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1978: el año en que cambió la manera de entender la Atención Primaria
1978 fue un año capital para la Sanidad en el mundo. La conferencia de Alma Ata, el nacimiento y creación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria y la aprobación de la Constitución Española supusieron sin duda un antes y un después. Hoy, el 30 aniversario es un buen pretexto para echar la vista atrás y repasar con los presidentes de las tres Sociedades españolas de Atención Primaria el acierto de las decisiones que se tomaron entonces y cómo, sobre esos cimientos, se construye la Primaria del siglo XXI.
Javier Granda Revilla
Madrid (16-12-08).- El 12 de septiembre de 1978 casi un centenar de países reunidos en Alma Ata, Kazajstán –entonces en la URSS–, hicieron público un documento de diez puntos, resultado de seis días de debate. En él, se especificaba que la salud era un derecho humano fundamental, que las desigualdades en el estado de salud eran inaceptables y que la promoción y protección de la salud del pueblo es indispensable para un desarrollo económico y social sostenido y contribuye a mejorar la calidad de la vida y a alcanzar la paz mundial, por lo que los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus ciudadanos.
Este mandato para que los gobiernos diseñaran estrategias para desarrollar la Atención Primaria de Salud coincidió con el nacimiento y la creación de la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria en España, mediante el Real Decreto 2015 de 1978, que se desarrolló posteriormente en el Real Decreto 3303 del 29 de diciembre de 1978. Su articulado define al médico de familia como “la figura fundamental del sistema sanitario, que tiene la misión de realizar una atención médica integrada y completa a miembros de la comunidad, además de prevenir la enfermedad y realizar educación sanitaria”.
En la Declaración de Alma Ata se especificaba que la salud era un derecho humano fundamental
Cambio de concepto
Como recuerda el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Julio Zarco, la conferencia de Alma Ata supuso un cambio importante en el concepto de salud y de enfermedades, con una perspectiva integral, con una concepción de enfermar desde el punto de vista físico, psíquico y social. “Este cambio hacia una perspectiva integral conllevó una serie de modificaciones importantes, siendo el hecho más destacado que los profesionales sanitarios dedicados a velar y fomentar y promocionar ese concepto integral de salud eran, evidentemente, los médicos de Atención Primaria. Alma Ata supuso ese cambio de paradigma y fomentó todas las estrategias de prevención, de promoción y de educación para la salud y, en este caso, fue el desencadenante de la creación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria”.
Para Benjamín Abarca, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales (SEMG), hacer balance es complicado, aunque en su opinión, “Alma Ata está superado”. “En aquel entonces, había en España un porcentaje de población que no estaba completamente cubierto. Afortunadamente, en el transcurso de los años, casi todo el mundo lo está por el Sistema Nacional de Salud, aunque queda un pequeño porcentaje de personas que aún tiene otro sistema. Desde entonces, las circunstancias han cambiado mucho y a mejor”.
Las decisiones tomadas hace 30 años fueron una apuesta clara, decidida y valiente, según los expertos
Luis Aguilera, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), recuerda que la conferencia de Alma Ata sirvió para que los sistemas sanitarios del mundo se reconocieran incapaces de dar respuesta con la organización que tenían a las necesidades reales de salud de las comunidades y colectivos. “En los países desarrollados, la Medicina hospitalaria estaba muy evolucionada pero, sin embargo, la Medicina más cercana al paciente, la Atención Primaria, la red asistencial que debe tratar los padecimientos más prevalentes, estaba absolutamente desvinculada del desarrollo sanitario. En esta conferencia se hizo de manera clara una apuesta por acercar el sistema sanitario en todos sus órdenes: recursos humanos y tecnológicos a la población para dar respuesta de una manera más eficiente a esas necesidades. Se puso en marcha un modelo que quizá en España, como reconocen todos los foros internacionales, ha sabido ser adaptado de la mejor manera a la idiosincrasia y a la realidad del país. En esto, España ha podido ser referente internacional porque ese modelo y esas ideas que se sacaron como conclusión en Alma Ata había que adaptarlas a las distintas realidades de los distintos países, con distintas necesidades sociales y sanitarias. Esto no quiere decir que no haya mucho por hacer y muchas debilidades”.
