lunes, 29 de junio de 2015

Los nuevos partes de baja harán crecer la burocracia, según AP - DiarioMedico.com

Los nuevos partes de baja harán crecer la burocracia, según AP - DiarioMedico.com



TEXTO PUBLICADO EN EL BOE

Los nuevos partes de baja harán crecer la burocracia, según AP

Empleo publica la orden que obliga a implantar el sistema desde el 1 de diciembre. No se han acogido las alegaciones de AP y se mantiene la idea de informes complementarios.
Laura G. Ibañes. Madrid | laura.gutierrez@diariomedico.com   |  29/06/2015 00:00
 
 
Como un jarro de agua fría. Así ha caído entre las sociedades de Familia la orden que desarrolla el nuevo sistema de partes de baja por incapacidad temporal y que deberá estar puesto en marcha el 1 de diciembre de este año.
Al ver el texto publicado en el BOE hace tan sólo unos días, tras dos años de larga negociación y casi un año desde la publicación del decreto en el que se ampara y de la reforma de la Ley de Mutuas, las sociedades Familia no han ocultado su enfado. En su opinión, la orden publicada calca los errores en los que ya caía el decreto, diseña un sistema de partes inviable dado el actual funcionamiento y sistemas informáticos del SNS, genera más burocracia y evidencia un profundo desconocimiento de cómo funciona el sistema sanitario.
Éste es al menos el diagnóstico común que hacen Semfyc, Semergen y SEMG tras constatar cómo funcionará el nuevo sistema de partes de baja diseñado inicialmente con el objetivo de reducir la burocracia, una cuestión que, según AP, no sólo no mejorará sino que empeorará.
Informes extra
Concretamente, el nuevo modelo prevé que el facultativo decida en el momento de expedición de la baja, teniendo en cuenta unos tiempos estándar de duración estimada para cada patología, si ésta tendrá duración muy corta (inferior a cinco días), duración corta (de 5 a 30 días), media (de 31 a 60 días) o larga (más de 61 días).
En el caso de que la duración estimada para ese proceso (siguiendo el manual de tiempos estándar que ha hecho el Instituto Nacional de la Seguridad Social) sea muy corta, se podrá dar el parte de baja y de alta el mismo día. En los partes de duración corta, el primer parte de confirmación se hará a los siete días y el segundo y sucesivos cada 14 días.
n los de duración media, el primer parte será en siete días y el segundo y sucesivos cada 28 días. Y en los de duración larga, el primer parte se formalizará a los 14 días y los siguientes cada 35. Además, en todas las bajas de más de 30 días a partir del segundo parte de confirmación habrá que hacer un informe médico complementario al parte de baja.
Según explica Paulino Cubero, de Semfyc, "la orden reproduce los errores del decreto y se da además 6 meses para ponerse en marcha, dejando el problema al futuro Gobierno tras las elecciones generales".
  • Familia cree al unísono que se ha sustituido un sistema que dudaba del paciente por uno que desconfía directamente del médico que concede las bajas
Cubero insiste en que el "el problema es de fondo, porque se basa en unos tiempos previstos diseñados por el INSS que, a efectos estadísticos, significarán algo, pero a efectos clínicos no, porque una misma neumonía, por ejemplo, puede dar mucha o poca sintomatología y de eso es de lo que debe depender la baja, no de una estadística".
En su opinión, "hemos pasado de un sistema que desconfiaba del paciente a uno que desconfía del médico obligándole a informes complementarios desde el segundo parte de baja. Eso multiplicará por cinco la burocracia porque ahora sólo se exigían dos informes, en la semana 10 y en la 30 y en adelante habrá que hacer hasta 9 en algunos casos. No veo la ventaja".
Conflicto inevitable
Más aún teniendo en cuenta que "la burocracia de los partes semanales de ahora estaba ya asumida en los centros y se entregaban incluso en administración y, en adelante, tendrá que ser el médico quien lo haga todo". Según Cubero, "si los inspectores exigen el cumplimiento riguroso, el sistema de bajas quedará bloqueado y será imposible concederlas tal y como funciona nuestro sistema sanitario".
Cubero prevé "un fuerte conflicto en diciembre si no modifican muchas cuestiones y viendo que el INSS no ha cambiado una coma en el texto, pese a todas nuestras alegaciones, no creemos que vaya a modificar nada".
Al hablar de conflicto, deja caer que "cumpliendo estrictamente la norma tendrán que ser además los especialistas de hospital que lleven al paciente los que realicen los partes, y no hay cultura de que se encarguen de ello; algunos hospitales ni siquiera tienen sistema informático preparado para ello. Es muy posible -vaticina- que cuando entre en vigor nadie dé bajas".
Casi al unísono se expresa José Francisco Sáez, de SEMG. La orden "no ha arreglado nada. Sigue exigiendo, por ejemplo, que el médico introduzca el código de ocupación del paciente, como si eso fuera competencia suya, como si lo conociera él o el propio paciente...", dice. Establece "un plazo de seis meses para ponerlo en marcha y es inviable que los sistemas informáticos estén listos entonces y se aspira a que si no lo están se haga ¡¿en papel?! Eso es desconocer cómo funciona el sistema".
Para el responsable de SEMG plantea graves problemas de concepto "porque en el momento de la baja debes conocer ya exactamente el proceso del que se trata y eso no es viable, menos aún sin conexión con los especialistas hospitalarios.
Tú puedes prever una baja larga por una lesión pero no puedes adivinar de antemano si es un esguince o una rotura de ligamentos".
Sáez dice no entender que Empleo haya desoído las alegaciones presentadas en esta línea "en las que incluso ha intentado mediar el Ministerio de Sanidad".
El mismo diagnóstico hace Isidoro Rivera, de Semergen, para quien "no se ha atendido a ninguna de nuestras peticiones y la burocracia va a crecer. Se sigue dando un papel excesivo a las mutuas, se sigue trabajando en tiempos estándar sin criterio clínico....".
Rivera afirma: "Está claro que nosotros seguiremos ofreciendo a la Administración nuestra opinión y consejo sobre lo que debe modificarse, pero si no cambia será imposible impedir los problemas. Diciembre será el inicio de los días sin incapacidad temporal porque con este sistema no es viable que podamos seguir concediendo las bajas. No entendemos por qué no se nos ha escuchado, cuando somos los médicos de atención primaria los que sabemos los cambios que hacen falta porque nos encargamos día a día de ello, de cómo debe abordarse la incapacidad temporal".

