"En Europa no existe equidad en los cuidados paliativos"

Rogelio Altisent pide a las autoridades sanitarias europeas que adopten medidas urgentes para corregir esta flagrante desigualdad.

Diego Carrasco. Madrid | 28/10/2017 10:00

Rogelio Altisent, de la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza. (DM)

Esta semana se ha celebrado en Estrasburgo el 20 aniversario del Convenio de Oviedo, que es la Carta Magna de los derechos de los ciudadanos en relación con la salud. Una norma que ha servido de inspiración y fundamento para las normativas de los países miembros de la Comunidad Europea en materia de derechos sanitarios.

Para conmemorar esta fecha, el representante español, que ha actuado como ponente, ha sido Rogelio Altisent, de la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza, quien ha impartido una conferencia sobre Equidad y medicina paliativa en Europa.

Altisent, tras un estudio meticuloso en este ámbito, ha llegado a la conclusión de que en "Europa no existe equidad en los cuidados paliativos". De ahí que haya propuesto al Consejo de Europa que haga un "llamamiento a los países miembros solicitando a las autoridades sanitarias un compromiso para adoptar medidas correctoras de las desigualdades asistenciales en esta materia". Está convencido de que "la equidad en la provisión de los cuidados paliativos a los ciudadanos es un campo prioritario dentro del ámbito de la biomedicina".

"Buscar la equidad en el ámbito de la biomedicina es prioritario por tres razones: por su magnitud, trascendencia y vulnerabilidad"

El artículo 3 del Convenio de Oviedo habla del acceso equitativo a la asistencia sanitaria. "Las partes, teniendo en cuenta las necesidades de salud y los recursos disponibles, tomarán las medidas apropiadas con miras a proporcionar, dentro de su jurisdicción, acceso equitativo a la atención de salud de la calidad adecuada".

El experto ha explicado que esta prioridad se fundamenta en tres razones: por su magnitud, por su trascendencia y por su vulnerabilidad. Respecto a la primera, ha subrayado que afecta a un significativo sector de la población. "Se calcula que el 75 por ciento de los pacientes (3 de cada 4) que fallecen necesitarán cuidados paliativos básicos y que de estos la mitad necesitarán medicina paliativa especializada". La segunda razón es la trascendencia que tiene el sufrimiento en el enfermo y en sus familias y cómo la medicina paliativa puede contribuir a paliarlo; y la tercera, la vulnerabilidad de la cuestión por la "gran capacidad de los sistemas sanitarios para lograr este objetivo con una organización inteligente y que no requiere de costes desproporcionados".

Desigualdades

Altisent ha ofrecido en este foro internacional una visión panorámica de las grandes desigualdades que existen entre los países europeos, a pesar de las notables mejoras que ha habido en los últimos años. El mapa que figura en la imagen inferior ofrece los datos del estudio del grupo de investigación Atlantes de la Universidad de Navarra en colaboración con la Sociedad Europea de Cuidados Paliativos. La primera conclusión es que Suecia, Islandia, Irlanda, Bélgica y Luxemburgo van en cabeza. Por tanto, se aprecian desigualdades entre los sistemas de salud en los países de Europa occidental, central y del este.

El médico y profesor de Bioética explicó que "estos indicadores de recursos se basan en la información proporcionada por cada país y se refieren solo a la asistencia paliativa especializada; es decir, la que según se estima es necesaria para al menos uno de cada cuatro pacientes que fallecen. No tenemos información sobre la asistencia paliativa básica que los europeos países ofrecen a sus pacientes terminales".

"Se deben adoptar medidas para que los futuros médicos y otros profesionales se formen desde la universidad en cuidados paliativos"

Optimismo

Por otro lado, el panorama que se presenta a medio plazo puede hacer que se visualice con cierto optimismo. "Prácticamente todos los países tienen alguna norma legal relacionada con la atención sanitaria al final de la vida. Una situación que ha facilitado una mejora sustancial en los últimos diez años", ha añadido.

Ahora bien, en su opinión, "las normas legales no son suficientes si no se acompañan de ética, de actitudes de compromiso por parte de los profesionales de la salud". Por este motivo, es fundamental promover una mejora de la enseñanza de la Bioética en las universidades. Esta ha sido otra de las peticiones que el representante español propuso en Estrasburgo al Consejo de Europa durante su intervención: "Que las autoridades educativas adopten medidas para que todos los futuros médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud adquieran formación básica en cuidados paliativos a lo largo de su formación universitaria".

Altisent ha tratado de arrojar un poco de luz a los desafíos éticos que Europa debe abordar a corto y medio plazo, en un tema tan sensible e importante como los cuidados paliativos.