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1 de diciembre, Día Mundial del Sida
La concesión del Premio Nobel de Medicina ex aequo al biólogo francés Luc Montagner, descubridor del virus del sida, junto a su antigua colaboradora del Instituto Pasteur Fraçois Barré-Sinoussi por su lucha contra el VIH ha vuelto a poner en primera página informativa esta enfermedad. En vísperas de celebrarse, el 1 de diciembre, el Día Mundial del Sida, conviene recordar que el virus se ha cobrado 23 millones de vidas desde que se hizo público su aislamiento el 20 de mayo de 1983
Nekane Lauzirika
En los últimos seis años se han realizado mil nuevos diagnósticos de VIH, otros tantos de sífilis y otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). “Estamos asistiendo, como lo venimos advirtiendo desde hace varios años, a un importante repunte de estas infecciones”, reconoce el doctor Jorge del Romero del Centro Médico Sandoval, de la Comunidad de Madrid, el más antiguo del Estado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las ETS.
En el Sandoval, que tienen más de 80 años de experiencia en el tratamiento de estas enfermedades, tienen claro que el incremento de estas infecciones suele ser la antesala del aumento de los casos de sida. “Ese repunte de lo que llamamos las ETS “clásicas” se observa sobre todo en las grandes capitales, Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante. En consecuencia, hemos visto como se disparaba el número de infecciones de VIH en colectivos de homosexuales y también en bisexuales”.
Pero no ha ocurrido lo mismo en mujeres que ejercen la prostitución o en heterosexuales. “Ha sucedido en varones que tienen sexo con hombres. Como los expertos nos repiten una y otra vez, esto sucede, sin duda, porque se ha bajado la guardia”, añade el doctor Del Romero.
El repunte del VIH está frenado por la efectividad de los tratamientos, que están impidiendo que vaya en paralelo con el aumento de casos de sífilis y gonorrea; siempre y cuando se conozca la propia infección. “He ahí el problema; la clave está en que muchas personas portadoras del VIH no saben que están infectadas; alrededor del 25 por ciento no saben que son seropositivas. Son las que fundamentalmente están extendiendo la epidemia. Un objetivo fundamental en el que hemos de incidir durante los próximos años es en conseguir diagnosticar a este colectivo”, añade el especialista del Centro Sandoval, para quien es imprescindible conseguir que “esas personas se traten para que no enfermen y no transmitan el virus a otras personas”.
El virus del sida se ha cobrado 23 millones de vidas desde que se hizo público su aislamiento el 20 de mayo de 1983
En su opinión, las campañas preventivas que se están llevando a cabo entre distintos colectivos no están resultando tan eficaces como fuera de desear. “Existe una alta proporción de nuevos diagnósticos en hombres que mantienen sexo con otros hombres, así como un porcentaje muy destacado en inmigrantes con escaso acceso al sistema sanitario, que sin duda son los más vulnerables a las políticas que hemos diseñado, bien por su desubicación, por su tradición, por su cultura”. Por ello, y como señala, hay que dirigir las campañas a la población en general, pero, principalmente a los colectivos más vulnerables y hacia aquellos grupos específicos donde las infecciones están subiendo.
La experiencia de llevar trabajando más de 25 años a “pie de obra” con estos pacientes le lleva a no elevar sus esperanzas en torno a una vacuna preventiva. “En estas casi tres décadas de trabajo la esperanza de obtener la vacuna es lo último que se pierde. Pero igual decíamos hace 20 años. Así que, mientras la inmunoterapia no llega, hemos de trabajar por conseguir diagnosticar el mayor número de personas infectadas y ponerles un tratamiento para que no mueran ellos y no extiendan la enfermedad a su entorno. Esto es hablar de hoy mismo y no especular”, sentencia Del Romero.
No especula, pero al igual que otros especialistas, también está a la espera de la ansiada vacuna, “que todos los sabios en investigación dicen que aún está muy lejos. Lo que sí tenemos ahora son las herramientas para tratar de limitar la expansión de la epidemia de verdad no sólo en España sino en el mundo”. Primero incrementando los diagnósticos a las personas para después tratar a quienes lo precisen. En este sentido, los acuerdos de los grupos farmacéuticos con los Gobiernos resultan esenciales para que todos las personas que necesiten terapias sean diagnosticadas y tratadas, recalca.
