Expertos alertan de que el 90% de los pacientes con depresión se pierde en los circuitos de los especialistas

San Sebastían (30/05/2014) - Nerea Garay

• "Con la llegada de los antidepresivos duales, la respuesta terapéutica está en un 80% y la remisión en un 50%, cifras a mejorar", reconoce Salvador Ros Montalbán, del Hospital del Mar de Barcelona

• Los tratamientos no han mejorado el riesgo de suicidios ni las campañas de prevención de los suicidios en los países tampoco, lamentan los especialistas

• El 80% de los pacientes con trastornos depresivos elige un servicio privado como complemento a la Sanidad pública, "que le produce una cierta insatisfacción"

Sólo el 10 por ciento de los pacientes con enfermedades depresivas es visto por los especialistas; el 90 por ciento se pierde en los circuitos de los especialistas o simplemente están en su casa y "nunca va al psiquiatra", ha asegurado a EL MÉDICO INTERACTIVO el doctor Salvador Ros Montalbán, psiquiatra del Hospital del Mar de Barcelona.

Este experto ha sido uno de los participantes en el VI Congreso Nacional de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), celebrado en San Sebastián bajo el lema "Hacia la excelencia en el ejercicio libre de la Psiquiatría".

El encuentro que aglutinó a especialistas en estas enfermedades de todo el país tuvo como objetivo contribuir a una visión holística e integradora de la especialidad, "y facilitar la adquisición de herramientas útiles en nuestra práctica asistencial cotidiana", tal y como aseguró la presidenta del Comité organizador, la doctora Blanca Morera.

Los especialistas alertaron también de la demora a la hora de atender a estos pacientes. "Desde que se inician en el cuadro depresivo hasta que les ve el psiquiatra suele pasar como mínimo un año. Esto evidentemente empeora el pronóstico de cualquier patología mental", explicó Ros Montalbán.

Este experto catalán se refirió también a que el 50 por ciento de las patologías psiquiátricasas están enmascaradas en otras dolencias como, por ejemplo, las del aparato digestivo o las funcionales como pueden ser el síndrome fibromiálgico o de intestino irritable o la enfermedad de la boca ardiente. "Los pacientes son vistos por los especialistas en los hospitales que les hacen mil exploraciones sin encontrarles nada; al final les recetan algo y vuelven. Muchos de estos pacientes son sospechosos de sufrir algún trastorno psiquiátrico. Las especialidades que son el reservorio auténtico de las patologías depresivas que posteriormente vamos a ver o no vamos a ver nunca.", añade el experto catalán, al tiempo que insiste en señalar que "muchos depresivos se están perdiendo en lo etéreo de la Medicina y no acaban de ir al psiquiatra", remachó.

Dificultades del diagnóstico

A juicio de Ros Montalbán, el deterioro de la calidad de vida de estos pacientes es superior al de los que padecen asma, la diabetes, una artrosis. "Se dice que cuando la depresión acompaña a la enfermedad médica es más grave que las dos o tres patologías asociadas. Éste es un dato que dificulta el diagnóstico, lo enmascara".

El tema no es baladí. En 2003 la prevalencia de las patologías depresivas se encontraba en el cuarto lugar. Sin embargo, para el año 2030 se calcula que se situarán en el primer lugar en los países desarrollados y en los no desarrollados en el segundo. "Estamos ante un problema de futuro muy significativo", remarca Ros Montalbán.

Además, tal y como explican los expertos, el coste de la depresión viene marcado no solo por los gastos médicos directos, sino también por el bajo rendimiento laboral, las bajas laborales y la mortalidad por suicidio "o la complicación de las enfermedades médicas que estamos atendiendo".

El coste total en España estaría alrededor de 5.000 millones de euros aproximadamente y en EE.UU. rondaría los 83.000 millones de dólares, de los cuales un 62 por ciento serían costes laborales y el resto estarían repartidos entre los costes médicos y los costes por mortalidad.

Mejorar la respuesta a los tratamientos

En cuanto a los tratamientos, los expertos reconocen que disponen de fármacos buenos. "En las últimas décadas, gracias al avance farmacológico, hemos mejorado el pronóstico de la depresión, pero la respuesta terapéutica ha estado por debajo del 70 por ciento y la remisión inferior al 30 por ciento. Son cifrasalgo decepcionantes para los que llevamos muchos años trabajando en en este área médica, porque teníamos otra previsión. También es cierto -continúa explicando- que con llegada de los antidepresivos duales las estas cifras han mejorado algo y en estos momentos nos hemos instalado en un 80 por ciento de respuesta terapéutica y en un 50 por ciento de remisión. De todas formas, no hemos conseguido resolver el problema de la depresión".

Los especialistas se refirieron también al riesgo de recaídas y recurrencias en pacientes con depresión. "Los antidepresivos no han mejorado el riesgo de suicidios, ni las campañas de prevención de los Estados, tampoco. Es decir, éste es un problema que está ahí y va en aumento y habrá que darle otra consideración", añadieron. "Además, no se puede olvidar que estos pacientes tienen un elevado índice de incumplimiento de los tratamientos; siguen las pautas médicas mucho menos que otros enfermos crónicos".

En cuanto a la asistencia de las patologías depresivas, en el evento científico celebrado en San Sebastián, los especialistas reconocieron que la inmensa mayoría se están viendo en las consultas privadas, en la psiquiatría con ejercicio libre. "Se dice que el sistema público sanitario está en quiebra y que nos corresponde a nosotros intentar apuntalar este sistema que se está cayendo. Se comenta que, en el futuro, la red pública atenderá los cuadros graves y crónicos: el trastorno mental severo y las patologías crónicas. Y que los siquiatras con ejercicio privado, que tenemos tiempo, nos vamos a encargar de las dolencias afectivas y otras de la vida cotidiana. Probablemente las patologías afectivas las vamos a afrontar nosotros. Así que tendremos que ir considerando este aspecto", explicó Ros Montalbán.

Profesionales públicos cansados

¿Por qué razón el sistema público está en quiebra?, se preguntó el experto catalán. "Porque hay un incremento de la demanda de salud; hay un aumento de los costes porque los Estados están francamente en quiebra, porque la calidad de los sistemas son irregulares entre las distintas áreas y servicios. Porque los profesionales en la red pública están agotados, están cansados, tienen incentivos desaliñados, y esto genera una mala relación en general. Y luego porque las tecnologías médicas se están haciendo especialmente gravosas", remarcó.

El 80 por ciento de los pacientes con trastornos depresivos elige un servicio privado como complemento de la sanidad pública, porque le produce una cierta insatisfacción, según aclararon los expertos. "En la red privada buscan accesibilidad al sistema las 24 horas, mejora la confidencialidad, la protección de datos; un trato personalizado. El médico sabe cómo se llama y no es un número como ocurre en la Sanidad pública", remachó Ros Montalbán.