Papel de los pioneros en Atención Primaria
La tendencia habitual es considerar que, antes de Alma Ata, la Atención Primaria era anecdótica. Debe resaltarse el papel de la Medicina rural, como señala el doctor Abarca y la labor que subraya el doctor Zarco del cuerpo de médicos APDs (Asistencia Pública Domiciliaria) que englobaba a la mayoría de médicos rurales de la época y ya realizaban actividades de prevención, de promoción y de educación de la salud. “El médico general, que era un APD, realizaba actividades salubristas y mixtas, desde la apertura de locales, certificar que esos locales fueran los adecuados, restaurantes… labores de Salud Pública de manera estricta. También tenían una visión integral de la salud y la enfermedad. Alma Ata lo único que supuso fue manifestar, desde un punto de vista profesional y desde un ámbito internacional, alguna de las cuestiones que ya se estaban realizando.
Antes de Alma Ata y antes de la creación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria ya existía este tipo de actividad. Supuso la manifestación pública de este concepto, el trabajo en políticas preventivas de promoción y educación para la salud y la creación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Sin lugar a dudas, ese desarrollo que ha tenido la especialidad, sobre todo en los quince primeros años, ha sido muy importante. En nuestro país, concretamente, entronca con la Ley General de Sanidad de 1986, que supone también una reforma sanitaria y el acoplamiento de las estructuras sanitarias españolas a lo dictado por Alma Ata y a las políticas preventivas, de promoción y de educación”.
Alma Ata supuso un cambio importante en el concepto de salud y de enfermedades
Para Zarco, tanto el espíritu de Alma Ata como el espíritu de las políticas preventivas de promoción y educación para la salud se han debilitado y no se ha llevado a cabo de manera adecuada. “Si echamos la vista atrás, y recordamos lemas como ‘Salud para todos en el año 2000’ o ‘Prevención, promoción y educación para la salud’ y las políticas preventivas, se ha avanzado muchísimo, pero no al ritmo deseado, ni se han logrado los objetivos pretendidos. Por tanto, celebramos evidentemente tanto el aniversario de Alma Ata como la creación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, que supuso además regular y reglar la formación del médico general, que estaba sujeta antes al arbitrio individual, es decir a las motivaciones e iniciativas de cada profesional. Con la aparición de la especialidad se produce un cambio cualitativo muy, muy importante pero insisto que el desarrollo posterior de todos estos acontecimientos deja un poco que desear respecto a los objetivos iniciales”.
Para Aguilera, las decisiones tomadas hace 30 años en Alma Ata fueron “una apuesta clara, decidida y valiente. A pesar de las carencias que todavía existen, el balance es positivo. Y eso no quiere decir que seamos complacientes: queda mucho por hacer y la adaptación hay que hacerla día a día. España, en necesidades de salud a día de hoy, nada tiene que ver con lo que era hace 30 años. Si algo se ha hecho bien en este tiempo es poder construir un sistema sólido que está perfectamente preparado para asumir esos nuevos retos. Ahora, lo que se trata, es tomar las decisiones adecuadas para que esos nuevos retos puedan tener respuesta. El recurso humano lo tenemos, unos profesionales muy bien preparados y capacitados en todas las especialidades. Quizá no tenemos tanto el recurso financiero, al compararlo con otras especialidades, por lo que España tendría que apostar un poco más por invertir más porcentaje de PIB en Sanidad o quizá tendría que plantearse una redistribución de recursos que potenciase esa Medicina que buscase el equilibrio entre curación, prevención y promoción de hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de las personas, teniendo en cuenta las necesidades emergentes que vienen de la mano de problemas de adicciones, violencia de género, inmigración, precariedad social y laboral… ahí lo sanitario tiene mucho que decir y, por supuesto, de la dependencia”.
Apuesta por la Atención Primaria
Según el presidente de SEMERGEN, los distintos gobiernos españoles “tenían que haber apostado de una manera decidida y clara por una política preventivista primarista, es decir, orientar a la Atención Primaria como eje fundamental de todo el sistema sanitario que es, a la postre, lo que propugnaba Alma Ata”. En su opinión, hay una escasa financiación de la Atención Primaria, escasez de medios y recursos y la política ‘hospitalocentrista’ que sigue vigente en 2008. “Desde el punto de vista profesional, los profesionales de la Primaria tendríamos que haber liderado todos los procesos de cambio y desarrollo de la Atención Primaria en España. Al aprobarse la Ley General de Sanidad y la reforma sanitaria, todos los profesionales que trabajábamos entonces estábamos convencidos que era un cambio que debía hacerse y empujamos mucho para que ocurriera. Pero, por el contrario, nos abandonamos a la dinámica del modelo sanitario tal y como se había establecido. De tal suerte, que el modelo del que disponemos en la actualidad –que es bueno– no se ajusta a día de hoy de las necesidades de la población del año 2008. Ahora, lo que se debería pretender es recobrar esa actitud de políticas preventivas, de promoción para educación y promoción para la salud, para realmente facilitar la salud de los ciudadanos. Esto, evidentemente, no se ha hecho. Entre otros motivos porque los profesionales hemos entrado en una dinámica algo perversa y el propio modelo sanitario nos ha arrastrado por un camino que no es el adecuado” según Zarco.
