firman el manifiesto a título personal, pero su crítica se une a la de numerosas asociaciones y sociedades científicas --la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la Asociación Española de Diagnóstico Prenatal, las dos entidades de médicos de familia...-- que han elaborado comunicados contra la reforma de la ley del aborto. Una crítica que ha llegado también desde la Organización Médica Colegial --que agrupa a los 200.000 médicos colegiados que hay en España-- que hace unos días aprobó una declaración en la que afirmaban que la decisión del abortar debe quedar en manos de la mujer. 


"No decidimos ni decidiremos sobre úteros ajenos", dice la presidenta de los neuropsiquiatras



Los sanitarios que han firmado el manifiesto --que sigue sumando adhesiones y que entregarán en el Ministerio de Justicia-- hablan también del sinsentido que supone la eliminación del supuesto de aborto por malformación fetal (ahora posible sin plazo si la anomalía detectada es extremadamente grave o incompatible con la vida); un supuesto que la nueva ley supedita a que la patología fetal suponga un riesgo psicológico para la mujer. Este sistema y todo lo que implica, dicen en el manifiesto, "contradice" su ética profesional y resulta contraria al sentir mayoritario de la población".  Esta medida, dicen, solo servirá "para agudizar el dolor" de las 3.000 mujeres que en la actualidad deciden interrumpir su embarazo por malformación del feto."Tal y como está planteada la norma, además, hará prácticamente inviable la interrupción del embarazo por esta causa", ha aseverado Martínez Ten.
"Las mujeres que abortan no son enfermas mentales", ha apuntado Eudoxia Gay, presidenta de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, en la presentación del documento, que sigue recogiendo firmas. Con la ley elaborada por el ministerio que dirige Alberto Ruiz-Gallardón, que dicta que dos psiquiatras (en caso de que la mujer alegue riesgo psicológico) deben acreditar que existe un daño "persistente" y "duradero en el tiempo" se estará teniendo en cuenta la vulnerabilidad psíquica sino la enfermedad mental.
La regulación, con sus barreras y sus obstáculos, ha dicho Gay, "aumentar el número de casos ansiosodepresivos y de enfermedad mental debido a estas medidas y también a la clandestinidad a la que se verán sometidas las mujeres". "No queremos que la ideologia nos diga que tenemos que crear enfermas en lugar de cuidarlas. No decidimos ni decidiremos sobre úteros ajenos. La nueva ley del aborto es una marcha atrás", ha insistido Gay.
Dexeus: "El aborto no es un hecho banal ni frívolo, tratar a las mujeres como frívolas es desastroso".
Un "flashback", ha ironizado Santiago Dexeus, que ha lamentado que el debate sobre la regulación del aborto esté de nuevo sobre la mesa. Sobre todo, ha dicho, teniendo en cuenta que la ley actual (de 2010) está funcionando bien. "Es una hipocresía que las mujeres no puedan hablar con su propia voz y las envíen al psiquiatra", ha dicho. El ginecólogo --que atendió el parto de los hijos del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy-- ha recordado los inicios de los años 80. "En aquél entonces las niñas ricas viajaban a Londres para abortar". Las pobres, ha insistido, recurrían al aborto inseguro y clandestino y muchas veces eran atendidas en los hospitales por profesionales como él, que veían los efectos y la secuelas de esa realidad. "No quiero volver a vivir eso", ha alertado. "El aborto no es un hecho banal ni frívolo, tratar a las mujeres como frívolas es desastroso", ha dicho Dexeus.
Para Dexeus y el resto de caras visibles del manifiesto, la nueva ley supondrá una barrera en el ejercicio de su labor. "Dificultará enormemente nuestro trabajo que es ayudar, diagnosticar ya acompañar al as mujeres", ha aseverado Martínez Ten, que ha explicado que el 61% de los firmantes son médicos, el 21% matronas y enfermeras y el 13% psicólogos.
 Falta de consulta y asesoramiento
"No entendemos por qué hay que modificar la ley actual, que está funcionando bien, al igual que funciona en la mayoría de los países de nuestro entorno", ha criticado Martínez Salmeán, uno de los expertos que participó en la ley actual, que el Gobierno derogará. Para elaborarla, ha explicado, se estudió la legislación de otros países, sus resultados y su funcionamiento. La inmensa mayoría d de los países de la UE tiene leyes de plazos como la que hay desde 2010 en España. "No sabemos a qué ha atendido Justicia para elaborar su ley", ha incidido Salméan. Los profesionales sanitarios han criticado que ni el Ministerio de Justicia ni el de Sanidad hayan realizado una consulta previa a los expertos que día a día trabajan en esta prestación sanitaria. Justicia recibió a algunos profesionales --como a Martínez-Ten-- que solicitaron una reunión, pero no ha formado un grupo de expertos como en otras ocasiones, aunque un mes después de aprobar la ley en Consejo de Ministros, el departamento de Ruiz-Gallardón solicitó informes sobre la ley a entidades como la Organización Médica Colegial, el Colegio de Enfermeros, organizaciones de mujeres, y otras contrarias al aborto, como Red Madre.


“Que hablen las mujeres. Hemos de respetar su derecho y su deseo”

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