En España existe una cobertura universal de la prevención y el tratamiento del sida
Por su parte, el doctor Bonaventura Clotet, del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Barcelona, también reconoce que hallar hoy una vacuna eficaz es harto complicado. Como afirma, “el virus muta, cambia a gran velocidad. La vacuna necesita que se genere una respuesta tumoral y celular en el sistema inmunitario para que sea efectiva. Aunque haya datos que apuntan a que únicamente con una respuesta celular ya se podría contener bastante bien la infección”. De momento, al igual que el doctor Jorge del Romero, este experto sabe que la vacuna es complicada de producir “por lo que nos tenemos que centrar en el tratamiento paliativo, que cada vez es más sencillo y, sobre todo, más eficaz”.
Menos tratamientos, más sida
La infección del virus del VIH va de la mano de la carencia de terapias. Jorge del Romero destaca la impresionante efectividad y potencia de los nuevos tratamientos contra el VIH. “Además de haber logrado reducir al máximo sus efectos secundarios, son terapias muy sencillas. Se ha pasado de todo un cóctel de pastillas a utilizar un solo comprimido al día”. Si estos tratamientos llegaran no sólo a Europa, sino a continentes donde está emergiendo la pandemia sería la primera actividad preventiva, independientemente de que se promueva el uso del preservativo. “Pero sin tratamiento la gente se muere, aunque use preservativo”, comenta.
Este especialista del Sandoval es contundente al señalar que las estrategias que se fijan exclusivamente en su uso para el sida no triunfan. “No hace falta más que ver un mapa del mundo para saber que es insuficiente. No se deben centrar las estrategias de modo exclusivo en el uso del preservativo”, insiste el doctor Del Romero, sino complementarlo con los nuevos tratamientos, porque “la transmisibilidad bajo el tratamiento antirretroviral es muchísima más baja. Se infectan menos, el riesgo es menor”.
En cuanto a las campañas preventivas considera que deben reforzar el mensaje. “Deben establecer la promoción del preservativo, atención a drogodependientes, tanto en drogas inyectadas como no. Y, principalmente, hay que volcarse en detectar a las personas que no saben que están infectadas para que se hagan las pruebas, sin olvidarse de facilitar las pruebas a quienes hayan tenido prácticas de riesgo”. Si se siguieran estas pautas a nivel global se controlaría mucho mejor la epidemia. “Sería más efectivo que lanzar campañas globales a la población en general sobre el uso del preservativo”, sentencia Del Romero.
No más del 20 ó 30 por ciento de quienes lo necesitan reciben tratamiento, según datos de los expertos
Aunque ha dejado de estar en primera línea informativa, el sida sigue siendo un problema de gran magnitud. “Por eso el reconocimiento a Luc Montagner es positivo; es recordar que la pandemia está ahí y que tiene que continuar el interés para potenciar los temas de prevención y la investigación para alcanzar su cura”.
Hay algunas cosas que ya se han solucionado de forma satisfactoria, como es el tratamiento de los síntomas de la enfermedad. “Son terapias sencillas, que funcionan muy bien. Esto ha hecho que se haya perdido la actualidad desde el punto de vista mediático, sobre todo en el mundo occidental. El otro gran aspecto del sida es la prevención, tanto asociada a los cambios de conductas como a una potencial vacuna, un tema aún sin resolver. Para evitar su expansión debiera mantenerse como un tema de actualidad social”, explica el doctor José María Gatell, del Clinic de Barcelona.
El gravísimo error de infectarse por “bajar la guardia”
Para Gatell la bajada de la guardia socio-sanitaria se ha debido en buena parte a que los tratamientos funcionan bien. “Puede ocurrir que alguien relaje las medidas profilácticas pensando que si se infecta ya le tratarán, porque ahora las terapias funcionan muy bien. Pero no podemos dejar de recalcar que infectarse es un gran error. Un error grave, porque aunque hay cosas que funcionan muy bien desde el punto de vista del tratamiento, éste resulta incómodo, porque es para toda la vida. Además pueden ser tóxicos y caros”, añade el experto del Clinic.