Los médicos de familia opinan que se debe orientarla Atención Primaria como eje fundamental de todo sistema sanitario
“El modelo tiene vicios”, señala Benjamín Abarca. “Tuvo muchas virtudes, pero también tiene carencias. Uno de los problemas fundamentales fue que no hubo uniformidad ni una buena guía de funcionamiento y algo tan importante como que no se especificó el rol de cada profesional, es decir, cada centro de salud fue evolucionando como mejor supo y pudo y no hubo ni una uniformidad de funcionamiento ni una perfecta definición de los roles de los profesionales. Lo que ocurrió fue que sobre el facultativo se fue cargando lo que nadie asumía y, al final, se pasó de una situación de ayudas diversas a estar completamente solo con toda la carga burocrática en exclusiva”.
El presidente de semFYC reitera que el modelo es bueno, “pero existen problemas”. En su opinión, sigue estando excesivamente centrado en la enfermedad, lo que es relevante, “porque las políticas deben ser dirigidas hacia la salud en países como España, es decir, hacia la promoción de hábitos saludables y hacia la prevención de enfermedades porque, en las próximas décadas, enfermaremos y moriremos de enfermedades que pueden ser prevenibles”. “Seguimos centrados en la enfermedad y en las estructuras que curan la enfermedad y los recursos están fundamentalmente dedicados a eso: el desarrollo hospitalario en España es muy importante, pero ahora hay que invertir también en las estructuras en las que, además de curar, podemos prevenir y promover los hábitos saludables Y esas estructuras son los centros de salud y la Atención Primaria y lo sociosanitario”.
Otro punto que debe modificarse, según Aguilera, es que el modelo está poco orientado hacia el ciudadano: “Hay escasa participación de la población en todo lo referente a la salud y se ha venido demostrando que las políticas de participación comunitaria también son muy eficientes en el manejo de determinadas patologías y problemas de salud, como aquellos relacionados con lo social, lo laboral, lo familiar, aquellos relacionados con adicciones y con determinados problemas y complicaciones del envejecimiento, donde se debería incidir”.
Podría destacarse también, según el presidente de semFYC, que se está incorporando alguna innovación tecnológica sin estar suficientemente evaluada y no debería ser así. Respecto a las debilidades que atañen más a Atención Primaria, “debería hacerse una apuesta por la Medicina de Familia, que ocupa en la actualidad al 35 por ciento de los especialistas que hay en el sistema sanitario público español. Está bien que sea así, incluso que la cifra es escasa, porque todos los análisis y estudios que se hacen a nivel internacional dicen que para que el sistema sea realmente eficiente desde el punto de vista sanitario tiene que haber un equilibrio entre el número de especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria y el número del resto de especialistas. Sin embargo, siendo así, en una gran parte del aprendizaje de ser médico esto se obvia en la universidad, a diferencia de otros países del resto del mundo. Esto condiciona que, al acabar la carrera, cuando debe elegirse la especialidad, los estudiantes de Medicina no conocen el médico de familia, de modo que su elección siempre va a ser sesgada, porque siempre sabrán lo que es un cardiólogo, un traumatólogo, un endocrino o un cirujano pero, sin embargo, no saben lo que es un médico de familia”.
Desde el punto de vista laboral, el sistema debe considerarse como “bueno”, “con una excelente red a través de todos los centros de salud, en estos momentos 3.000 en toda España, con un trabajo de equipo coordinado, con el reto de la cooperación asistencial, con una relación más estrecha sobre todo para evitar la duplicidad de esfuerzos en el paciente, de diagnósticos y de tratamientos. Se está haciendo, pero no es propiciado por las estructuras de gobierno de los servicios de salud. Es una asignatura pendiente”.
