lunes, 29 de mayo de 2017

El mundo es muy pequeño cuando se quiere ayudar al prójimo - DiarioMedico.com

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IV PREMIOS DE MEDICINA Y SOLIDARIDAD

El mundo es muy pequeño cuando se quiere ayudar al prójimo

DKV entrega en Zaragoza sus IV Premios de Medicina y Solidaridad a cuatro entidades que desarrollan en África sus proyectos altruistas.
Carmen Serrano. Zaragoza | dmredaccion@diariomedico.com   |  29/05/2017 00:00
 
 

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Concepción Ferrer Borja Arnáiz Carmen Hernández Javier Vega Sebastián Celaya David Calvo Montse Solsona osep Santacreu y Alex Muset
Concepción Ferrer, del Colegio de Médicos de Zaragoza; Borja Arnáiz, de Fundación Recover; Carmen Hernández, de Cirugía en Turkana; Javier Vega, presidente de DKV Seguros; Sebastián Celaya, consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón; David Calvo, de Serortram; Montse Solsona, de la Fundación Wassu; Josep Santacreu, consejero delegado DKV, y Alex Muset, de Serortram. (Xavi Buil)
  • Concepción Ferrer Borja Arnáiz Carmen Hernández Javier Vega Sebastián Celaya David Calvo Montse Solsona osep Santacreu y Alex Muset
  • Josep Santacreu
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Gracias fue la palabra más escuchada de la noche. Entre sonrisas y lágrimas de una emoción difícilmente contenida, los Premios DKV de Medicina y Solidaridad se entregaron el jueves en Zaragoza, en la Sala de la Corona del edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón; un entorno ideal para reconocer la majestuosa labor que realizan tantos y tantos profesionales de la salud que luchan, en gran parte con sus propios medios y con la magia de la cooperación, por hacer de este mundo un lugar más habitable.
David Calvo y Alex Muset, Adriana Kaplan y Montse Solsona, María Jesús de la Fuente, Borja Arnáiz y Carmen Hernández son los nombres que resonaron en las bóvedas del Pignatelli, los nombres de los ganadores de esta cuarta edición de los Premios DKV, los rostros de la solidaridad que luego posaban ante las cámaras. Serortram, Fundación Wassu, Fundación Recover y Cirugía en Turkana son los proyectos que ellos pusieron en marcha un día sin esperar premio alguno, sin esperar siquiera reconocimiento, sólo por ayudar al prójimo, por utilizar el conocimiento para aliviar su dolor.

Proyectos ganadores

Para ellos el mundo es pequeño, el que sufre siempre está a nuestro lado. Ellos lo ven. Casualmente, o no, todos los ganadores DKV de este año desarrollan en África sus proyectos solidarios. Carmen Hernández, de Cirugía en Turkana, dijo al recoger su premio que les importa "lo que le pasa al de al lado", a las personas más vulnerables del planeta, a las que habitan allí "donde no hay nada".
  • Cirugía en Turkana, Fundación Recover, Serortram y Fundación Wassu han sido las organizaciones premiadas por DKV
Es también una forma de devolver al continente africano el expolio histórico perpetrado allí por nuestro primer mundo, como sugirió en su intervención el anfitrión de la noche, el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya. Dijo que "la solidaridad está sosteniendo nuestro sistema de bienestar" y aludió a la "responsabilidad de todos los ciudadanos con la salud".
La responsabilidad social corporativa es otro concepto que flotó en el aire durante la gala de entrega de los premios. Integralia es, a este respecto, el buque insignia de DKV. Javier Vega, presidente de la aseguradora, confirmó a los presentes que la RSC "es rentable". Habló del parto natural de los Premios Medicina y Solidaridad, "tratándose de una compañía de seguros médicos", y expuso como objetivo: "Contar al mundo que hay mucha gente estupenda y que la colaboración es lo que realmente funciona".
A su vera, sobre el escenario, la cirujana Carmen Hernández indicó que, "cuando medicina y solidaridad se conjugan, se genera una bomba muy potente capaz de cambiar el mundo". Y lo proclama a los cuatro vientos, en colegios y universidades. "Tenemos una gente joven implicadísima en proyectos solidarios, maravillosa; sólo que hay que darles las herramientas". Una de ellas son los Premios DKV, nacidos "para reconocer a los mejores y servirles de altavoz", apuntó Josep Santacreu, consejero delegado de DKV.
"El Jurado lo pasa mal porque las candidaturas presentadas -200 este año- contribuyen todas ellas a mejorar el mundo", a que éste sea "más saludable", añadió Santacreu. Quizá la solidaridad sea la herramienta que ayude, incluso, a resolver graves problemas mundiales como el del terrorismo. Ahí quedó la idea.
Sara Escudero, monologuista y presentadora, guió la gala de los agradecimientos. Los primeros, los suyos ante tanto altruismo. Además de por su profesionalidad, jugaba con ventaja, porque conoce bien a la familia DKV tras haber grabado con ella los vídeos Irse de madre, que para suerte de todos pueden verse en Youtube.

