Es el momento de trasladar la información molecular a la práctica diaria
El Congreso Nacional de Urología aborda, entre otros aspectos, temas como la linfadenectomía retroperitoneal para cáncer testicular, el presente y futuro del tratamiento del cáncer de próstata hormonosensible o la situación de las guías europeas de urología.
El 83 Congreso Nacional de Urología, que se está del 13 al 16 de junio en Gijón, está revisando el conocimiento y las novedades presentes en la urología a nivel mundial, con conferencias en el plenario de unos 15 minutos. Alejandro Rodríguez, jefe del Servicio de Urología y director de cirugía robótica y mínimamente invasiva del Samaritan Medical Center en Watertown (Nueva York), ofreció una este jueves sobre Linfadenectomía Retroperitoneal para Cáncer Testicular: Abierta, Laparoscópica, Robótica. Explicó que en EE UU, en 2018, se diagnosticaron 9.310 nuevos casos de cáncer testicular. ¿Qué tenemos en la actualidad? Respondió que la linfadenectomía retroperitoneal es el estándar para el manejo quirúrgico. Sobre "los principios que debemos saber" de la linfadenectomía retroperitoneal post quimioterapia; expresó que se debe considerar referir al paciente a un centro de alto-volumen, que una resección completa es un factor pronóstico independiente para buenos resultados clínicos, que los márgenes quirúrgicos no deben de comprometerse en el afán de preservar eyaculación y que procedimientos adicionales y resección de estructuras adyacentes pueden ser requeridas.
La linfadenectomía retroperitoneal para Estadío Clínico I No Seminoma es la opción más comúnmente utilizada en EE UU para pacientes en estadío I, que seleccionan una terapia adyuvante. En Europa, un manejo basado en riesgo ha sido propuesto por las guías. De acuerdo con Rodríguez, el punto de inserción de la vena gonadal derecha en la vena cava puede ser de utilidad para localizar la vena lumbar superior y el segundo par de arterias lumbares. El origen de la arteria mesentérica inferior puede ser un punto de reparo para localizar el tronco lumbar común y el tercer par de arterias lumbares. Aseveró que no todos los jóvenes quieren quimioterapia y que, si hay métodos menos invasivos, optarán por ellos. Una de las ventajas que citó del robot es que los clips son articulables y que "es muy cómodo operar sentado en una consola y con una imagen 3D". Se siguen haciendo cirugías abiertas cuando se abarca todo el abdomen. Concluyó que, si los principios oncológicos establecidos por la cirugía abierta son repetados, la linfadenectomía retroperitoneal laparoscópica o robótica puede ser realizada de una forma segura y con un control oncológico similar. Destacó que la cirugía laparoscópica o robótica "le brinda al paciente menor morbilidad".
J. Moreno.
En la mesa redonda sobre Presente y futuro del tratamiento del cáncer de próstata hormonosensible, J. Moreno evidenció que el cáncer de próstata metastásico hormono-naive es menos frecuente pero más agresivo. El tratamiento recomendado es deprivación androgénica más Docetaxel o deprivación androgénica más Abiraterona más prednisona. Los pacientes que más se benefician son los que presentan alta carga/alto riesgo. Por su parte, A. Plata afirmó que el cáncer de próstata es una enfermedad heterogénea. La heterogeneidad intratumoral es dinámica. "El modelo de progresión tumoral no es lineal, sino como el de un árbol que se va adaptando al cambio. Es el momento de cambiar de estrategia de la mano de la biología molecular y de la medicina de precisión", subrayó. El objetivo que marcó es el de intentar identificar biomarcadores predictores de respuesta. "Es un desafío identificar qué pacientes van a responder al tratamiento y cuáles no", mencionó. A su parecer, "es el momento de aceptar el desafío y de trasladar la información molecular a la práctica diaria". Hay experiencia en otras enfermedades de combinar tratamientos, por lo que "el futuro va a ser la combinación de tratamientos, aunque actualmente no haya evidencia". El salto cualitativo lo darán las terapias dirigidas. Su mensaje final fue que la decisión de los urólogos impactará en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes: "Hay que monitorizar a los pacientes. El futuro es la combinación. La biología molecular nos va a aportar claridad para saber cuál es el fármaco que mejor tolerará el paciente con la mínima toxicidad".
Otra de las mesas redondas abordó la Situación Guías Europeas Urología y el Proyecto Relaciones Institucionales AEU-EAU. Mª. J. Ribal declaró que las guías son un producto estrella para la asociación europea. "No sólo se utilizan en Europa. Las guías es mucha gente trabajando. Las guías europeas son líderes porque son multidisciplinares, porque urólogos jóvenes son entrenados en metodología y porque participan muchos países, dando una visión global", defendió. Además, están recomendadas por un buen número de sociedades científicas y se basan en revisiones sistemáticas. Determinó que "las guías son mucho más que el libro que vemos cuando lo recogemos en la europea", puesto que "hay mucho trabajo detrás". Sostuvo que "no hay que operar próstatas, hay que operar pacientes". O sea, "hay que proponer a cada paciente lo que pensamos que mejor le puede ir".
FOTO PRINCIPAL: Alejandro Rodríguez.
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