jueves, 18 de diciembre de 2008

GASTO FARMACÉUTICO ESPAÑOL

TRIBUNA ABIERTA Y ANÁLISIS
EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA


Gasto farmacéutico, ¿”despilfarro” sólo si se produce en el centro de salud?
Juan Simó Miñana
Médico de familia. Centro de salud Altabix-Elche. Plataforma 10 minutos


Madrid (18-12-08).- Tenemos poca información disponible sobre el gasto público en farmacia hospitalaria en España. La Estadística del Gasto Sanitario Público elaborada por el Ministerio de Sanidad recoge perfectamente el gasto en medicamentos de receta, pero no refleja de forma aislada el gasto en farmacia hospitalaria que se incluye, sin diferenciar, dentro del gasto en atención especializada (1). Sin embargo, el Grupo de Trabajo del Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad publicó en la web ministerial a finales de 2007 datos por Comunidades Autónomas (CC.AA.) de gasto en farmacia hospitalaria para el periodo 1999-2005 (2). A partir de estos datos, un estudio (3) comprobó que el crecimiento real (tras deflactar por el IPC del medicamento) acumulado del gasto por persona protegida en farmacia hospitalaria en ese periodo fue del 93,5 por ciento, el doble que el crecimiento real del gasto en medicamentos de receta durante el mismo periodo. Durante este periodo, la farmacia hospitalaria aumentó un 38 por ciento su participación en el gasto sanitario público (de un 4,3 por ciento en 1999 a un 6,2 por ciento en 2005), mientras que la atención especializada (excluida la farmacia hospitalaria), la Atención Primaria y el gasto en medicamentos de receta, reducían su participación en el mismo.

Un estudio (4) cifra en 3.636 millones de euros el gasto en farmacia hospitalaria en 2006, lo que significa el 7,4 por ciento del gasto sanitario público de ese año: ¡más de la mitad que lo que ese año se destinó a la Atención Primaria! Si el ritmo de crecimiento de la participación de la farmacia hospitalaria en el gasto sanitario público mantiene la tendencia de los últimos años, en el año 2008 podría superar el 8por ciento del gasto sanitario público.

Farmacia hospitalaria y resto de productos sanitarios: variabilidad en precios

La farmacia hospitalaria representó en 2006 el 43,4 por ciento del gasto en la compra de material sanitario y no sanitario que hicieron los hospitales públicos españoles (4). Y si escasa es la información relativa al gasto en farmacia hospitalaria en el Sistema Nacional de Salud (SNS), más precaria y escasa es la información disponible acerca del resto de los productos sanitarios: no hay estadísticas fiables de gasto, precios o financiación para el conjunto del sistema ni para la mayor parte de las CC.AA. (5). La variabilidad en los precios que los hospitales públicos españoles pagan por un mismo medicamento a los proveedores es, en algunos casos, muy alta.

Ya en 2003, el Tribunal de Cuentas llamó la atención sobre este aspecto en un informe referido a los ejercicios 1999 y 2000 en una muestra de hospitales públicos del SNS (6). El Tribunal concluyó, entre otras cosas, que los hospitales pagaron precios muy diferentes por los mismos medicamentos. En algunos casos hubo hospitales que pagaron un precio unitario que duplicaba o más el que pagaba otro hospital (o el mismo hospital en otro momento) por el mismo medicamento (misma marca y presentación). Estas diferencias de precios se produjeron de forma independiente del volumen de compra, de modo que hospitales con un volumen alto de compra “negociaron” peores precios unitarios que otros con un volumen de compra mucho menor. A pesar de este informe, las cosas siguen ocurriendo ahora como entonces pues, según el estudio referido (4), la variabilidad en los precios que se pagaron en 2006 por algunos medicamentos fue alta y llegó a 3 veces más en unos hospitales que en otros. Y como entonces, tampoco en 2006 existe relación entre el precio que se paga y el volumen de compra. Es decir, se desaprovecha no sólo la posición oligopsonista del SNS sino también la teórica ventaja de negociar precios más bajos a pagar ante compras de mayor volumen.

La descentralización del SNS español en 17 sistemas independientes reduce su poder oligopsonista y, en el fondo, se está perdiendo la ventaja negociadora que proporcionaría una centralización de compras de volumen considerable. Una centralización en la compra que ni tan siquiera se produce, salvo en Andalucía (5) y este año en Cataluña (7), en el ámbito de cada CC.AA. Y esto no ocurre sólo con la farmacia hospitalaria, también ocurre con otros productos sanitarios como por ejemplo grapadoras de piel (4), marcapasos e implantes ortoprotésicos (5), con diferencias de precio de hasta el doble. Todo ello, contrasta con los precios fijos de los medicamentos de receta para toda España.

Gasto en medicamentos de hospital y en medicamentos de receta, comportamiento diferente según renta de las regiones y envejecimiento

Sabemos que entre 1999 y 2005, y en relación con la renta per cápita y el envejecimiento poblacional (porcentaje de población con 65 o más años) de las CC.AA, el gasto en farmacia hospitalaria se comporta de forma contraria al gasto en medicamentos de receta (3). Se demuestra que las regiones más ricas gastan más por persona protegida en farmacia hospitalaria que las más pobres (r = 0,41). Al contrario ocurre con el gasto por persona en medicamentos de receta que es menor en las Comunidades con mayor renta per cápita (r = – 0,63) (3,8). La ausencia de correlación (r = 0,08) entre el gasto privado per cápita en medicamentos y la renta per cápita de las Comunidades descarta la hipótesis de un mayor gasto per cápita privado en medicamentos en las regiones más ricas como explicación de su menor gasto público per cápita en medicamentos de receta (8). Además, las CCAA más ricas destinan a farmacia hospitalaria una parte de su gasto sanitario público mayor que la que destinan las más pobres (r = 0,39), justo lo contrario que ocurre con el gasto en medicamentos de receta (r = – 0,63) (3,8). ¿Por qué este diferente comportamiento? Ante la variabilidad de los precios que se pagan por idénticos medicamentos en el ámbito hospitalario y el carácter fijo del precio del medicamento de receta, se podrían apuntar algunas hipótesis.