Respecto a las condiciones laborales, para el presidente de semFYC opina que “los servicios de salud, teniendo el mejor recurso humano, que son los especialistas, no se aprovechan del potencial de conocimiento y formación y no promueven políticas de estabilidad y oferta laboral que realmente sean atractivas a esos profesionales tan capacitados y bien formados”.
El médico, figura fundamental
Uno de los aspectos más alabados del Real Decreto que cumple ahora 30 años es la posición en que situaba al médico de Atención Primaria. Para Benjamín Abarca, “debe ser figura fundamental y lo es, aunque nos cuesta seguir manteniéndolo”. “Hay un punto fundamental: siempre se hablaba que el médico de familia era la puerta de entrada en el sistema y, evidentemente, lo es, resolviendo entre un 80-90 por ciento de los problemas de salud que atiende. Creo que es muy importante en poner el acento en que es puerta de entrada, pero también puerta de salida. Todos los expertos en sanidad coinciden que sin una Atención Primaria fuerte, es insostenible un sistema de salud. El sistema debería reforzarse en torno a la Atención Primaria, en temas como prevención, investigación y formación”.
Para Aguilera, es evidente que en estos 30 años el médico de familia ha jugado un papel relevante no sólo en el sistema sanitario, sino también en la relación del sistema sanitario con la sociedad civil. “Quizá ha sido la figura que se ha extendido al equipo de Atención Primaria, porque no trabaja solo, trabaja con un equipo, con enfermería, asistente social y otros profesionales. Sí se ha constituido socialmente en el referente para iniciar el contacto con el sistema sanitario y para cualquier actuación que se inicie en el sistema sanitario hacia la sociedad civil. Esta sería la parte menos desarrollada, que es la participación social y referente en el sistema sanitario de la sociedad, aunque venía citada en la Ley General de Sanidad, a través de los consejos de salud”.
El punto de vista del presidente de SEMERGEN es diferente, aunque incide en que el médico de familia sigue siendo el profesional de salud mejor valorado del Sistema Nacional de Salud, “sin lugar a dudas”. “Y es debido al gran sobreesfuerzo de los profesionales sanitarios para estar cerca de la población y tratar de resolver los problemas de manera accesible, inmediata, integral y longitudinal, es decir, con todas las cualidades que tiene la Atención Primaria. Se ha quedado sobre el papel este ser una figura fundamental, principalmente, porque el médico de familia es un profesional muy cualificado. Pero, por el contrario, a pesar de estar muy cualificado y capacitado, no puede desarrollar de manera adecuada su trabajo porque el modelo sanitario en el que tiene que ejercer su labor lo encorseta y limita, impidiendo su desarrollo profesional, la investigación, la docencia y la formación. El médico de familia, como es evidente, se frustra y se desmotiva, se desvirtúan los valores profesionales, siendo uno de los elementos que ha llevado al desgaste dentro del ámbito de la Atención Primaria”.
Los servicios de salud no promueven políticas de estabilidad ni ofertas laborales atractivas para los médicos de familia
Motivos para el optimismo
Mirando hacia atrás 30 años e intuyendo el futuro de la especialidad, ¿hay motivos para el optimismo? Los presidentes de las tres Sociedades creen que sí. Para Julio Zarco, “hay que serlo, porque a los que nos gusta la Atención Primaria y creemos en los valores del médico, tenemos que serlo”. “Siempre digo que el médico de familia atesora algo muy preciado: una cosa es ser médico y otra es ocuparse siendo médico. La diferencia es que uno puede tener la ocupación de médico como la de cualquier otra profesión y ser médico implica una cosa mucho más amplia, que es sentir el verdadero ejercicio profesional. Creo que, pese a que la situación es precaria porque el sistema ha arrastrado al profesional, hay voces críticas que se alzan y gente que lleva muchos años trabajando y que ha sido protagonista de todas las reformas sanitarias, de las que hubo y de las que habrá y que sigue siendo tutor de residentes, profesor en la universidad y que sigue empujando en un sentido. Ese espíritu de servicio a la profesión y al ciudadano nunca se ha perdido. Tenemos que recuperar a muchos profesionales que están muy desmotivados, pero que son buenos profesionales que, además, son líderes de opinión. Lo que el ciudadano quiere tener es un médico técnicamente cualificado, pero humanamente muy cercano y, para lograrlo, necesitamos médicos con una enorme formación técnica y humanística, con empatía, con capacidad de liderar… es posible conseguirlo, pero debemos decir unas verdades con cierta crudeza para que muchos profesionales despierten del letargo”.
