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Entrevista con Carmen Moya
JANO.es
16 Diciembre 2010

Directora de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud

“El uso de las TIC puede cambiar el reparto de responsabilidades en la sanidad y descentralizar muchas más decisiones en los profesionales y en los ciudadanos”

— Háblenos del proyecto Sanidad en Línea ¿Cuáles son sus objetivos?

Los objetivos prioritarios de Sanidad en Línea son disponer de un sistema fiable de identificación de los usuarios basado en la tarjeta sanitaria, la informatización de los registros clínicos de cada paciente —historia clínica digital— y hacer efectiva la prestación farmacéutica a través de medios electrónicos. Estos objetivos, si solamente se alcanzaran dentro de cada comunidad autónoma, no darían respuesta a las necesidades de información sobre la salud de los ciudadanos cuando se desplazan de una comunidad autónoma a otra y necesitan recibir asistencia o prestación farmacéutica. En un sistema sanitario distribuido autonómicamente como es el español, en el que 4,5 millones de personas reciben cada año atención médica en una comunidad autónoma distinta de la suya, es necesario que los beneficios que la tecnología proporciona respecto a la información clínica se extiendan a escala nacional. Ése es, precisamente, el objetivo general del proyecto Sanidad en Línea.

— Una de las controversias acerca de la implantación de las TIC ha derivado de la preocupación por el tema de la protección de datos. ¿Cómo se ha resuelto?

En el Ministerio de Sanidad somos absolutamente cuidadosos con este tema. De hecho, el proyecto ha sido redactado en el marco de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), contando con la opinión de todas las partes implicadas, ciudadanía incluida. Se basa en accesos a la información clínica a través de certificados electrónicos, siempre dejando rastro de quién accede y teniendo el ciudadano derecho a saber quién lo ha hecho. Por otra parte, en el nodo central y red sanitaria de comunicaciones que el Ministerio ha puesto al servicio del SNS, se ha implantado un sistema de gestión de seguridad de la Información que ha recibido la certificación ISO 27.001 por parte de AENOR, lo cual exige un nivel tan alto de seguridad que pocas instituciones la poseen.

— ¿Considera que las TIC ayudan a la sostenibilidad del sistema sanitario?

A priori sí. Fíjese que los ciudadanos, cuando se desplacen de una comunidad a otra, podrán ser atendidos por los profesionales médicos o de enfermería disponiendo de los datos más importantes de su historia clínica. Disminuirá la repetición de pruebas diagnósticas y procedimientos, al estar disponibles los resultados de los ya realizados. Se ahorrará tiempo y molestias a los pacientes. Aumentará la seguridad porque se evitarán errores debidos a la toma de decisiones con información incompleta o difícilmente inteligible. Y se ayudará al uso racional de los medicamentos mediante la centralización de la responsabilidad del tratamiento en los médicos responsables habituales del paciente.

— ¿El hecho de que la sanidad sea competencia de cada comunidad autónoma ha supuesto un obstáculo para el desarrollo de estas iniciativas?

Trabajar coordinadamente, cuando son muchos los agentes implicados, siempre tiene dificultades, pero creo que en este caso todas la comunidades autónomas conceden una gran importancia a poder compartir información clínica, a normalizar los datos, a facilitar a los profesionales su trabajo y, sobre todo, a seguir protegiendo a sus ciudadanos cuando estos salen del ámbito de la comunidad autónoma y necesitan atención sanitaria. Ello hace más fácil el proyecto, si bien los ritmos de desarrollo no son iguales en todas las comunidades.

— ¿Cuáles cree que son los retos futuros en el ámbito de las TIC en sanidad?

Las TIC condicionan el futuro en todos los ámbitos y el principal reto es que den respuesta a las necesidades de ciudadanos, profesionales y gestores, sin crearles servidumbres innecesarias ni imponer modelos de trabajo que no respondan a sus necesidades reales. Usando las TIC puede cambiarse el reparto de responsabilidades en la sanidad y descentralizar muchas más decisiones en los profesionales y en los ciudadanos, decisiones que necesitan de una información que antes sólo estaba disponible en puntos concretos del sistema y que ahora está accesible. El reto real es para las propias organizaciones, y consiste en saber cómo aprovechar las facilidades de las TIC para mejorar coherentemente su funcionamiento y rendimiento.
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