martes, 3 de mayo de 2011

El Hospital: Disposición de residuos líquidos infecciosos, entre la eficiencia y el costo-beneficio

Infectología
Disposición de residuos líquidos infecciosos, entre la eficiencia y el costo-beneficio
Programas de reducción de desechos médicos regulados
Condensado por Liliana Támara, MD, Abril 2011




Los desechos infecciosos representan el 15% de los residuos producidos en las instituciones de salud de Latinoamérica. En las salas de cirugía se producen del 20 al 30% de los desechos hospitalarios y en ellas se genera hasta el 42% de los ingresos de los hospitales. De la adecuada recolección, transporte, almacenamiento y disposición final de los desechos depende la seguridad del personal y la reducción en los costos de funcionamiento.

Una evaluación, llevada a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 22 países en desarrollo, puso de manifiesto que la proporción de establecimientos de salud pública que no utilizan métodos adecuados de evacuación de los desechos varía entre el 18 y el 64% [3].

Teniendo en cuenta su potencialidad infecciosa, los desechos líquidos provenientes de las salas de cirugía pueden ser infecciosos si entran en contacto con sangre líquida o semilíquida, semen, secreciones vaginales, líquidos cefalorraquídeo, sinovial, pleural, peritoneal o amniótico, saliva, secreciones purulentas y placentas, entre otros [4]. Los demás, si no contienen concentraciones de fármacos o sustancias radioactivas, pueden manejarse como líquidos no peligrosos, y verterse a los sistemas de alcantarillado comunitarios.



El manejo de los residuos líquidos infecciosos incluye tener equipos eficientes para limpiar derramamientos, recoger los líquidos, desecharlos y limpiar los recipientes [5]. Su adecuada recolección en las salas evita resbalones y caídas del personal asistencial y de limpieza. Este primer paso se puede asegurar mediante el uso de tapetes que absorben los líquidos derramados, la aspiración, succión y recolección en contenedores [6], o la absorción mediante solidificantes. En la actualidad existen combinaciones de estos dos últimos, que permiten que escenarios con alta producción de líquidos, los cuales han entrado en contacto con sangre u otros líquidos corporales, permanezcan secos y sean seguros para el personal de salud [7]. En cualquier caso, el personal de limpieza deberá seguir siempre todas las recomendaciones de bioprotección.

En general, los contenedores deben ser elaborados con materiales que eviten filtraciones, de color rojo, marcados como material peligroso, con el símbolo correspondiente de riesgo biológico y con una etiqueta de residuo biológico líquido, y se deben cerrar herméticamente. Si se reutilizan, deben ser descontaminados de una manera periódica y apropiada [8].

Los métodos para desechar los líquidos infecciosos en salas de cirugía varían, de acuerdo con los volúmenes contaminados con materiales sanguíneos y otros líquidos corporales. Entre ellos se encuentran:

- La desinfección química y el vertimiento a sistemas de alcantarillado (glutaraldehído activado con sales de estaño a un pH alcalino, o hipoclorito de sodio). Este método exige el uso de contenedores para el proceso de desinfección, y bioprotección del personal de salud. El hipoclorito tiene bajo costo (un centavo de dólar por litro). Cuando se usa glutaraldehído se deben tomar precauciones, dada su toxicidad, y si se dispone de una planta de tratamiento con microorganismos no se puede utilizar a altas concentraciones, porque puede eliminar las bacterias del sistema.
- La desinfección térmica por sistemas de autoclave a vapor y la disposición de los residuos resultantes como desechos no peligrosos al sistema general. Este método exige una alta inversión inicial y el uso de contenedores, además de la bioprotección del personal de salud en el primer punto del proceso; facilita el manejo de los residuos en el sitio, y tiene bajos costos a largo plazo; permite la reducción del volumen de residuos hasta del 80%, y con él no existe emisión de productos tóxicos. Es ideal cuando hay desastres en los que se recortan los mecanismos de transporte [9].
- La solidificación, incineración y enterramiento ofrece alta seguridad para el personal de salud y de limpieza, y la comunidad. Implica una alta inversión inicial de la planta de incineración o costos permanentes si se contrata con terceros; los productos solidificadores que se emplean tienen alto costo (US$ 1,2 por litro); hay emisión de dioxanos a la atmósfera si la incineración no se hace a altísimas temperaturas, y se debe hacer tratamiento de aguas residuales, previa evacuación a los sistemas de alcantarillado [10].
- Con las plantas de tratamiento, a través de sistemas de desagüe se eliminan inmediatamente los desechos líquidos de las salas de cirugía, pero requieren una alta inversión inicial, costos de mantenimiento y seguimiento técnico.

