¿Qué temas sanitarios quedan parados en el Parlamento catalán tras su disolución?

Tras la disolución del Parlamento catalán, se confirma un 'parón' parlamentario sanitario que afecta a iniciativas en desarrollo sobre universalidad, nuevas formas de gestión, prescripciónenfermera, eutanasia, planes para Urgencias y atención primaria...

Miguel Ramudo / José A. Plaza | 31/10/2017 12:43

Las portavoces del Partido Socialista de Cataluña, Assumpta Escarp, y de Catalunya Sí Que Es Pot, Ángels Martínez. (DM)

El Parlamento catalán llevaba ya varias semanas muy en stand by debido al conflicto político, una situación que ha evolucionado hasta la categoría de total parón legislativo tras conocerse su disolución por aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno español.

Con el exconsejero Toni Comín en Bruselas, apoyando al expresidente Carles Puigdemont en su defensa del indepedentismo tras el cese de ambos, y la disolución del Parlamento autonómico, la falta de concreción por parte del Gobierno central sobre la gestión de la sanidad catalana deja al sector expectante.

Hasta que se produzcan las elecciones convocadas para el 21 de diciembre y se retome una vida parlamentaria normal en la comunidad, numerosos planes sanitarios quedan aparcados. Así lo han explicado a DM las portavoces del Partido Socialista de Cataluña, Assumpta Escarp, y de Cataluña sí que es Pot, Ángels Martínez.

Según explica Martínez, el desarrollo de algunas leyes ya aprobadas queda parado: es el caso de la prescripción enfermera -el Gobierno central ya ha tomado medidas al respecto-, el reglamento para la aplicación de la ley de universalidad -que debía estar listo antes de verano-, del decreto de nuevas formas de gestión sanitaria y de la Ley de la Agencia Catalana del Medicamento, que contaba con numerosas enmiendas presentadas -el PSC presentó una a la totalidad-.

Los planes de Urgencias y de Atención Primaria también permanecen a la espera de poder ser retomados cuando haya Gobierno, mientras que el Plan de Estabilidad Laboral no se vería específicamente aceptado. El Plan de Salud Mental es uno de los más avanzados y tampoco debería sufrir en exceso con la paralización de la actividad parlamentaria.

Martínez coincide con Escarp en la relevancia del parón que sufre la tramitación de la ley de universalidad, y añade otra norma que queda en suspenso: una ley sobre eutanasia. Otras propuestas de resolución, sobre apertura de CAP y mayor financiación en asistencia pediátrica, por ejemplo, también tendrán que esperar.

Martínez pone sobre la mesa una de las principales críticas de muchos de los partidos con representación en el Parlamento disuelto. El PP, un partido con muy escaso peso político en Cataluña, es el que supervisará la toma de decisiones, desde el Gobierno central, hasta que se celebren las elecciones de diciembre.

De hecho, el único partido que se opuso y votó en contra a la ley de universalidad en el Parlamento catalán fue el PP, ya que la norma busca sortear buena parte de los designios del Real Decreto nacional 16/2012, defendido por el Ejecutivo central pese a las críticas que lleva años desencadenando de comunidades autónomas, partidos políticos y representantes de la profesión médica y sanitaria.

Sin ser un tema parlamentario, en el alero queda la candidatura de Barcelona a la Agencia Europea del Medicamento. Al ser una iniciativa en la que, pese a las desavenencias, han ido de la ano el Gobierno catalán y el español, el hecho de que sea ahora éste quien gestione la sanida catalana no debería cambiar los planes: España sigue optando a la sede, aunque el conflicto político juega en su contra.