El 3,5 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha experimentado alguna vez ‘drogas emergentes’
Madrid (2/12/2011) - Redacción
• La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas presenta el informe de la Comisión Clínica sobre 'Drogas emergentes'
• Nuria Espí alerta sobre el elevado riesgo de las 'drogas emergentes', dado que se desconoce su composición final y los efectos que producen
El 3,5 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha probado alguna vez en su vida una o más sustancias psicoactivas, de las que se incluyeron en el módulo de 'drogas emergentes' al realizar la Encuesta Escolar sobre Drogas 2010. Las setas mágicas, la ketamina y el 'Spice' son las sustancias más consumidas entre este grupo de población. Para los expertos, se trata de un consumo esporádico y experimental en nuestro país; pese a ello, advierten de la capacidad de estas sustancias para provocar adicciones.
Así lo ha asegurado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Nuria Espí, durante la presentación en rueda de prensa del informe sobre 'Drogas emergentes', elaborado por la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Espí ha alertado del "elevado riesgo de estas sustancias, dado que la mayor parte de las veces los posibles consumidores desconocen su composición exacta y sus efectos".
Nuria Espí ha estado acompañada por dos miembros de la Comisión Clínica, encargada de la elaboración de este informe: Manuel Sanchís, especialista en Medicina Interna y vocal asesor de la delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y Magí Farré, catedrático de Farmacología Clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona.
El informe hace un repaso a la definición y clasificación de este tipo de drogas, formas de presentación y de consumo más habituales y detalla el sistema de alerta temprana en Europa, que puede activarse desde cualquier país. Este sistema supone un aviso inmediato a las autoridades nacionales de cada uno de los países de la UE sobre la aparición de una nueva droga o de una nueva forma de consumo y sus efectos sobre la salud. El texto se completa con sendos capítulos sobre los aspectos sociales y legales de estas drogas y las posibilidades de tratamiento que existen.
Dificultad conceptual
Los expertos señalan la dificultad de definir el concepto de drogas emergentes, en el que incluyen un grupo amplio, cambiante y muy diverso de sustancias naturales, sintéticas o semisintéticas, conocidas o desconocidas, utilizadas con distintos fines, que han aparecido o reaparecido en el mercado como alternativa o complemento a las drogas tradicionalmente consumidas, cuyos efectos imitan o superponen. Muchas de ellas no están sometidas a restricciones legales en los ámbitos nacionales e internacionales.
Entre las drogas 'emergentes' que se citan en el informe, se encuentran las siguientes. Anfetaminas, piperazinas, pirrolidifenonas, ketamina, 'Spice drugs' y GHB/GBL. El texto ambién dedica un capítulo a las sustancias de abuso de origen vegetal, como la ayahuasca, el iboga, la savia, los hongos alucinógenos, el peyote, el khat, el betel, el kawa kawa, ololiuqui y las plantas solanáceas.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga, las anfetaminas constituyen la segunda droga de mayor consumo en el mundo, detrás del cannabis. En Europa, la prevalencia de consumo de anfetaminas en el último año, entre las personas de 15 a 64 años, oscila entre el 0 y el 1,7 por ciento de la población, según los países.
El tipo de droga consumida difiere de unos países a otros. En la Europa del Norte y del Centro, las anfetaminas y sus derivados son las sustancias de mayor prevalencia, frente a lo que se registra en los países del sur y del oeste de Europa, donde predomina la cocaína.
Prevalencias de consumo
En el caso de las anfetaminas, en España en 2009 el 0,6 por ciento de la población general, de entre 15 y 64 años, las había probado alguna vez en el último año, y el 0,3 por ciento lo había hecho en el último mes previo a la encuesta. La evolución del consumo se muestra estable, aunque desde 2005 se aprecia una tendencia al descenso. Entre los estudiantes de 14 a 18 años, en 2010 el 1,6 por ciento las había consumido en el último año y el 0.9 por ciento lo había hecho en el último mes.
