SENTENCIA CIVIL A UN CIRUJANO
Condena por demorar una cirugía yatrogénica
Un juzgado civil censura que el cirujano dejó transcurrir mucho tiempo entre la perforación intestinal del íleon y la intervención quirúrgica para resolverla.
D. Carrasco. Madrid |diego.carrasco@diariomedico.com | 27/02/2015 00:00
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Alfonso Iglesias, abogado de la asociación de errores médicos y defensor de los familiares de la paciente. (DM)
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El Juzgado de Primera Instancia número 8 de Madrid ha condenado a una aseguradora a pagar a los familiares de una paciente una indemnización de 149.663 euros por "retrasar de forma innecesaria una cirugía urgente". La sentencia razona que "no existe justificación alguna que se esperase para intervenir quirúrgicamente de urgencia, cuando la enferma llevaba cuatro horas en reanimación y la TC abdominal realiza horas antes hacía sospechar de la existencia de una perforación intestinal".
Y es que dicha lesión fue consecuencia de la introducción de uno de los trócares durante la operación programada de colecistectomía laparoscópica. En la intervención el cirujano perforó el intestino delgado a la altura del íleon. Según los hechos narrados en la demanda, el facultativo no hizo una revisión adecuada de la cavidad abdominal una vez finalizada la operación. Ello provocó que horas después la paciente presentara "taquicardia, náuseas e hipotensión".
A la mañana siguiente los síntomas de la enferma empeoraron al tener disnea y una saturación de oxígeno muy baja. Una TC alertó de que el íleon estaba perforado y subsiguiente vertido de contenido intestinal en el interior de la cavidad abdominal. Sin embargo, los médicos del centro interpretaron el resultado de la TC en el sentido de que la enferma podía padecer un tromboembolismo pulmonar. Un informe pericial señaló que "la peritonitis llevaba ya 36 horas de evolución, lo que provocó que la infección contagiara el organismo de la paciente, quien falleció por un shock séptico con el consiguiente fallo multiorgánico".
Sospecha fundada
El juzgado madrileño, que comparte el razonamiento de Alfonso Iglesias, abogado de la asociación de errores médicos, subraya que la cirugía debió realizarse urgentemente, "dada la gravedad de la sintomatología que presentaba la paciente a las pocas horas" de ser operada y con "independencia de que pudieran existir también sospechas de un tromboembolimso pulmonar, lo cual también era compatible con una perforación abdominal a partir de los resultados de las pruebas practicadas a la paciente desde la misma tarde de la intervención".
El juzgado madrileño, que comparte el razonamiento de Alfonso Iglesias, abogado de la asociación de errores médicos, subraya que la cirugía debió realizarse urgentemente, "dada la gravedad de la sintomatología que presentaba la paciente a las pocas horas" de ser operada y con "independencia de que pudieran existir también sospechas de un tromboembolimso pulmonar, lo cual también era compatible con una perforación abdominal a partir de los resultados de las pruebas practicadas a la paciente desde la misma tarde de la intervención".
El fallo constata que existió "mala praxis tanto en la intervención quirúrgica a la que se sometió la paciente como en la actuación posterior dirigida a diagnosticar la lesión producida y su reparación". En cambio, el titular del juzgado madrileño avala que la técnica quirúrgica de laparascopia estaba bien indicada dados sus antecedentes de cirugías anteriores.
Apartarse de lo indicado en el protocolo
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León condenó a la Administración por demorar una cirugía urgente de torsión testicular. El fallo censuró que al menor no se le hiciera una ecografía ni en Urgencias ni en Pediatría, que hubiera acelerado la operación. "El servicio de salud no actuó conforme establece el protocolo".
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