miércoles, 4 de mayo de 2011

Acciones de consenso contra la desnutrición hospitalaria - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
UN DOCUMENTO PAUTA LA ATENCIÓN Y DICTA LOS MODELOS DE CRIBADO
Acciones de consenso contra la desnutrición hospitalaria
Mejorar la calidad asistencial sanitaria ha sido un objetivo de las autoridades y de los colectivos implicados desde hace años. Ahora, un documento define nuevas bases para luchar contra la desnutrición hospitalaria, un lastre que afecta todavía a muchos pacientes.


Beatriz Roselló - Miércoles, 4 de Mayo de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


La desnutrición hospitalaria afecta a 30 millones de personas en Europa y genera un coste de 170.000 millones de euros al año. En España las cifras se traducen en que el 23 por ciento de los pacientes ingresados en un hospital se encuentran en riesgo de sufrirla y la prevalencia se estima entre un 30 y un 50 por ciento, elevándose a lo largo de la estancia hospitalaria. Estos datos, que ponen de relieve la necesidad de atajar el problema, han supuesto el inicio de distintas acciones por parte de los colectivos implicados, y el documento Consenso multidisciplinar sobre el abordaje de la desnutrición hospitalaria en España es una de ellas. "Presentarlo significa un hito", afirmó Juan Antonio López Blanco, subdirector general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, en el acto celebrado en la sede ministerial.

El objetivo del documento es la mejora de la calidad asistencial de los pacientes, la reducción de los costes sanitarios y que vivan mejor y más tiempo

El documento ahonda en los parámetros de valoración del estado nutricional de los pacientes, así como en los métodos de cribado que deben utilizarse, en función de las características del paciente, del tipo de ingreso y de las posibilidades del centro. Julia Álvarez, coordinadora del Comité Científico Educacional de la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (Senpe), cree que el objetivo del informe es, en último término, "que los pacientes mejoren su calidad asistencial, que nos cuesten menos, pero, sobre todo, que vivan mejor y más tiempo".

Según destacó Abelardo García de Lorenzo, presidente de Senpe, uno de los factores que influyen en el riesgo de desnutrición es la edad del individuo: "Antes de los 70 años se da menos porcentaje de desnutrición, pero a partir de esa edad la cifra se dispara, llegando casi al 40 por ciento".

Como no podía ser de otra manera, la desnutrición acarrea otros problemas: "La mortalidad a 30 días se correlaciona con la ingesta, especialmente en pacientes que no comen, aunque lo tengan permitido, tanto en Europa como en España".

El cribado se implementa cuando el paciente llega a la consulta, a su entrada en el centro geriátrico, o entre las 24 y las 48 horas de su ingreso

Los métodos de cribado


La mejora de la situación de los pacientes implica utilizar los parámetros más indicados en la valoración de su estado nutricional, así como acertar en la elección del método de cribado. Álvarez recordó que la Sociedad Europea para la Nutrición Clínica y el Metabolismo (Espen, en sus siglas en inglés) recomendaba en sus guías del año 2002 aplicar el Malnutrition Universal Screening Tool (Must) en adultos de Atención Primaria, el Mini Nutritional Assessment (MNA) en centros geriátricos y el Nutrition Risk Screening (NRS) en centros hospitalarios. No obstante, en el documento los autores no han querido establecer este último como la única elección de los hospitales, puesto que, según entiende Miguel León, secretario general de Espen, cada centro hospitalario debe poder seleccionar el método de cribado más idóneo, en función de su capacidad: "Cada sociedad analiza la realidad asistencial de sus hospitales y opta por la herramienta de cribado mejor para ella". Aunque, según Álvarez, lo más habitual es el uso del NSR. Y si esta elección es importante, la correcta puesta en marcha del cribado también es fundamental. Lo más recomendable es implantarlo cuando el paciente llega a la consulta, si existen criterios de sospecha clínica o en el momento de entrada al centro geriátrico, durante las primeras 24 ó 48 horas del ingreso. Por último, Álvarez incidió en que todos los procedimientos deberán ser difundidos y los resultados obtenidos reevaluados en el tiempo.

Un método de cribado, un protocolo

Cuando el cribado es negativo o si se prevé la posibilidad de que aparezca la desnutrición más adelante, es necesario repetirlo seis meses después. Si el resultado es positivo debe realizarse la valoración nutricional del paciente, atendiendo a sus requerimientos alimenticios en función de su situación clínica y de la patología de base que padezca.

"Un buen cribado no sólo obtiene un diagnóstico, sino que conecta acciones para implementar medidas que mejoren el problema o se dirijan hacia ello", dijo Álvarez. Así, ante ingestas insuficientes, los profesionales deberían valorar las causas y registrarlas, individualizando los menús o enriqueciéndolos, adecuando la presentación al gusto del paciente si fuera necesario. Además, los profesionales han de elegir el acceso digestivo más adecuado, teniendo en cuenta factores como la patología y la condición clínica. En el caso de que la administración enteral esté contraindicada o no cubra las necesidades del paciente, se deberá considerar la posibilidad de que la administración sea parenteral. Todas estas decisiones han de atender a los requerimientos del paciente y ser consensuadas con él.

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