Faiss ve quiebra de la equidad al priorizar al trabajador de baja frente al resto

La Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios (Faiss) es especialmente dura con la nueva orden de partes de incapacidad temporal (IT) y, en general, con toda la reforma de la Ley de Mutuas que ha acompañado al cambio en la IT.
En su opinión, la reforma es fruto de "presiones empresariales, se ha realizado sin el más mínimo acuerdo" con los profesionales y se ha basado en "el falso argumento de una incidencia y gasto abusivo en IT que las estadísticas desmienten: el Tribunal de Cuentas ha constatado una reducción del gasto en IT del 18,9 por ciento entre 2011 y 2012 y la incidencia de la IT cayó, por ejemplo, un 29,9 por ciento en Madrid entre 2007 y 2014".
Según detallan los inspectores, el nuevo sistema de partes de baja es "contradictorio y exige la emisión de un número excesivo de informes médicos complementarios". La orden prevé su puesta en marcha el 1 de diciembre "pero nada dice sobre la financiación de los costes de reforma de los sistemas informáticos".
Plantea además el problema de haber atribuido a las mutuas "la competencia de indicar pruebas y tratamientos por propia iniciativa, sin el requisito de haberse hecho por los médicos del SNS", robándoles así "el liderazgo en la dirección del proceso asistencial por el mero hecho de que el enfermo sea un trabajador de baja" y "fracturando con ello el modelo de continuidad asistencial".
"Las mutuas -continúa Faiss- podrán además suscribir convenios con los servicios regionales de salud para adelantar la asistencia a los trabajadores de baja y pasarán a ser retribuidas por ello [...] es decir, se priorizará la asistencia de los trabajadores frente al resto de la población, lo que rompe el principio de equidad y descapitalizará los centros propios del SNS desviando fondos a las mutuas".

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