lunes, 28 de julio de 2014

Programas lastrados por falta de datos y registros - DiarioMedico.com

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CRIBADOS POBLACIONALES

Programas lastrados por falta de datos y registros

Un curso de verano sobre detección precoz de patologías, organizado en Santander la semana pasada, dejó claro que, pese a los esfuerzos del Ministerio, al SNS aún le falta homogeneidad en el abordaje.
Santiago Rego. Santander | dmredaccion@diariomedico.com   |  28/07/2014 00:00
  
Soledad Márquez, Nievas Ascunce y Mar Sánchez
Soledad Márquez, Nievas Ascunce y Mar Sánchez, antes de participar en la mesa sobre cribados. (Roberto Ruiz)
El arranque de un programa de cribado debe suponer también "la puesta en marcha de un sistema riguroso de información, porque de lo contrario no tiene sentido". Así de tajante se expresó Nieves Ascunce Elizaga, del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, que realizó un ejercicio de autocrítica al señalar que "los sistemas de información de los programas de cribado de cáncer son diferentes en cada una de las comunidades, por lo que los servicios de salud deberían de hacer un esfuerzo de mejora".
Ascunce dirigió la semana pasada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), de Santander, el encuentro Detección Precoz de Enfermedades: reflexiones sanitarias, éticas y económicas, en donde reconoció que "no todas las comunidades facilitan a la Red de Programas de Cribado de Cáncer el mismo nivel de datos. Y un buen sistema de información es clave para permitir la gestión y la evaluación, además de un plan de calidad que permita, sin ningún pudor, parar el cribado y empezar de nuevo si las cosas no se hacen bien y los resultados son negativos",
  • Las autonomías no aportan información de forma homogénea y, en ocasiones, les falta compromiso para que sus programas de cribado tengan eficacia y continuidad
En este punto, Mar Sánchez Movellán, responsable del programa de cáncer de mama y de cérvix del Gobierno de Cantabria, dijo que las comunidades que no aportan todos sus datos a la Red de Programas de Cribado de Cáncer se debe a que cuentan con un sistema de registro "que no permite facilitar los resultados; hay que cambiar las cosas. No obstante, en esta Red de Programas los resultados de los indicadores cada vez son más exhaustivos, y se publican todos los años para que los profesionales y la ciudadanía puedan comparar".
A Ascunce le preocupa que "basándose en intereses políticos, nos encontremos ante comunidades autónomas que quieren adoptar programas de cribado sin tener un compromiso real que permita su estabilidad, el funcionamiento correcto, y que se implante en un tiempo limitado".
El estudio piloto, añade, "no es más que el principio de algo que tiene que continuar, y no para salvar la situación en un determinado momento. Nuestro objetivo no es otro que disminuir la mortalidad en el cáncer".
Programas integrados
No obstante, Ascunce apuntó que "es condición sine qua non" que los programas se integren en el sistema sanitario, y que sean coordinados por especialistas en Salud Pública. Respecto a la cobertura poblacional, observó que "la situación económica está haciendo que las comunidades se retraigan en cubrir población que no es estrictamente la atendida por el sistema sanitario. Es necesario contar con una estrategia de información clara y una aceptabilidad del programa entre los profesionales y la población, así como una garantía de seguimiento de los casos afectados".
Sánchez Movellán insistió en la importancia de la Red de Programas de Cribado de Cáncer como principal plataforma de información sobre la materia, gracias a que ha logrado homogeneizar procesos de prevención: "No todos los programas valen, y no es lo mismo un cribado oportunista que uno poblacional. Monitorizamos y evaluamos todos los pasos del programa; no vale sólo con evaluar los resultados finales", concluyó.
Soledad Márquez, de la Consejería de Salud de Andalucía, insistió en dar a la sociedad "una información veraz, equilibrada, suficiente y comprensible, para que las personas confíen en los sistemas de prevención y acudan voluntariamente a realizarse las pruebas. Tenemos una cultura médica y de salud muy paternalista; nos cuesta dejar que la gente coja las riendas de sus propias decisiones cuando opta por participar en un cribado".
A juicio de Márquez, ya no se puede dilatar más tener una información clara con datos de beneficios y de posibles efectos adversos o incertidumbres por parte de los expertos. Los cribados son complejos y difíciles de poner en marcha, y hasta ahora estábamos centrados en tener una buena organización y calidad, pero sin que el usuario tuviera toda la información. En los protocolos de cribado se debería de trabajar de manera conjunta por las comunidades, con estimaciones de beneficios y daños a la población. Son datos difíciles al estar sujetos a incertidumbres".

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