Es posible que las CC.AA más ricas disparen con pólvora del rey y no les importa pagar más por lo mismo. En caso contrario, si no pagan más que las demás por lo mismo sino igual, habrá que concluir que son más “intensivas” en la utilización de medicación hospitalaria. En cualquier caso, no parece que factores epidemiológicos (mayor morbilidad) pudieran explicar el mayor gasto en farmacia hospitalaria per cápita de las CC.AA más ricas (a priori, cabría esperar precisamente lo contrario), sobre todo cuando sabemos que son esas mismas regiones ricas las que menos gastan per cápita en medicamentos de receta (3,8). De hecho, no existe correlación (r = – 0,07) entre gasto per cápita en farmacia hospitalaria y envejecimiento poblacional entre CC.AA (3) mientras sí es mayor el gasto per cápita en medicamentos de receta en las regiones más envejecidas (r = 0,59) (3,8).

Reflexión final

Sabemos que, en términos cuantitativos, nuestro gasto total en medicamentos de receta, en relación con la Europa desarrollada, es adecuado a nuestro nivel de renta y envejecimiento (8, 9). De la misma manera, comparado con Europa, nuestro gasto público en medicamentos de receta es acorde con nuestro nivel de renta, envejecimiento, gasto sanitario público no farmacéutico y copago farmacéutico (8, 9). A pesar de ello y de todo lo referido, no se conoce ninguna crítica hacia el gasto en farmacia hospitalaria similar a la que se nos tiene acostumbrados en relación con el gasto en medicamentos de receta (tildado de despilfarro) (10,11).

¿Será que sólo se considera “despilfarro” el gasto en medicamentos cuando se origina en el centro de salud y no cuando se produce en el hospital? A la vista de lo expuesto y de las conclusiones del Tribunal de Cuentas (6), parece que queda mucho por hacer para mejorar la eficiencia en la gestión del gasto en medicamentos hospitalarios (procedimientos de adquisición y condiciones de compra). Así, la Agencia de Evaluación y Calidad del Ministerio de Administraciones Públicas, en una reciente evaluación (12), lamenta que el Plan Estratégico de Política Farmacéutica del Ministerio de Sanidad de 2004 se centre en el gasto farmacéutico generado a través de receta médica y haya obviado el gasto farmacéutico generado en los hospitales.

BIBLIOGRAFIA
1. Cuentas Satélite del Gasto Sanitario Público. Gasto Sanitario Territorializado por Comunidades Autónomas. Ministerio de Sanidad y Consumo. Disponible en: http://www.msc.es/estadEstudios/estadisticas/docs/GASTO_TERRITORIAL.xls#'contenido'!A1
2. Grupo de Trabajo Gasto Sanitario Público. 2007. Ministerio Sanidad y Consumo. Disponible en: http://www.msc.es/estadEstudios/estadisticas/sisInfSanSNS/finGastoSanit.htm
3. Simó J. Evolución del gasto en sanidad pública y sus sectores durante el periodo 1999-2005: comparación entre Comunidades Autónomas. Observatorio Sanitario en Atención Primaria. Plataforma 10 minutos. Disponible en : http://www.observatoriosanitario.org/Portals/0/Simo-GSP-Completo.pdf
4. Saniline: Estudio Saniline del gasto sanitario público, 2007. Disponible en: http://www.saludygestion.com/archives/Estudio%20Gasto%20Sanitario%20P%C3%BAblico,%20Saniline%20(marzo%202007).pdf
5. González B, Pinilla J. Regulación, competencia y precios en los mercados de productos sanitarios. Gac Sanit 2006; 20 Suppl 2: 3-13.
6. Tribunal de Cuentas. Informe nº 584, 2003. Informe de fiscalización sobre la contratación celebrada o en vigor en 1999 y 2000 de las adquisiciones de medicamentos y productos farmacéuticos en una muestra de hospitales de titularidad pública del Sistema Nacional de Salud. Disponible en: http://www.tcu.es/uploads/584%20Adquisición%20de%20medicamentos.pdf
7. El ICS centralizará la compra de farmacia hospitalaria. Diario Médico, 5 de diciembre de 2007. Disponible en: http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/gestion/es/desarrollo/1065076.html
8. Simó J, Gérvas J. Gasto farmacéutico en España y en Europa (1995-2002): el “despilfarro” español, un mito sin fundamento. Rev Adm Sanit 2007; 5: 1-15.
9. Simó J, Gérvas J. El “despilfarro” farmacéutico español: un mito sin fundamento. EL MÉDICO 2008; 1054: 12-19.
10. Pomés J. El despilfarro farmacéutico. EXPANSIÓN, 7 de junio de 2003, pág. 55.
11. Despilfarro farmacéutico [Editorial]. EL PAÍS, 27 de enero de 2003.
12. Evaluación 2007 del Programa Nacional de Reformas de España. 2. Incidencia de las medidas adoptadas para la racionalización del gasto farmacéutico. Noviembre de 2007. Agencia de Evaluación y Calidad. Ministerio de Administraciones Públicas. Disponible en: http://www.aeval.es/comun/pdf/evaluaciones/E02-2007.pdf

SUMARIO
Nuestro gasto público en medicamentos es adecuado a nuestro nivel de renta y envejecimiento, a pesar de ello no se conoce ninguna crítica al gasto en farmacia hospitalaria similar al de fármacos con receta


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