La prevalencia de consumo en el último año y en el último mes del éxtasis en nuestro país también se mantiene estable entre la población de 15 a 64 años, con un 0,8 por ciento y un 0,4 por ciento respectivamente. Entre los estudiantes de 14 a 18 años en 2010, el 1,7 por ciento lo ha probado en el último año y el uno por cien en el último mes. En la última década, el consumo de éxtasis entre los menores se ha reducido en más de un 50 por ciento y por fortuna sólo se consume esporádicamente.
Los alucinógenos en España también muestran una tendencia descendente. En 2009, un 0,5 por ciento de la población entre 15 y 64 años los había probado alguna vez en el último año y un 0,2 por ciento en el último mes. En el caso de los estudiantes de entre 14 y 18 años, los consumos se sitúan en el 2,1 por ciento en el último año y en el uno por ciento en el último mes.
El consumo de drogas emergentes muestra una mayor prevalencia en la población joven de entre quince a 34 años.
Experiencia asistencial
La experiencia en el ámbito asistencial es escasa, por lo que los expertos aconsejan poner el acento en la prevención, la sensibilización social sobre sus riesgos y la formación de los profesionales en la detección precoz y tratamiento de este tipo de sustancias. De hecho, en España en 2009 sólo el 1,2 por ciento de todas las admisiones a tratamiento se debieron al consumo de sustancias psicoestimulantes distintas a la cocaína. La evolución temporal muestra un discreto ascenso en 2009 a la demanda de tratamientos por anfetaminas y un descenso por éxtasis.
El reflejo del consumo de anfetaminas en las historias clínicas de las urgencias hospitalarias entre 2004 y 2009 se mantiene estable, en torno a un cinco por ciento. En el caso del éxtasis este porcentaje (3,2 por ciento) desciende en 2009 respecto al año anterior. Y en el de los alucinógenos, se mantiene estable desde el 2005, con cifras en torno a un dos por ciento.
En cuanto a la ketamina, su consumo muestra en España una extensión limitada, con escasa repercusión en los indicadores de problemas relacionados con las drogas. Pese a ello, entre 2006-2009 se ha observado un ligero aumento del número de admisiones a tratamiento por el consumo de esta sustancia como droga principal o como una de las drogas de consumo secundario. En este mismo periodo, también ha aumentado la presencia de esta droga en las urgencias hospitalarias.
Por último, Nuria Espí ha insistido en la necesidad de intensificar las campañas de información y sensibilización social frente a estas sustancias. En este sentido, ha abogado por la prevención. 'No existe ningún tratamiento eficaz para el abuso y las adicciones a los estimulantes de tipo anfetamínico', ha asegurado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Un argumento esgrimido por los expertos, para quiénes el abordaje de este tipo de dependencias pasa por combinar los fármacos para aliviar los síntomas y la terapia psicosocial.
Así lo ha asegurado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Nuria Espí, durante la presentación en rueda de prensa del informe sobre 'Drogas emergentes', elaborado por la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Espí ha alertado del "elevado riesgo de estas sustancias, dado que la mayor parte de las veces los posibles consumidores desconocen su composición exacta y sus efectos".
Nuria Espí ha estado acompañada por dos miembros de la Comisión Clínica, encargada de la elaboración de este informe: Manuel Sanchís, especialista en Medicina Interna y vocal asesor de la delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y Magí Farré, catedrático de Farmacología Clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona.
El informe hace un repaso a la definición y clasificación de este tipo de drogas, formas de presentación y de consumo más habituales y detalla el sistema de alerta temprana en Europa, que puede activarse desde cualquier país. Este sistema supone un aviso inmediato a las autoridades nacionales de cada uno de los países de la UE sobre la aparición de una nueva droga o de una nueva forma de consumo y sus efectos sobre la salud. El texto se completa con sendos capítulos sobre los aspectos sociales y legales de estas drogas y las posibilidades de tratamiento que existen.
Dificultad conceptual
Los expertos señalan la dificultad de definir el concepto de drogas emergentes, en el que incluyen un grupo amplio, cambiante y muy diverso de sustancias naturales, sintéticas o semisintéticas, conocidas o desconocidas, utilizadas con distintos fines, que han aparecido o reaparecido en el mercado como alternativa o complemento a las drogas tradicionalmente consumidas, cuyos efectos imitan o superponen. Muchas de ellas no están sometidas a restricciones legales en los ámbitos nacionales e internacionales.
