lunes, 27 de junio de 2016

País líder en donar cuerpos a la ciencia pide una ley propia - DiarioMedico.com

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PRIMER PLANO

País líder en donar cuerpos a la ciencia pide una ley propia

La falta de regulación específica es el principal lastre del modelo español de donación de cadáveres, que cuenta con Barcelona, Elche, la UAM y la UAB entre las facultades de referencia en Europa.
Francisco Goiri | fjgoiri@diariomedico.com   |  27/06/2016 00:00
 
 
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Sala de disección de la UAM
Las instalaciones de la Universidad Autónoma de Madrid, punteras en Europa, han acogido este año 60 cursos de formación continuada. (Imágenes cedidas por la UAM)
  • Sala de disección de la UAM
  • Instalaciones de  la Universidad Autónoma  de Madrid
La imagen de más de 500 cadáveres hacinados en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que el periódico El Mundo publicó hace dos años, reveló lasirregularidades del departamento encargado de la gestión de los cuerpos donados a esa facultad y puso en primer plano un mecanismo clave para la docencia médica: la donación altruista de cuerpos a las facultades de Medicina para la formación de estudiantes, residentes y especialistas. Todas las fuentes consultadas por DM califican de "inexplicable" el episodio de la Complutense y coinciden en que fue una excepción en el modelo español de donación, regido por programas muy estrictos y protocolizados en todas las facultades; un riguroso control de la entrada, conservación y manejo de los cuerpos; salas de disección y depósitos de cuerpos limpios, asépticos y bien acondicionados y controles periódicos de las condiciones de higiene y seguridad.
"Fue un capítulo lamentable, pero achacable a una mala gestión puntual y en absoluto amparado institucionalmente. Obviamente, nos perjudicó y durante un tiempo paralizó algo nuestro ritmo medio de donaciones, que, afortunadamente, ha vuelto a recuperarse", dice María Teresa Vázquez, directora del Centro de Donación de Cadáveres de la UCM, un órgano de gestión dependiente del Rectorado, que, a raíz de ese episodio, asumió las responsabilidades que hasta entonces tenían los dos departamentos de Anatomía de la facultad. Es precisamente este departamento, el de Anatomía, el que se encarga de la gestión del programa de donación de cuerpos en el resto de las facultades, con mayor o menor dependencia de sus respectivos decanatos.
  • Según la Sociedad Anatómica, el ritmo de donación ha crecido exponencialmente en España desde hace 15 años, con datos equiparables a los de los países punteros
"Excelente salud"
Excepciones aparte, José Carretero, presidente de la Sociedad Anatómica Española, dice que el modelo español de donación de cuerpos goza de "excelente salud. El nivel de donación de cadáveres en los últimos 15 años ha crecido exponencialmente y España, en proporción a su población, está en el grupo de cabeza, al nivel de países con mucha tradición, como Estados Unidos, Austria, Alemania u Holanda". Carretero lo achaca al "cambio de mentalidad con respecto a la muerte y el enterramiento, incluido el aumento de las incineraciones, y al hecho de que España sea un país puntero en donación de órganos, lo que ha tenido un efecto positivo para todas las donaciones, también las de cadáveres".
El volumen anual de cuerpos de los que disponen los departamentos de Anatomía oscila entre los 12 ó 15 de facultades como Salamanca, Albacete o Murcia; los 70 ó 90 de la propia UCM o de la Autónoma de Madrid (UAM); los cerca de 140 que contabiliza al año la Miguel Hernández de Elche, y los 250 ó 300 que, según Mariano Monzó, responsable del programa de donación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, tiene al año este centro.
A estas dos últimas facultades les favorece, además, su ubicación geográfica, ya que "el Levante y la zona mediterránea -apunta Carretero- tienen un volumen de donaciones muy superior al del resto de España", algo que Francisco Sánchez del Campo, catedrático de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Miguel Hernández, atribuye al "volumen de población extranjera que reside en la costa, y que, por cultura y tradición, están más mentalizados".
Francisco Clascá, responsable del programa de la Facultad de Medicina de la UAM, cree que "el problema no es el número de cuerpos, sino tener claro lo que quieres hacer con ellos: tener un banco de donantes y fijar paralelamente la actividad docente para usar esos cuerpos. La UAM maneja 70 u 80 anuales, pero podemos programar actividades para 150 ó 200".
Grado y posgrado
En torno a 25 cuerpos de los 80 que tiene anualmente la UAM se destinan a las prácticas de grado para alumnos de primero y segundo (los cursos en que se imparte Anatomía), y el resto, para másteres y cursos de posgrado y formación continuada, que organiza la facultad en solitario o en colaboración con servicios hospitalarios, sociedades científicas e industria biomédica. Las prácticas de grado suponen para la facultad un coste "enorme, pero fundamental", matiza Clascá y, en teoría, la verdadera fuente de ingresos sería la formación continuada, que, según explica, "es la parte más susceptible de crecer".
  • El volumen anual de cuerpos que tienen las facultades oscila entre los 12 ó 15 de Albacete o Salamanca y los 250 ó 300 de los que puede llegar a disponer al año la UB
