ENRIQUE VILLANUEVA, CATEDRÁTICO DE MEDICINA LEGAL
La medida crea "alarma social, no es preventiva y es indiscriminada"
Enrique Villanueva, catedrático de Medicina Legal, señala que el certificado "no descubrirá a los posibles pedófilos".
D. Carrasco. Madrid | diego.carrasco@diariomedico.com | 29/02/2016 00:00
El presidente de la Comisión Deontológica de la Organización Médica Colegial (OMC) y catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada, Enrique Villanueva, explica a título personal a DM que la medida legal de exigir a los profesionales sanitarios que tengan un contacto habitual con menores la certificación negativa del registro central de delincuentes sexuales "no es preventiva porque sólo descubrirá a los ya condenados y no destapará a los posibles pedófilos". Además, "es indiscriminada y crea alamar social".
En su opinión, los médicos hemos pasado de la "admiración a la sospecha" en un lapso de tiempo muy corto. Y es que las demandas y agresiones contra los facultativos han ido creciendo de modo exponencial, lo que supone un deterioro de la relación de confianza médico-paciente que siempre ha regido en el acto médico.
El presidente de la Comisión Deontológica de la OMC cree que pedir un certificado de antecedes de delitos sexuales a todo los profesionales que tienen trato con menores, será eficaz y necesario en determinadas circunstancias, pero no en las habituales del ejercicio de la Medicina por las formas en que se suelen llevar a cabo las consultas médicas.
En este sentido, defiende que lo que realmente sería eficaz es que los médicos pasasen las consultas ayudados y en presencia de un profesional sanitario, como siempre había ocurrido, y por supuesto de un familiar. Una medida que recoge el Código Deontológico en su artículo 9: "Médico y paciente tienen derecho a la presencia de un acompañante o colaborador cuando el carácter íntimo de la anamnesis o la exploración así lo requieran". Esta regla tiene una doble virtud, pues preserva al paciente y también al médico.
Clima de confianza
Villanueva insiste en la necesidad de volver a la senda de la confianza. Desde la Comisión Central de Deontología de la OMC "procuramos impregnar la medicina de valores éticos, que es la mejor medida para humanizarla y para ello es preciso despejar cualquier sombra de duda que pueda empañar nuestra probidad profesional". El experto en Medicina Legal deja claro que "no somos casta, ni mucho menos casta privilegiada, que pretenda buscar atajos para no cumplir la ley, pero la Medicina sí es una profesión que tiene unas peculiaridades entre la que se encuentra la necesidad absoluta de trabajar en una relación de mutua confianza y respeto. Y es deber de los poderes públicos propiciar ese clima".
Villanueva insiste en la necesidad de volver a la senda de la confianza. Desde la Comisión Central de Deontología de la OMC "procuramos impregnar la medicina de valores éticos, que es la mejor medida para humanizarla y para ello es preciso despejar cualquier sombra de duda que pueda empañar nuestra probidad profesional". El experto en Medicina Legal deja claro que "no somos casta, ni mucho menos casta privilegiada, que pretenda buscar atajos para no cumplir la ley, pero la Medicina sí es una profesión que tiene unas peculiaridades entre la que se encuentra la necesidad absoluta de trabajar en una relación de mutua confianza y respeto. Y es deber de los poderes públicos propiciar ese clima".
Desde la OMC, explica, vamos a estudiar cuáles serían esos puestos de trabajo de "especial riesgo" en los que se debería solicitar ese certificado. Ahora bien, como todas "las leyes hay que cumplirla e interpretarla y mi interpretación es que no se puede aplicar indiscriminadamente a todos los médicos que tengan por pacientes habituales a menores, porque la realidad de muchos siglos nos demuestra que el riesgo, que puede haber, es mínimo y no justifica una medida como esta", subraya.
Villanueva, que cuenta con una dilatada experiencia profesional de casi 40 años en Medicina Legal, afirma con rotundidad que "no hay una pericial más difícil que los abusos a menores por lo complicado que es alcanzar un juicio claro de lo que realmente ocurrió". Está convencido de que "los médicos prestarán la máxima colaboración para erradicar este delito repugnante que nadie debe dejar indiferente. Y desde luego a la OMC, no".
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