TRIBUNA
El sinsentido de la ACE de Urgencias
El autor denuncia que el Ministerio está trabajando en la creación del ACE de Urgencias, en contra de las recomendaciones europeas en materia formativa y al margen de los propios urgenciólogos.
Manuel Vázquez Lima, presidente de la Sociedad de Medicina de Urgencias en Galicia. | 28/11/2014 16:44
Muchos de mis colegas urgenciólogos (ésta es la denominación con la que nos identificamos) estamos nuevamente sorprendidos por lo que está aconteciendo con este vodevil llamado área de capacitación específica (ACE) de Urgencias y Emergencias, un invento de las directivas de las sociedades de Medicina de Familia e Interna, con el amparo de algunos directivos ministeriales, del presidente y la vicepresidenta del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, y que, además, tiene en el presidente de Facme a un defensor universal. Nos intentan vender lo invendible, pensando quizás que los servicios de Urgencias y Emergencias son los mismos de hace 50 años, y que la relación de servilismo sigue intacta. Se confunden: la ACE de Urgencias y Emergencias es un esperpento y un insulto a la inteligencia, porque el objetivo último es conservar las parcelas de poder de algunas comisiones nacionales en la distribución de las plazas MIR y garantizar el control de un suculento negocio posterior llamado ECOE.
El bien del paciente poco importa, la evidencia científica contrastada tampoco, y las recomendaciones europeas en materia de Urgencias y Emergencias ni se leen, aunque quizás sea bueno recordarlas: "La formación de especialistas médicos europeos en Medicina de Urgencias está sujeta a la directiva europea 2005/36/EC, con una duración mínima determinada de 5 años de formación, a tiempo completo y como especialidad médica primaria. Dentro de los 5 años de formación, un mínimo de 3 deben ser en un servicio hospitalario de Urgencias acreditado" (documento curricular sobre la especialidad de Urgencias aprobado por la sección de Medicina de Urgencias y Emergencias de la UEMS, que agrupa a las 52 especialidades reconocidas en Europa, entre ellas, precisamente, la de Urgencias).
Cuando el empecinamiento en la negación de la realidad llega a extremos que rozan la incompetencia es cuando se intenta suplantar la legitimidad de los que ejercen de especialistas en estos servicios. ¿Ese comité de la ACE, con la nula participación de la sociedad científica que aglutina a más de 5.000 urgenciólogos y en contra del 98 por ciento de los responsables de los servicios de Urgencias y Emergencias de España (sus firmas han sido remitidas por escrito al Ministerio), puede siquiera incluir las palabras "urgencias" o "emergencias" en su denominación? Sinceramente, lo dudamos.
El futuro inmediato
¿Y qué pasará en el futuro? Quizás dentro de 2 años este comité de la ACE (sin legitimidad alguna desde una perspectiva filosófica) nos envíe unas normas, que, por cierto, esperamos con los brazos abiertos. Y quizás dentro de otros 2 pierda la legitimidad jurídica, entre otras cosas, por no ajustarse a las recomendaciones europeas (veremos qué dicen los tribunales de los recursos presentados). Y entonces, ¿quién pagará el despilfarro económico, pero también formativo?
¿Y qué pasará en el futuro? Quizás dentro de 2 años este comité de la ACE (sin legitimidad alguna desde una perspectiva filosófica) nos envíe unas normas, que, por cierto, esperamos con los brazos abiertos. Y quizás dentro de otros 2 pierda la legitimidad jurídica, entre otras cosas, por no ajustarse a las recomendaciones europeas (veremos qué dicen los tribunales de los recursos presentados). Y entonces, ¿quién pagará el despilfarro económico, pero también formativo?
Por eso, Semes no se cansa de recordar día a día lo que ocurre en Europa y en todo el mundo desarrollado, donde la Medicina de Urgencias y Emergencias es una especialidad reconocida; no se cansa de decir que el camino actual es erróneo (en base a documentos contrastados de expertos, algunos del propio Ministerio), y no se cansa de invitar a perseguir la validez, la justicia y la eficacia (los 3 pilares en los que se sustenta la legitimidad), en la convicción de que "la verdad adelgaza, pero no quiebra".
Tal y como empezábamos, a nosotros, los actuales urgenciólogos, la farsa de este lobby nos preocupa. Pero no por un pensamiento egocéntrico, sino porque queremos la mejor atención posible en los servicios de Urgencias y Emergencias de dentro de 20 años, y la mejor formación para los futuros especialistas, por el bien de nuestros pacientes con patologías tiempo-dependientes. Y esta formación, hoy en día, ya está perfectamente definida y se llama especialidad primaria en Medicina de Urgencias y Emergencias.
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