viernes, 27 de mayo de 2011

Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

La Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular impulsa diseñar un mapa de riesgo en los laboratorios clínicos para garantizar la seguridad del paciente

Redacción

De esta manera, además de la identificación inequívoca del paciente, se promueve revisar sus condiciones previas a la extracción, el nivel de información a la hora de indicar las pruebas, y el nivel de conocimiento del clínico sobre las pruebas informadas y su valor semiológico, aseguran desde la Sociedad



Madrid (27-5-11).- Los avances tecnológicos y el desarrollo en la instrumentación y nuevas técnicas hacen que sea necesario el entrenamiento, cada vez más exigente, de los profesionales de Laboratorio Clínico. Es en este escenario donde la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) considera necesario e importante garantizar una atención de mayor calidad para evitar cualquier efecto adverso asociado a la atención sanitaria.

La preocupación por reducir estos riesgos se traduce en la SEQC en la creación del Grupo de Trabajo sobre Seguridad del Paciente para, de esta manera, identificar y analizar escenarios de riesgo para los pacientes, emprender acciones de mejora para su reducción así como garantizar los mecanismos necesarios para avalar su seguridad. El Dr. Javier Mérida de La Torre, presidente del grupo de trabajo, manifiesta que “con la creación de este grupo estamos incorporando el conocimiento generado alrededor de esta preocupación en el resto de disciplinas médicas, entendiendo que nuestra especialidad no puede quedar al margen por su papel transversal en todo el proceso asistencial. El Laboratorio Clínico juega un papel muy importante en todo el proceso asistencial ya que permite tener una visión muy relevante sobre lo que rodea al paciente y sobre lo que puede afectarle en su proceso”.

El objetivo principal de los expertos implicados en este proyecto es diseñar, dinamizar y coordinar actividades para la promoción de la cultura de Seguridad del Paciente en los Laboratorios Clínicos y, así, dotar a los socios de las herramientas necesarias que les permitan elaborar el mapa de riesgo en sus laboratorios y eliminar fallos y problemas, conocidos o potenciales, en el diseño, procedimiento o en la operativa de un sistema antes que afecte al usuario. “Además, -añade el experto- facilitar la formación continuada y específica sobre seguridad del paciente, la elaboración de documentos de apoyo y el diseño, desarrollo y promoción de prácticas seguras en un entorno de colaboración multidisciplinar con otras Sociedades Científicas”.

“Uno de los aspectos más relevantes que hemos detectado es el conocimiento previo del profesional del Laboratorio respecto a la Seguridad del Paciente, por ello, nuestra primera labor se centra en fomentar este conocimiento mediante acciones formativas y la elaboración de documentos que faciliten al profesional la adopción de esta cultura a su rutina de trabajo. Trabajar en Seguridad del Paciente requiere de una metodología y conocimientos que hay que adquirir y practicar”, afirma el Dr. Mérida de La Torre.

En este sentido, la SEQC está llevando a cabo un curso básico sobre Seguridad del Paciente dentro de las IX Jornadas del Comité Científico que se están celebrando en Ibiza. En éstas, a su vez, se tratan temas de importante actualidad como la reproducción, las enfermedades degenerativas, los anticuerpos y el estudio de líquidos biológicos.

Aunque, tradicionalmente, el interés en el ámbito de la seguridad del paciente en el Laboratorio Clínico se ha centrado en la identificación inequívoca del paciente así como en evitar los errores que de ello se producen, el Dr. Mérida de La Torre indica que existen otros muchos aspectos de gran importancia: “Considero que lo principal es promover que todo Laboratorio Clínico diseñe su mapa de riesgo. No interesan las medidas reactivas sino las preventivas. Sólo desde un análisis de nuestros fallos potenciales, podremos adoptar las medidas necesarias para evitarlos o minimizarlos. De la cultura de la culpa a la cultura de la seguridad. Por tanto, hay que revisar las condiciones del paciente previo a la extracción, el nivel de información a la hora de indicar las pruebas, el nivel de conocimiento del clínico sobre las pruebas informadas y su valor semiológico, etc.”.

Desde su creación, el Grupo de Trabajo de Seguridad del Paciente de la SEQC ha trabajado en diferentes actividades. Entre ellas, la celebración de un Simposium con representantes del Ministerio de Sanidad, del Observatorio para la Seguridad del Paciente de la Junta de Andalucía y del Laboratorio Clínico para revisar la información disponible y actualizada sobre este tema.

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