martes, 10 de julio de 2018

La educación médica necesita un cambio de modelo para avanzar

La educación médica necesita un cambio de modelo para avanzar

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La educación médica necesita un cambio de modelo para avanzar

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De ello se ha hablado durante el XII Encuentro de Educación Médica organizado por la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial de la Universidad Complutense de Madrid.
"En materia de educación médica se está avanzando de forma lenta: existen pequeños grupos de innovación en un grueso tradicional. Esto se debe a que muchas innovaciones no se incorporan a los modelos educativos por las dificultades que encuentra el profesional de la enseñanza para acceder a los avances o llevarlos a la práctica", así lo ha asegurado el doctor José Antonio Sacristándirector de la Fundación Lilly, en el trascurso del XII Encuentro de Educación Médica organizado por la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial de la Universidad Complutense de Madrid.
Bajo el título "Vanguardia en Educación Médica: ¿por dónde avanzar?", en esta reunión, en la que ha colaborado la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM), expertos y profesionales de la docencia han analizado algunas estrategias, instrumentos o modelos de vanguardia e innovación docente que permitirían mejorar la enseñanza de la Medicina. Y es que, como el doctor Sacristán indica, "la formación de los profesionales sanitarios es clave porque supone una mejora potencial para el sistema nacional de salud".
Los límites actuales de la educación médica
El director de la CátedraJesús Millán Núñez-Cortésjefe del Servicio de Medicina Interna, jefe de Estudios y presidente de la Comisión de Docencia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ha insistido en que "la formación en Educación Médica es insuficiente entre los profesionales de la docencia, consecuencia en gran parte de estructuras y planes de estudio en los que no ha penetrado la innovación educativa y la cultura de orientar la formación del futuro médico hacia sus necesidades profesionales y el desempeño futuro".
Por su parte, Milagros García Barberoprofesora titular de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández de Alicante y presidenta de la SEDEM, ha advertido que "en muchos casos, los docentes no sienten la necesidad de innovar en educación. Aunque no sea cierto, durante siglos se ha considerado que un buen clínico es un buen docente. Y eso se sigue manteniendo". En este sentido, ha explicado que la rigidez del sistema educativo puede dificultar la introducción de innovaciones en la educación médica y el desistimiento por parte de los docentes.
Esta situación, según la doctora García Barbero, se ve agravada por las limitaciones de acceso a la información: "Muy pocas revistas especializadas muestran cómo enseñar y qué innovaciones docentes han surgido y son aplicables a esa especialidad. Además, en su mayoría los clínicos no acceden a revistas tan especializadas como las de Educación Médica o Medical Teacher".
Por un cambio integral en la docencia de la medicina
Para poder avanzar en la innovación de la Educación Médica es necesario buscar un nuevo modelo educativo con novedosos apoyos pedagógicos. En este sentido, Jesús Millán Núñez-Cortés, ha señalado que "es preciso disponer en los centros de áreas específicas dedicadas a la educación médica, que presten apoyo al proceso docente, dinamicen proyectos de mejora de la calidad, ofrezcan materiales e instrumentos de ayuda al profesorado o enriquezcan la carrera académica de los docentes". A su parecer, sería necesario incorporar a los planes de estudio programas y estrategias orientadas a la resolución de problemas, a la adquisición de competencias transversales y al desarrollo de tareas clínicas.
Para Salvador Espinosa Ramírezinstructor de simulación clínica del Programa ECRM de la SEMES y responsable del Centro de Simulación Clínica Avanzada de la Universidad Francisco de Vitoria, las principales acciones para mejorar la enseñanza de la medicina son: la elaboración de programas para la seguridad y los derechos de los pacientes, la tutorización de los estudiantes en prácticas, los cambios en el modelo asistencial sanitario, la estandarización de la enseñanza, la adquisición de habilidades clínica y razonamiento crítico, la utilización del error como medio de aprendizaje y la incorporación de nuevos temas en los planes de estudio.
"No hay que inventar la rueda", ha afirmado la doctora García Barbero. "Existen numerosas estrategias que se pueden aplicar: seminarios, grupos de discusión, de diálogo, trabajos en equipo, etc.". La presidenta de la SEDEM, además, ha destacado que es necesario cambiar el modelo tradicional de profesor-informador: "Para la mayoría de las innovaciones en educación los profesores deberán pasar a un modelo de tutor, en el que su función sea la de dirigir, orientar, aconsejar… y no la de dar clases magistrales. Se trata de un cambio en el paradigma educativo: hay que pasar de enseñar a aprender".
Las unidades de simulación en la docencia médica
Algunas de las novedades tratadas en este encuentro han sido la integración en los planes de estudio de competencias transversales, algunas de ellas también conocidas como competencias huérfanas; la incorporación de la enseñanza por tareas clínicas o actividades profesionales confiables al alumno, que permite el entrenamiento en la práctica clínica para el futuro desempeño profesional; o el empleo de tecnologías avanzadas en la educación médica, frecuentemente poco aplicadas o con un uso ineficiente.
En este último punto, Salvador Espinosa Ramírez, experto en simulación clínica, ha hablado del uso de la simulación en los proyectos educativos de ciencias de la salud. Para este profesional, "constituye un método de enseñanza y aprendizaje efectivo para lograr en los estudiantes el desarrollo de un conjunto de competencias necesarias que posibiliten alcanzar los objetivos del perfil del futuro profesional".
Una de las principales ventajas de esta metodología, en su opinión, es que ofrece al estudiante realizar una práctica análoga a la que desarrollará en la realidad. "En el centro de simulación, el estudiante de medicina es el responsable del paciente", ha explicado el doctor Espinosa. Además, se pueden trabajar elementos técnicos como la integración de los datos de la entrevista clínica y la exploración física para un adecuado razonamiento clínico, pero también permite ver todas las habilidades no técnicas, como el trabajo en equipo, la comunicación y el liderazgo. Por ello, "la simulación sirve como herramienta evaluadora de las competencias adquiridas (saber, saber hacer, saber estar, poder hacer y querer hacer), pudiendo medir el rendimiento del alumno", ha concluido.
FOTO PRINCIPAL. De izda. a dcha.: José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly; Carlos Andradas, rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM); Nabil Daoud, presidente de la Fundación Lilly; y Javier Arias, decano de la Facultad de Medicina de la UCM.
por  Publimas Digital s.l.

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