La solución universal para el tratamiento de los desechos no se ha inventado; por lo tanto, la decisión final debe hacerse basada en las mejores alternativas disponibles, dependiendo de las condiciones locales, más que de una política global. Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos [11]:

.La cantidad de residuos producidos.
.La disponibilidad de sitios apropiados para el tratamiento y disposición.
.La existencia de un transporte adecuado.
.La disponibilidad de recursos humanos, financieros y materiales.
.Las regulaciones ambientales (Convención de Basilea, 1989; Convención de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes, 2001).
.Las condiciones de pluviosidad y los niveles de aguas subterráneas.


Entre los pasos para implementar un plan de reducción de desechos médicos regulados y conseguir una reducción significativa de los costos de su procesamiento, minimizando el riesgo de transmisión de enfermedades, están [12]:

- Entender las definiciones de residuos médicos regulados y determinar los procedimientos que se están realizando en la institución.
- Definir el problema y desarrollar un análisis de costo-beneficio, basado en la cantidad real de residuos generados.
- Crear un equipo para desarrollar las metas y el plan de acción.
- Planear la separación de residuos.
- Ubicar los contenedores e identificarlos.
- Fijar políticas y planes de educación para los trabajadores.
- Manejar adecuadamente los elementos cortopunzantes.
- Identificar los problemas que se presentan durante la implementación, y generar un plan de resolución.
- Establecer el manejo de residuos y su transporte.
- Registrar el progreso, reportar los éxitos y estimular a los empleados.

De la adecuada recolección, transporte, almacenamiento y disposición final de los desechos depende la seguridad del personal que labora en las instituciones de salud, de los pacientes y de la comunidad en general, frente a infecciones graves.

Referencias
1. Prüss A., Giroult E. y Rushbrook P., editores. OMS. Manejo seguro de residuos de establecimientos de salud. 1999. Disponible en: www.who.int/water_sanitation_health/medicalwaste/wastemanag/es/index.html.
2. Practice Greenhealth. Greening the Operating Room (OR) Initiative. Project Overview. 2010. Disponible en: www.practicegreenhealth.org/page_attachments/0000/0614/GOR_Project_Overview_Final.pdf.
3. OMS. Gestión sin riesgo de los desechos generados por la atención de salud. Documento de política general. Agosto 2004. Disponible en: www.who.int/entity/water_sanitation_health/medicalwaste/en/hcwmpolicys.pdf.
4. United States Department of Labor. Ocupational Safety and Health Administration. Occupational Safety and Health Standards. Standards – 29 CFR. 1910.1030. Bloodborne Pathogens. Disponible en: www.osha.gov/pls/oshaweb/owadisp.show_document?p_table=standards&p_id=10051.
5. Donley KM. Liquid Waste Technology Fluid. Hospitals Have Many Disposal Options. Infection Control Today. 2001. Disponible en: www.infectioncontroltoday.com/articles/2001/10/liquid-waste-technology-fluid.aspx.
6. Dunn JL. Safe and Cost-effective Disposal of Infectious Fluid Waste. Healthcare Purchasing News. Disponible en: http://findarticles.com/p/articles/mi_m0BPC/is_10_29/ai_n15685956/.
7. Arthro Plastics Orthopaedic Specialty Equipment. AquaVac 100. 2010. Disponible en: www.arthroplastics.com/aquavac100.html.
8. Cantrell S. Managing Fluid Waste Takes Solid Know-how. Healthcare Purchasing News. 2007. Disponible en: http://findarticles.com/p/articles/mi_m0BPC/is_9_31/ai_n27369668/.
9. Containment, Handling and Disposal of Fluid Medical Waste. Infection Control Today, 2009. Disponible en web: www.infectioncontroltoday.com/articles/2009/02/containment-handling-and-disposal-of-fluid-medica.aspx.
10. Esaki RK., Macario A. Wastage of Supplies and Drugs in the Operating Room. Medscape Anesthesiology. Disponible en: /www.medscape.com/viewarticle/710513.
11. WHO. Overview of Health Care Waste Management Technologies. Last updated 2006. Disponible en: http://www.healthcarewaste.org/en/610_tech_overview.html.
12. Hospitals for a Healthy Environment (H2E). Regulated Medical Waste Reduction. 10 Steps to Implementing a Regulated Medical Waste Reduction Plan. 2010. Disponible en:
www.h2e-online.org/docs/h2e10steprmw20103.pdf.

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