En opinión de José María Gatell, las estrategias terapéuticas contra el VIH en el mundo desarrollado se encaminan hacia fármacos más sencillos y más eficaces. “Es un objetivo ya logrado. Es cierto que algunas personas que empezaron los tratamientos hace años han desarrollado resistencias y seguimos teniendo problemas terapéuticos. Pero quienes han empezado los tratamientos recientemente tiene opciones muy sencillas, tolerables y eficaces. A pesar de todo, no erradican la infección y hay que hacerlos de por vida. Éste es un problema para resolver”.
Del mismo modo se expresa el doctor Clotet del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Barcelona a la hora de recordar que el sida “continúa siendo una enfermedad muy grave, porque uno se puede infectar con un virus resistente y tener una situación más complicada de lo que aparentemente puede aparecer”. Todo esto hace que se tenga un cierto respeto a la enfermedad. “Muchos han perdido ese respeto. También -continúa explicando- hay que recordar que en el mundo mal llamado desarrollado se sigue muriendo gente. Han aumentado las ETS y eso quiere decir que la gente no utiliza el preservativo. Hay que recordar que con una única relación sexual uno se puede infectar”.
Sobre la investigación de la vacuna preventiva, el doctor José María Gatell piensa que se han hecho grandes esfuerzos, pero, científicamente no siempre es fácil encontrar una vacuna contra un agente infeccioso. “Cuando me preguntan sobre esto siempre recuerdo que hay infecciones víricas frente a las que tenemos vacunas muy eficaces. Por el contrario, existen otras infecciones víricas frente a las cuales a pesar de que se han hecho muchos esfuerzos no se han hecho vacunas. El virus obedece a esta segunda categoría. En los últimos años se han hecho importantes esfuerzos por conseguirla, pero desde el punto de vista técnico es muy difícil de arreglar”.
El futuro de los antirretrovirales, que ya es el presente, tal y como indica Gatell, es tratar el VIH con una sola pastilla y con una tasa de respuesta que se acerca al cien por cien y durante muchos años. “Estamos en una situación muy buena, difícil de mejorar. El problema de los antirretrovirales es que no erradican la enfermedad, y en segundo lugar, son caros. Esto hace que en muchos países del mundo, en los que están en vías de desarrollo, sea difícil acceder a ellos por cuestiones de precio. No más allá del 20 ó 30 por ciento de los pacientes que los necesitan lo están recibiendo”.
En este sentido el especialista del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Barcelona añade que “además de ser más sencillos, los tratamientos debieran también ser más baratos. En nuestro hospital asciende a 14 millones de euros al año. Hoy por hoy las prestaciones de la Seguridad Social lo cubren para todas las personas con sida y gracias a ello pueden llegar a viejos. Pero el tratamiento es de por vida y si no se racionaliza el coste, difícilmente será sostenible”, razona Clotet.
Aunque siempre se puede mejorar, “pasar de una pastilla al día a una al mes” por ejemplo, lo único que quedaría por conseguir sería la vacuna. “En pastillas las mejoras son muy difíciles porque nos hallamos en una situación muy buena. Sin embargo, en cuanto la vacuna nos encontramos como hace diez años. A partir de ahora, hay que centrar los esfuerzos en este tema”, apostilla el responsable de infecciosa en el Clinic de Barcelona.
Gatell insiste en señalar que la estrategia farmacológica es suficiente. “En los países desarrollados mata menos, pero tiene una determinada tasa de mortalidad: concretamente el riesgo se acumula en personas que nunca se han hecho el test del sida. Ocurre que la primera vez que acuden al sistema sanitario vienen ya en fases avanzadas de la enfermedad y esto conlleva cierta mortalidad. En esto algo podemos mejorar. En los países desarrollados mueren por complicación cuando aparece la doble infección del virus del VIH y la hepatitis C. Mientras, en los países pobres nos encontramos con que las tasas de mortalidad son parecidas a las que teníamos aquí hace 15 años”.
Sobre el aumento de infecciones entre la población inmigrante que nos llega, el doctor José María Gatell es claro: “En España, una parte importante de los flujos migratorios proceden del Norte de África, donde la incidencia del VIH es muy baja. Otra parte del flujo es de América Latina y de la Europa del Este, donde la tasa sí es más alta y puede ser más problemática. Pero la mayoría de los inmigrantes se han infectado aquí. Son poblaciones vulnerables, con problemas de trabajo y otras carencias que les hace estar más desprotegidos. Pero, insisto, es más frecuente que se haya infectado aquí a que lo haya contraído fuera”.
