“Nos condenan a desaparecer o morir”
Los vecinos de este municipio de Guadalajara celebran que las urgencias nocturnas se mantengan abiertas
Pilar Morales afirma que lleva “sin atender su casa” desde el pasado lunes. Esta mujer de 54 años está concentrada desde entonces en las urgencias del centro sanitario de su localidad, Budia (Guadalajara, 250 habitantes). Junto a ella, hay otras 50 personas, la mayoría de ellas mujeres, que están reunidas en protesta por la decisión del Gobierno de María Dolores de Cospedal de cerrar 21 Puntos de Atención Continuada (PAC) de la región, entre los que se encuentra el de Budia. Aunque el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) ha avalado que permanezcan abiertas cautelarmente las urgencias nocturnas de Tembleque (Toledo), y de las localidades guadalajareñas de El Pobo de Dueñas y la propia Budia, tras admitir a trámite las denuncias presentadas por estas localidades, que la Junta recurrió.
La mayoría de las mujeres de Budia hacen guardia hasta que salen sus maridos del trabajo, por la tarde, y les acompañan. Mientras, soportan las heladas y el hambre, dicen. "En todo el día, he comido un café y unas magdalenas", cuenta Morales. Su vecina, Rosa Pastor, de 62, es la encargada de traer el café de casa y calentar los ánimos: “Nos condenan a desaparecer o morir”. Hoy han llegado un poco antes de lo habitual. “Nos enteramos de la sentencia y vinimos corriendo”, relata esta vecina, que asegura, además, que, al contrario de los otros días, la Guardia Civil no les ha dejado concentrarse dentro de su punto de atención continuada. “Si lo hacíamos, nos ponían una multa de 400 euros”.
Begoña Cuevas tiene 35 años y está embarazada de cinco meses. “¡Imagina si no me hace falta un centro sanitario aquí!”, dice. En el horizonte, además de su bebé, está una solución para estos pueblos. María Sol Cuevas recuerda cómo hace unos días su hija, de 19 años, se atragantó con una espina de pescado y acudió a urgencias: "Si no es por el centro, se ahoga".
Las carreteras que unen a estos pueblos son estrechas y sinuosas. La velocidad máxima permitida varía, pero, en cualquier caso, no excede de 80 kilómetros por hora. "Si vas con prisa y hace mal tiempo, despídete", sugiere Cuevas. Ninguna se fía. Aunque están, sin embargo, esperanzadas. Gracias a otra vecina, se han enterado de que el asunto está cautelarmente resuelto. “Y todo gracias al pueblo de Durón, que recurrió y le han dado la razón. Si es por nuestro alcalde...”, comentan en un corrillo varios vecinos.
El edil de esta localidad, Carlos María de Silva (PP), asegura, por su parte, que también piensa recurrir la decisión de la Junta, junto a otros Ayuntamientos. Las urgencias rurales de Budia acogen a los pacientes de otros 18 municipios de la región, como Durón, con numerosa población anciana. Así que si Budia se constipa, el resto se resfrían.
No obstante, Pilar Morales lo explica de una forma más sencilla: "Tenemos el mismo derecho a la Sanidad que otros porque pagamos los mismos impuestos. Y no hay más que hablar".
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