domingo, 2 de febrero de 2020

El retorno en I+D del sector farmacéutico cierra 2019 con su peor registro en diez años

El retorno en I+D del sector farmacéutico cierra 2019 con su peor registro en diez años



El retorno en I+D del sector farmacéutico cierra 2019 con su peor registro en diez años

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29-01-2020
Los altos costes en el proceso de I+D y la reducción de ingresos por nueva molécula son los principales motivos por los cuales el retorno sobre la inversión en el sector farmacéutico ha sufrido una leve caída del 0,1% en 2019 respecto a 2018 y se sitúa en el registro más bajo de los últimos diez años (1,8%), acumulando un descenso del 8,3% desde 2010.
 
 
La tendencia negativa a nivel mundial sigue siendo protagonista en el retorno de la I+D en el sector farmacéutico. El 2019 se ha cerrado con una rentabilidad de la inversión del 1,8%, el registro histórico más bajo de la última década, tal y como lo indica el estudio "Ten years on. Measuring the return from pharmaceutical innovation 2019", realizado por Deloitte.
Este informe, que evalúa anualmente desde hace diez años la evolución del pipeline de productos en sus últimas fases de I+D de un grupo de 12 compañías farmacéuticas líderes de todo el mundo, revela que el retorno de la inversión ha caído un 0,1% respecto al 2018.Por otro lado, en cuanto al descenso acumulado, el porcentaje es del 8,3% desde 2010, cuando el sector reflejaba una rentabilidad en I+D del 10,1% tras la realización del primer estudio.
Jorge Bagán, socio responsable de la Industria de Life Science and Healthcare de Deloitte en España, asegura que "la reducción de ingresos por nueva molécula –menos de la mitad en 2019 respecto a las cifras de 2010– y el fuerte incremento de costes en el proceso de I+D son los principales motivos de esta evolución negativa del retorno de la inversión a lo largo de estos últimos diez años".
En este sentido, el documento señala que las ventas por activo se han reducido a más de la mitad a lo largo de la última década, pasando de los 816 millones de dólares en 2010, a los 376 millones en 2019. De hecho, la cifra de este último año cae por primera vez en estos diez años por debajo de la barrera de los 400 millones de dólares.
Asimismo, el coste medio de desarrollar y comercializar un nuevo medicamento ha aumentado cerca de un 70% desde 2010, alcanzando los 1.981 millones de dólares. Este dato representa un encarecimiento de 800 millones de dólares por fármaco desde el lanzamiento del primer estudio, cuando era de 1.188 millones de dólares.
Replanteamiento y transformación de los modelos tradicionales de I+D
La evolución de los resultados de esta serie de estudios elaborados por Deloitte reflejan que el sector reclama en la actualidad un replanteamiento y la transformación de los modelos tradicionales de I+D para mantenerse como uno de los motores principales de los sistemas de salud. Para ello, se señala la innovación como la palanca de cambio clave para revertir esta tendencia.
El aumento de la productividad en I+D, el ajuste de costes de producción y comercialización de medicamentos, la extensión de los requisitos de los órganos regulatorios y los exigentes obstáculos de reembolso son algunos de los principales retos que impulsan este proceso de transformación. Por ello, es vital que las farmacéuticas aprovechen las oportunidades que ofrecen la transformación digital y las nuevas tecnologías para adaptarse a las demandas del futuro de la salud.
En este sentido, Jorge Bagán destaca que "existen diferentes vías de innovación para transformar los modelos de I+D en este sector, como la apuesta por una mayor especialización terapéutica, la colaboración entre compañías a través de fusiones y adquisiciones de start-ups o nuevos agentes, la implementación y uso de nuevas tecnologías que permitan acelerar y mejorar la eficacia de la actividad y los resultados, así como la disrupción en el diseño de los modelos operativos y de talento".
Del mismo modo, añade que "este proceso de transformación y adaptación será fundamental para seguir asegurando la mejora y la eficacia de nuestro sistema sanitario, así como para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de uno de los sectores que lidera la inversión en I+D tanto en España, como a nivel global".
Bagán recuerda, por otro lado, que "el entorno de presión presupuestaria en los sistemas públicos de salud y la complejidad creciente en el desarrollo de nuevos fármacos con resultados diferenciales son factores que complican –y complicarán– más si cabe la recuperación a futuro de la innovación".

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