Al Médico Solidario. Cirugía y atención solidaria de Madrid a Turkana

"Siempre piensas que la cooperación es unidireccional, pero al final el beneficiado eres tú", dice Carmen Hernández, cirujana de digestivo del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, y responsable de Cirugía en Turkana, el proyecto que ha ganado el Premio DKV al Médico Solidario. Una veintena de cirujanos, traumatólogos, ginecólogos, de maxilofacial y anestesistas se trasladan desde distintos hospitales de Madrid a Turkana una vez al año. Pasan allí, al norte de Kenia, diez días, atienden en consulta a unos seiscientos pacientes e intervienen a doscientos. "Enferman, sobre todo, por infecciones, por desnutrición y por consecuencias del parto", dice Hernández. Allí no hay UVI, ni sangre, ni antibióticos. Pero para la curiosidad de un médico "es maravilloso estar allí, porque está todo por hacer", confiesa. Cirugía en Turkana funciona con donaciones privadas.

A la Innovación Digital. Formación a sanitarios desde Fundación Recover

María Jesús de la Fuente, directora de la Fundación Recover, no pudo recoger el premio. En su lugar lo hizo Borja Arnaiz, compañero en el mismo proyecto solidario. Llaman en África ‘elefantes blancos' a los muchos centros médicos abandonados que tienen. Recover, cuenta Arnaiz, se dedica a devolver la vida a estos centros en la zona subsahariana y a hacerlos "autosostenibles". Lo logran con formación a médicos y personal sanitario local y "cobrando la asistencia sólo al que puede pagarla". El proyecto Recover Salud 2.0. hizo que DKV se fijara en ellos, por el avance asistencial que supone utilizar tecnologías de comunicación. Como si de una red social se tratara, médicos africanos y españoles intercambian pruebas como apoyo al diagnóstico. "Damos y recibimos; lo que vemos allí enriquece las investigaciones españolas de enfermedades tropicales".

A la Trayectoria. Wassu contra la ablación genital en Gambia

La antropóloga Adriana Kaplan creó Wassu en 1999 para luchar contra la ablación genital femenina. Empezó viajando a Gambia con médicos españoles que trabajaban con población migrante subsahariana para su sensibilización. Pronto estrechó lazos con sanitarios y líderes religiosos de la zona. "Con tan poco puedes hacer tanto..."; son palabras de Montse Solsona, patrona de Wassu, que recogió el Premio DKV porque Kaplan estaba en Gambia "con las manos en la masa". En 2016 se prohibió la ablación en Gambia, donde Wassu había celebrado un importante congreso con el apoyo de la UAB. Pese a todo, "sigue haciéndose". Las consecuencias de las heridas mal curadas son infecciones, hemorragias y problemas con las relaciones sexuales y el parto. "Pero con el rechazo tajante no se consigue nada -advierte Solsona-; hay que intervenir desde el respeto".

Al profesional DKV. Serortram cuida la parálisis braquial obstétrica en Angola

La cirugía de la parálisis braquial ostétrica (PBO) no podía hacerse en Luanda (Angola), como en tantos otros lugares del mundo; para empezar, porque no conocían la patología hasta que llegaron David Calvo y Alex Muset, de Serortram, quienes, después de trabajar sobre el terreno durante tres años, al fin pudieron operar a cuarenta niños angoleños. "Al principio es muy difícil que te acepten -dice Muset refiriéndose a la población local-; tienes que ganarte la confianza con constancia". Ahora tienen doscientos cincuenta niños en lista de espera en Luanda de los que quisieran operar a cien este año. Muset y Calvo cuentan con veinticinco años de experiencia en esta cirugía. En Angola y en otros países operan de forma altruista la patología obstétrica, cuya incidencia en el mundo es de "0,04 por cada mil niños vivos", precisa Calvo.

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