En el caso de la UAM, los fondos que generan estos cursos de posgrado son gestionados por la Fundación de la Universidad y deberían servir para sufragar el "enorme gasto" que supone para la facultad la gestión de los cuerpos y el mantenimiento de las infraestructuras, pero Clascá afirma que "la realidad es que gran parte de estos cursos, los mejores, se saldan con pérdidas. Los organizadores y el departamento tenemos que sacar partido a cada euro y, además, lo hacemos en nuestro tiempo libre". Prima, pues, la perspectiva científica y docente sobre la rentabilidad.
Monzó, de la Facultad de Barcelona, y Sánchez del Campo, de Elche, coinciden con Clascá en que las actividades de formación continuada han crecido exponencialmente en los últimos años,"porque cirujanos con mucha experiencia saben que el mejor aprendizaje se hace sobre el cadáver", dice Sánchez del Campo.
Desde la perspectiva de una facultad pequeña, Ricardo Insausti, responsable del programa de donación de Albacete, asegura que los 12 ó 14 cuerpos anuales que tienen "cubren las necesidades docentes de grado tanto de Albacete como de Ciudad Real, que comparte con nosotros el programa de donación, incluidos talleres de investigación y de simulación quirúrgica, pero nuestras posibilidades dejan poco margen para organizar cursos de posgrado".
El cuerpo, insustituible
El avance tecnológico y la proliferación de la docencia on line "generó a finales de los 80 y los 90 un cierto pasmo por estas nuevas técnicas, que llevó a pensar en un progresivo abandono de los cuerpos. Pasada esa fiebre, Harvard, Oxford, la Universidad de California y todos los centros punteros en docencia médica coinciden en que la disección del cadáver juega un papel insustituible", dice Clascá. "Se aprende mirando, tocando, analizando la consistencia real de los tejidos y la profundidad y textura de cada órgano", añade.
Al aumento de las donaciones y el rigor de los programas de las facultades, se une la calidad de algunas instalaciones (salas de disección, depósitos, laboratorios...), "de forma que Barcelona, Elche y las Autónomas de Madrid y la propia Barcelona compiten sin rubor en la champions europea y mundial, y esto no es chovinismo", dice Clascá. La UAM, por ejemplo, ha sido este año uno de los centros europeos de referencia para Stryker y Medtronic, firmas que también colaboran habitualmente con Barcelona, la UCM, Málaga o Alicante.
Normas detalladas
Paradójicamente, la buena salud del modelo español de donación contrasta con la ausencia de una ley específica que regule el uso de cuerpos para la enseñanza. La Sociedad Anatómica redactó en 2015 el Acta de Madrid, "un texto de consenso en el que, además, de analizar el estado actual de la donación en España -dice Carretero- pedimos a la Administración un reglamento específico sobre donación. Ahora, sólo hay referencias vagas e imprecisas en las normas autonómicas que se redactaron para desarrollar una ley nacional que, además, es de 1974".
Carretero se refiere al Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria que, en su artículo 6, contempla el uso de piezas anatómicas o cadáveres para fines científicos o de enseñanza, sin concretar más. "Las normas sobre el manejo del material cadavérico o la toxicidad de sustancias como el formaldehído (usado para embalsamar y conservar los cuerpos), que en 2015 fue declarado potencialmente cancerígeno, han cambiado mucho estos años, pero, cada vez que tenemos una duda, la Comunidad de Madrid nos remite a la Ley de Policía Mortuoria, que no aclara nada", afirma Teresa Vázquez, de la UCM.
Al margen de esta norma, la ley de 1979 sobre transplante de órganos deja claro que toda donación de órganos en España debe ser "voluntaria y gratuita" y que es ilegal comerciar con órganos, incluidas las donaciones post-mortem, una máxima que recogen expresamente los programas de donación de todas las facultades. Estas referencias genéricas son insuficientes para la Sociedad Anatómica, que pide normas detalladas "sobre los fines, objetivos y procedimiento de la donación; sobre seguridad laboral, higiene e infraestructuras; sobre los protocolos en las salas de disección, sobre temas éticos, y sobre todo lo relacionado, en fin, con la donación docente", concluye Carretero.

Donaciones en vida y sin contrapartida económica

El mecanismo de donación en vigor en todas las facultades se rige por un programa de donantes en el que los interesados en ceder su cuerpo a la ciencia deben inscribirse en vida, de forma que no se admiten donaciones de cadáveres por parte de familiares o allegados, ni cuerpos abandonados o de procedencia ignorada. El contrato de donación, que puede suscribir toda persona mayor de edad, implica una relación jurídica entre el departamento de Anatomía y el donante, que entrega su cuerpo de forma altruista y, por tanto, sin contrapartida económica. Al donante se le entrega un carné, y sus datos, preservados por la Ley de Protección de Datos, se registran en un fichero de donantes: Elche tiene unos 5.000 nombres en esa lista; la UAM, 6.500 y Barcelona llega hasta los 15.000. La facultad asume los costes del traslado funerario y del embalsamamiento del cuerpo. Cuando los restos anatómicos ya no pueden ser reutilizados para la docencia, la facultad los incinera o se los entrega a los familiares para que ellos lo hagan en una ceremonia privada.


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