La transformación que arrastran la inteligencia artificial y la ingeniería humana
“El crecimiento exponencial de la información hace que surjan herramientas para afrontarlo”, asegura Julio Mayol en las Jornadas Nacionales de SEDISA
Una de las conferencias de las X Jornadas Nacionales de SEDISA se centró en la transformación humana que se derivará de los avances tecnológicos que ya han llegado y que están por llegar. En todos los sectores, incluido por supuesto el sanitario. El doctor Julio Mayol, que es director médico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y que tiene una más que destacada presencia en las redes sociales, sumergió a los asistentes en los mundos de la inteligencia artificial y la ingeniería humana, en los que ya se están dando interesantes e importantes avances que marcarán la transformación de la manera de pensar de las personas.
"Ustedes saben mucho más de gestión que yo, así que voy a hablarles de personas", empezó diciendo, para explicar a continuación el principio de la entropía, o el desorden inherente a un sistema, y la tendencia a poner orden en ese desorden creando distopías, que marcan la transformación de los seres humanos hacia el futuro como, por ejemplo, se ha hecho en películas como las series de Stark Trek o Star Wars.
En su introducción, explicó también que el ser humano se diferencia de otros animales en algo tan sencillo como la cooperación flexible a gran escala. Puso un ejemplo muy sencillo y elocuente: "Los monos, que colaboran entre ellos, no van a dar charlas sin embargo a otros monos desde Madrid a Gijón". Mayor repasó además cuál va a ser la transformación en la forma de pensar de las personas en vista de que el conocimiento crece de forma exponencial: "El crecimiento exponencial de la información hace que surjan herramientas para afrontarlo. Por un lado, las derivadas de la ingeniería convencional en forma de inteligencia artificial y, por otro, la ingeniería humana. Cómo vamos a reescribir la esencia de lo que somos", indicó, en referencia a la nanotecnología, la edición génica y la impresión 3D.
No pasó por alto tampoco que las redes sociales "que se consideran tan banales", en realidad lo son en el sentido de que permiten conocer las dinámicas de comportamiento y de las nuevas formas de pensar "de una manera extremadamente eficiente". Y ello, a su vez, permite "estudiar, investigar y diseñar estrategias para hacer toda esta comunicación mucho más efectiva", aseguró, poniendo como ejemplo un gráfico que mostraba todas las comunicaciones que se estaban generando en ese momento entre cirujanos de todo el mundo.
También puso ejemplos de los avances que ya son una realidad, desde los nuevos sensores para la aplicación del internet de las cosas hasta aplicaciones como la que su equipo desarrolló hace unos años que permite, aparte de saber quién teclea para prevenir hackeos, conocer una posible predisposición a alteraciones neurodegenerativas por la forma de teclear.
Puso más ejemplos: "Utilizar el Big Data en combinación con toda la fuente de conocimiento que se forma en las bases de datos públicas permite hacer esa medicina personalizada", dijo, mencionando el Watson Health o la herramienta desarrollada por Hikari "que va a a acelerar la capacidad que tienen los psiquiatras para tomar decisiones sobre sus pacientes".
De los robots quirúrgicos, con el Da Vinci como referente, aclaró que no son más que soportes de ayuda y mostró cómo actúan los androides del Boston Dynamics, que caminan por la nieve con facilidad cuando para los humanos no lo es. "Y aunque parezca una cosa menor, imaginen esto aplicado a sus almacenes, para trasladar cargas en los hospitales", matizó, mostrando también los pequeños robots diseñados para desplazarse por zonas de alto riesgo que, de manera inteligente, tienen capacidad para analizar el contexto y adaptarse.
En cuanto a la ingeniería humana, mencionó los nanorobots, la impresión de tejidos y órganos y la edición génica. "Ya no curamos enfermedades sino que pasaríamos a reescribir la esencia de lo que somos. Podemos manipular el futuro que nos espera y ahí está el reto para los sistemas sanitarios y para todas las sociedades, que es la despersonalización, pero no es debida a la tecnología, sino que el problema radica en cómo pensamos, qué pensamos y cómo actuamos", advirtió.
por IM Médico Publimas Digital s.l.
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