También el doctor Gatell es de la opinión de que la vacuna preventiva eficaz llegará más tarde que pronto, “no antes de 10 años”, por lo que aboga por establecer una serie de medidas preventivas adicionales. “A pesar de todo, añade, tenemos que confiar en que vayamos a tener una vacuna de una manera rápida”. Al experto le gustaría tener la certeza de que la crisis económica mundial no haga resentir las partidas económicas para la investigación del sida. “Aunque se diga lo contrario, es muy probable que afecte a los fondos de cooperación internacional y a las ayudas de investigación para el sida. A pesar de que digan que no afectará a áreas sensibles, al final la restricción de presupuestaria afectará”.
En esta línea, Bonaventura Clotet añade que “obviamente, la emigración puede traer infecciones, pero se les tratará desde aquí. El problema está en los que se quedan en sus países, porque sólo tendrán acceso a los fármacos si bajan los precios. Además -reconoce este experto- veo negros augurios para la lucha mundial contra el sida. La recesión económica va a hacer más difícil que los tratamientos lleguen a los países pobres, más bien al contrario, facilitará la expansión de la epidemia en esas zonas. Además, si en el mejor de los casos se consigue la vacuna esto no será antes de 10 años, y la lucha contra el sida seguirá necesitando dinero, investigación… y puede ser que la vacuna se consiga más tarde y todo se complique aún más”, alerta este experto del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol.
Sida en España
De acuerdo con los datos recogidos en el Registro Nacional de Casos de Sida desde el inicio de la epidemia en España se han notificado un total de 75.733. A 31 de diciembre de 2007, que son las últimas estadísticas oficiales, los casos notificados en ese año supusieron un descenso del 78 por ciento respecto a los notificados en 1996. Así, se estima en 1.464 el total de nuevos casos diagnosticados en nuestro país en 2007, según datos oficiales. El Ministerio de Sanidad afirma que España continúa siendo uno de los países con mayor incidencia de sida en Europa occidental.
Hasta 1997, los casos de sida en personas con un país de origen distinto de España se mantuvieron en cifras bajas. A partir de esa fecha empezaron a aumentar como resultado de los patrones de inmigración. Aunque en 2007 esos casos representan un 19,3 por ciento de los diagnósticos, el número absoluto se mantiene estable en los últimos tres años.
De acuerdo con el estudio sobre morbimortalidad de pacientes con infección por el VIH ingresados en los hospitales de Sistema Nacional de Salud durante el periodo 1999-2005, disminuye la proporción de hospitalizaciones debidas al VIH/sida y aumenta la de otras patologías no relacionadas directamente con esta infección. Así, a lo largo del periodo estudiado, se observa una tendencia creciente en la proporción de ingresos de pacientes con infección por VIH para los diagnósticos de lipodistrofia, cardiopatía isquémica, enfermedades cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y hepatitis vírica. En 2005, por ejemplo, el 32 por ciento de los ingresos en este grupo de pacientes corresponde al diagnóstico de hepatitis C crónica.
En lo que respecta a la infección por VIH como diagnóstico principal del alta hospitalaria, la tasa cayó un 39 por ciento a lo largo del periodo y pasó de constituir el 55 del total de las altas en el año 1999 al 38,4 por ciento en 2005.
También descendió el porcentaje de ingresos por enfermedad definitoria de sida en el diagnóstico principal o secundario, que pasó del 36,8 por ciento en 1999 al 32,2 en 2005.
En nuestro país, la cobertura universal de la prevención y el tratamiento constituye un hecho desde comienzos de la epidemia, gracias a las características de nuestro sistema sanitario. Sin embargo, y según explicaba recientemente Bernat Soria, el Ministerio seguirá insistiendo en las estrategias de reducción de daños, de lucha contra el estigma y la discriminación, y del acceso a los servicios de las poblaciones más vulnerables. Así se recoge en el Plan Multisectorial 2008-2012, aprobado a final de 2007 de forma unánime por CCAA, profesionales y asociaciones y organizaciones no gubernamentales que trabajan en este ámbito. El Plan garantizará el impulso de la prevención, información, asistencia, tratamiento, integración e igualdad plena de derechos de las personas afectadas por el virus y el sida. En esta línea, el futuro Pacto por la Sanidad velará igualmente por las garantías de equidad, calidad, innovación, cohesión y sostenibilidad necesarias en políticas de actuación de VIH y sida.