Benjamín Abarca, por su parte, subraya que “hay motivos para el optimismo”. “Un sistema de salud sin una Atención Primaria fuerte no tiene futuro porque no tiene sostenibilidad. No me cabe la menor duda, como tampoco me cabe que, como no hagamos algo y ante el deterioro que está sufriendo, nos puede pasar factura al profesional, porque tiene unas virtudes increíbles, porque a pesar de toda la problemática, sigue sosteniendo el sistema, a veces incluso con su voluntarismo. Creo que es momento de plantearse unas medidas a muy corto plazo, como el decálogo que hemos publicado; unas medidas a medio plazo que se establecerían con la estrategia AP21 y creo que cabe una medida a medio-largo plazo: plantearse una reforma del sistema porque, tal y como está concebido el modelo de gestión de los centros de salud, es un modelo agotado. Habría que hacer una reflexión sobre hacia dónde debería caminar la gestión de los centros de salud, de la Atención Primaria, porque el modelo existente no es el mejor, aunque, a pesar de todo, la población, que es a la que nos debemos, sigue estando muy satisfecha de su AP. Pero precisamente por eso, no nos vayamos a morir de éxito. Tenemos que evolucionar hacia nuevos modelos de gestión de la AP que tiene que pasar necesariamente por los profesionales, que son los que conocen mejor el sistema. Los políticos tienen que tener su parte evidente, pero deben ser aconsejados por profesionales que conozcan el problema y ahí las sociedades científicas tienen un papel fundamental”.
Luis Aguilera asegura que hay un denominador común en este entorno: la permanente reflexión “sobre lo que hacemos y hacia dónde vamos, lo que es muy positivo, porque de la reflexión, porque surgen ideas y, de éstas, surgen acciones”. Sin embargo, no debe caerse “en la parálisis por el análisis”. “El sistema está bien construido, está preparado para la adaptación a los nuevos retos y en España, recientemente, hemos hecho un trabajo concienzudo, sosegado y participado por todos los agentes, también con el consenso al final de los decidores políticos, que ha sido la estrategia AP21. Este es un plan que tiene fecha de inicio en 2007 hasta 2012. Mucha reflexión la hemos en España recientemente. También hubo un reconocimiento en 2003, coincidiendo con los 25 años de Alma Ata, cuando era ministra de Sanidad Ana Pastor y se hizo una reunión internacional de tres días en Madrid a la que acudieron 90 países, porque la OMS decidió que fuera aquí para destacar el papel de esa adaptación en España. La reunión fue más allá de lo conmemorativo y se hizo un análisis de cómo iban las cosas. Creo que los análisis hemos sido capaces de hacerlos, pero tenemos que pasar a la acción, ahora tenemos en España una herramienta como la estrategia AP21, que es un plan a cinco años y estamos en el segundo año del plan. Tenemos bien definidas las cosas y, a lo mejor, podemos felicitarnos de que nos hemos anticipado a los 30 años, porque hemos sido capaces de replantearnos y marcarnos unas estrategias que vayan siendo evaluadas y aplicadas en cada uno de los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas”.
Para tener una Atención Primaria fuerte se debe tener médicos de familia muy motivados
Falta de motivación
Julio Zarco recuerda que su experiencia como profesor universitario le permite mantener el contacto con los estudiantes de medicina y tutor de residentes, “permitiéndome ver el ciclo completo desde que empiezan la Universidad hasta que terminan la residencia en Medicina de Familia”. En su opinión, la desmotivación es general no sólo en el espíritu del médico de familia, “sino el del verdadero valor profesional del médico de Atención Primaria que hoy en día se ha perdido, entre otras causas, porque los que ejercemos como tutores de esos residentes estamos desmotivados”. Cree que hay una serie de cuestiones que se trasladan de tutor a residente y que no aparecen en los libros, los valores profesionales.
