CESM, entre la falta de acción única y el liderazgo continuista

Tomás Toranzo presidirá hasta 2020 el Comité Ejecutivo nacional de CESM al que varios dirigentes autonómicos piden una estrategia común para conseguir las mejoras laborales que reclaman todas las comunidades.

M. R. Lagoa/F. G./N. M. La Coruña/M adrid | dmredaccion@diariomedico.com | 30/05/2016 00:00

Tomás Toranzo (presidente, en el centro) liderará hasta 2020 una ejecutiva nacional continuista, que, en el resto de sus cargos electos, estará formada por Lorenzo Arracó, Francisco Miralles (tesorero y secretario general, que repiten en sus cargos) y dos caras nuevas: Ángel Tocino (vicepresidente) y Gabriel del Pozo (vicesecretario), en representación de Andalucía y Madrid, respectivamente, dos de las autonomías con más peso en la confederación. (Andrés Panaro)

El XII Congreso Confederal de CESM se cerró el pasado sábado en La Coruña con unaselecciones a la Ejecutiva nacional que confirmaron en sus cargos a dos de los miembros de la directiva saliente (Francisco Miralles, el secretario general, y Lorenzo Arracó, el tesorero) y designaron presidente a Tomás Toranzo, vicesecretario saliente. La palpable línea de continuidad en el liderazgo nacional del sindicato debería servir, según algunos de los representantes autonómicos de la confederación consultados por DM, para sentar las bases de una estrategia de acción nacional que dé una respuesta común a la principal demanda del sindicato para los próximos cuatro años, una demanda que Miralles resumió en Galicia como "la necesidad de recuperar todo lo pérdido". La Ejecutiva cifra en 8.000 millones el recorte del presupuesto sanitario desde 2010, "y más de la mitad de ese recorte ha sido en nóminas", aseguró.

"Seguimos siendo el sindicato con más peso entre los médicos en la mayoría del SNS y deberíamos aprovecharlo para demandar, como líneas prioritarias, la estabilización de las plantillas, la aplicación flexible de la jubilación, la homogeneización de la carrera y el establecimiento de un plan de pensiones especial para los médicos", afirma Miguel Lázaro, presidente de CESM en Baleares (Simebal).

En Madrid, el secretario general de Amyts, Julián Ezquerra, dice que "cada autonomía tiene sus peculiaridades, pero un problema general, que requiere una respuesta común, es la necesidad de consolidar el empleo. Pero hay más temas unívocos. Qué sentido tiene que haya diferencias autonómicas en la regulación del descanso posguardia o en el acceso a las jefaturas. Eso tiene que regularse a nivel nacional, y para ello sería clave lograr la modificación del Estatuto Marco".

Andrés Cánovas, secretario general de CESM-CV, cree que esa estrategia única debería haberse canalizado a través del Foro de la Profesión, "pero no ha hecho nada desde que se creó, y lo digo con pesar, porque se constituyó siendo yo presidente de CESM. Además, ahora ha quedado diluido en ese híbrido que es el Foro de las Profesiones Sanitarias". Según Cánovas, "al final, la estrategia se ciñe a lograr el mayor peso sindical posible en la mesas autonómicas, tanto en la sectorial como en la general, porque ahí es donde verdaderamente se deciden las cosas".

Mauro Rodríguez, secretario general de CESM-Castilla y León, apunta que otra de las dificultades es "la necesidad de renovación. Las ejecutivas autonómicas tienen un media de entre 55 y 60 años, y no es un problema de falta de afiliados jóvenes, porque se apuntan, pero no se implican en la labor sindical. Curiosamente, UGT, CCOO o Satse no parecen tener ese problema".

El secretario general del Simpa, Antonio Matador, corrobora que "en Asturias, la afiliación de jóvenes ha crecido mucho en los últimos años, sustituyendo al gran número de afiliados que esta autonomía ha jubilado anticipadamente", y el representante de Baleares sugiere que "acercarse a los alumnos de grado, como ya hacen otros sindicatos profesionales en Europa".