El aumento de las inversiones, multiplicadas por 10 en menos de un decenio, no es suficiente para responder a los nuevos casos de infección por VIH. Así, el ministro señalaba en Nueva York, en el marco de la Reunión de Alto Nivel sobre VIH y Sida que se ha celebrado hace unos meses, que la prevención debe ser la base de la respuesta a la epidemia, ya que sin prevención no será sostenible la inversión. Y añadía que, para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, “es necesario fortalecer y financiar de forma previsible y eficiente sistemas de salud equitativos y de calidad, con suficientes recursos humanos y materiales, y provistos de sistemas de información y de gestión. Esto es imprescindible, junto con el incremento de los fondos y la reducción de los precios, para que las personas con VIH puedan acceder a los antirretrovirales que necesitan para seguir con vida, tratar la tuberculosis, conseguir el acceso universal a la prevención del VIH en los servicios de atención perinatal, y tratar las ITS y otros factores facilitadores de la transmisión”.
Soria recordaba que España ha realizado un esfuerzo notable en cooperación internacional en los últimos años para paliar la creciente diferencia entre las necesidades y los recursos disponibles. Así, en 2008, la Ayuda Oficial al Desarrollo por parte de nuestro país supera los 5.500 millones de euros, lo que representa el 0,5 por ciento de la Renta Nacional Bruta. Somos el país donante que más ha incrementado su ayuda y nos hemos situado en el puesto séptimo en términos absolutos, y en el noveno en proporción al PIB, comentaba el ministro.
El sida en el mundo
Onusida en su informe anual presentado como preludio de la Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada el pasado mes de agosto en México destacó que un total de 2,5 millones de personas se habían infectado este año con el virus del sida (VIH), por lo que para finales del año habrá 33 millones de personas portadoras de la enfermedad. Onusida alerta de que este año habrá más de dos millones de muertos por el VIH. Una noticia nada alentadora, aunque son un 16 por ciento más bajas si se comparan con las de finales del 2006.
El África Subsahariana es la región más afectada, con 22 millones de personas con sida. El país con el mayor índice de contagio en América Latina es Brasil, con cerca de 730 mil personas infectadas. Cada año, 30 mil personas contraen el VIH en el país. El informe constata que el número de personas con el VIH está aumentando lentamente, en razón de las terapias que prolongan la vida de los portadores, sin embargo, la infección está lejos de ser eliminada.
El Plan Multisectorial 2008-2012 garantiza en España el impulso de la prevención, información, asistencia, tratamiento, integración e igualdad plena de derechos de las personas afectadas por el VIH
Desde 2001 a 2007, el número de nuevos casos pasó de 3 millones a 2,7. Las tasas de nuevas infecciones por el virus VIH están aumentando en otros países del mundo, como en China, Kenia, Rusia y Vietnam. Cerca de dos millones de personas murieron de Sida el año pasado, de las cuales la mayoría era adulta. La ONU estima que 7.400 personas son infectadas diariamente por el Sida en el mundo, el 45 por ciento tiene entre 15 y 24 años.
Más de 10.000 millones de dólares financiaron programas sobre el Sida en 2007. La ONU estima que el acceso universal a los tratamientos y a la prevención costaría más de 42.000 millones de euros. Según el informe, la coyuntura actual es una óptima oportunidad para valorizar la respuesta al VIH y comprender lo que se debe hacer para asegurar que los países prosigan el camino en dirección de la concretización de los compromisos firmados en relación con el VIH. En el 63 por ciento de los países, todavía hay leyes, normativas o políticas que obstaculizan la realización de servicios eficaces de prevención, tratamiento, atención y apoyo a las personas con VIH.
En seis años, el número de personas que recibe medicamentos antirretrovirales en los países de baja y mediana renta se multiplicó por diez, llegando a casi tres millones de personas a fines del 2007. El informe señala algunas estrategias que deben seguir los países en el intento de ampliar el tratamiento y la prevención de la enfermedad. Entre ellas se encuentran: el planeamiento a futuro, con evaluación que vaya más allá de ciclos trienales y quinquenales; inversiones en una respuesta eficaz al VIH con atención particular en la contención de epidemias nacionales; capacitación de personas que viven con infectados.
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viernes, 28 de noviembre de 2008
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