Para tener una Atención Primaria fuerte se debe tener médicos de familia muy motivados
“Muchos de los tutores están desmotivados –porque ni siquiera tiene impacto en la carrera profesional ser tutor– y no tiene beneficios económicos ni curriculares, por lo que el que es tutor lo es porque cree en ello y tiene mucha motivación. Por el contrario, pasa el tiempo y uno ve realmente que en la tarea que está desarrollando se plasme lo que uno quiere. Por tanto, la mayor parte de residentes, como cuando vemos que sobran plazas en medicina de familia (en 2007 más de 200) y ahora el ministro ha anunciado que va a aumentar el número, nos cuestionamos por qué sobran, porque es evidente que hacen falta médicos. ¿Por qué no elige un estudiante de sexto hacer Medicina de Familia cuando, realmente, en el fondo, es el ejercicio más bello en el amplio sentido de la palabra de la Medicina?. Básicamente por tres razones: porque no lo conoce, porque el rol de médico de familia está muy devaluado y porque ejerce en condiciones bastante precarias, no sólo económicas, sino organizativas, en un modelo muy rígido, que impide progresar y desarrollar todo el potencial que tiene dentro, tocando techo enseguida, sin expectativas de desarrollo futuro, lo que lleva a la desmotivación al estudiante y hace que no elija medicina de familia y, si lo hace, es porque no tiene una opción mejor y el siguiente año se presenta de nuevo al MIR para elegir otra plaza como cirujano cardiovascular, neurocirujano o ginecólogo”.
Para el presidente de SEMERGEN “estamos viendo una cierta escasez de motivación a la hora del ejercicio profesional por parte del médico de familia. A veces valoramos que es una situación preocupante porque, si queremos tener una Atención Primaria fuerte, insisto que tenemos que tener médicos de familia muy motivados. No sólo bien formados, que ya los tenemos, sino motivados, con capacidad de liderazgo y empuje, implicándose en la sociedad y eso, hoy por hoy, nos está costando mucho trabajo lograrlo”.
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NOTA DEL BLOG: transitamos el 2008, o sea que han transcurrido treinta años desde que se conceptualizó la necesidad de transformar la ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD en el mundo. Ese hecho representa el fondo de la cuestión. Sin embargo los años 90 y hasta hoy el mundo productivo se sustentó en un modelo económico cuyo certificado de defunción, aunque muchos no quieran verlo y mucho menos aceptarlo, ha sido firmado este mismo año (2008). Estados Unidos de Norteamérica, modelo de muchísimas cosas y entre ellas de muchas que nunca se deben hacer, convirtió su temible deuda externa y su gigantesca deuda interna en un problema mundial, léase le transfirió el foco a todos como último acto heroico de la pésima gestión Bush. No obstante ello, desde los lamentables 90 (gestión de Bush padre) se instaló en el planeta la idea que tanto médicos como pacientes son meras variables de ajuste que se golpean y presionan según las necesidades de los criterios económicos y lo que los balances deben manifestar. Pues bien, lo manifestado está a la vista y aún cuando los presupuestos ejecutables tuvieron el visto bueno del CONGRESO NORTEAMERICANO y el guiño de las gestiones europeas el modelo de exclusión se consumió a sí mismo sencillamente porque los marginados duplicaron el número de los incluidos, destrozando el punto de equilibrio del sistema y destruyendo el centro de gravedad. Ahora que los modelos super-productivos como los de ORIENTE no tienen a quien venderles la tecnología desarrollada por el GRUPO DE LOS 8 con la plena solidaridad del GRUPO de los 12 (GRUPO de los 20) gracias a la esclavitud agiornada de pueblos empobrecidos hasta el hartazgo (China, India, Pakistán, Taiwan, etc.) el modelo técnicamente ha quebrado y no se recuperará aunque le inyecten cientos de miles de trillones de euros, dólares o el papelito que se quiera. Traducido: se acabó lo que se daba. Ya no hay imperios paleo americanos para destruir y depredar. La droga domina el mundo y anula las mentes desdibujándoles las necesidades insatisfechas. La SALUD PÚBLICA mundial está al borde de la extinción al igual que todo lo demás... médicos y pacientes incluidos. Mientras tanto la incapacidad de gestión permanece atada al sillón y la mezquindad y la necedad de los funcionarios sigue perdiendo la dimensión del árbol o del bosque según se quiera. Delante de la civilización humana está el abismo... ¿y ahora?, ¿dónde están los genios?... ¿Harán de este mundo un imperio de la droga, la prostitución, la delincuencia y las mafias, los secuestros y la piratería?. Dado que la memoria es frágil y ni siquiera los que se dicen representantes de DIOS creen en su legado, los oportunistas (clero incluido) pretenden que SODOMA y GOMORRA son mitos bíblicos, o que en JERICÓ las trompetas nunca sonaron... los tiempos por venir mostrarán que los más pobres no son aquellos que menos tienen sino aquellos otros que desprecian al prójimo... CERASALE
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