Entre las drogas 'emergentes' que se citan en el informe, se encuentran las siguientes. Anfetaminas, piperazinas, pirrolidifenonas, ketamina, 'Spice drugs' y GHB/GBL. El texto ambién dedica un capítulo a las sustancias de abuso de origen vegetal, como la ayahuasca, el iboga, la savia, los hongos alucinógenos, el peyote, el khat, el betel, el kawa kawa, ololiuqui y las plantas solanáceas.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga, las anfetaminas constituyen la segunda droga de mayor consumo en el mundo, detrás del cannabis. En Europa, la prevalencia de consumo de anfetaminas en el último año, entre las personas de 15 a 64 años, oscila entre el 0 y el 1,7 por ciento de la población, según los países.
El tipo de droga consumida difiere de unos países a otros. En la Europa del Norte y del Centro, las anfetaminas y sus derivados son las sustancias de mayor prevalencia, frente a lo que se registra en los países del sur y del oeste de Europa, donde predomina la cocaína.
Prevalencias de consumo
En el caso de las anfetaminas, en España en 2009 el 0,6 por ciento de la población general, de entre 15 y 64 años, las había probado alguna vez en el último año, y el 0,3 por ciento lo había hecho en el último mes previo a la encuesta. La evolución del consumo se muestra estable, aunque desde 2005 se aprecia una tendencia al descenso. Entre los estudiantes de 14 a 18 años, en 2010 el 1,6 por ciento las había consumido en el último año y el 0.9 por ciento lo había hecho en el último mes.
La prevalencia de consumo en el último año y en el último mes del éxtasis en nuestro país también se mantiene estable entre la población de 15 a 64 años, con un 0,8 por ciento y un 0,4 por ciento respectivamente. Entre los estudiantes de 14 a 18 años en 2010, el 1,7 por ciento lo ha probado en el último año y el uno por cien en el último mes. En la última década, el consumo de éxtasis entre los menores se ha reducido en más de un 50 por ciento y por fortuna sólo se consume esporádicamente.
Los alucinógenos en España también muestran una tendencia descendente. En 2009, un 0,5 por ciento de la población entre 15 y 64 años los había probado alguna vez en el último año y un 0,2 por ciento en el último mes. En el caso de los estudiantes de entre 14 y 18 años, los consumos se sitúan en el 2,1 por ciento en el último año y en el uno por ciento en el último mes.
El consumo de drogas emergentes muestra una mayor prevalencia en la población joven de entre quince a 34 años.
Experiencia asistencial
La experiencia en el ámbito asistencial es escasa, por lo que los expertos aconsejan poner el acento en la prevención, la sensibilización social sobre sus riesgos y la formación de los profesionales en la detección precoz y tratamiento de este tipo de sustancias. De hecho, en España en 2009 sólo el 1,2 por ciento de todas las admisiones a tratamiento se debieron al consumo de sustancias psicoestimulantes distintas a la cocaína. La evolución temporal muestra un discreto ascenso en 2009 a la demanda de tratamientos por anfetaminas y un descenso por éxtasis.
El reflejo del consumo de anfetaminas en las historias clínicas de las urgencias hospitalarias entre 2004 y 2009 se mantiene estable, en torno a un cinco por ciento. En el caso del éxtasis este porcentaje (3,2 por ciento) desciende en 2009 respecto al año anterior. Y en el de los alucinógenos, se mantiene estable desde el 2005, con cifras en torno a un dos por ciento.
En cuanto a la ketamina, su consumo muestra en España una extensión limitada, con escasa repercusión en los indicadores de problemas relacionados con las drogas. Pese a ello, entre 2006-2009 se ha observado un ligero aumento del número de admisiones a tratamiento por el consumo de esta sustancia como droga principal o como una de las drogas de consumo secundario. En este mismo periodo, también ha aumentado la presencia de esta droga en las urgencias hospitalarias.
Por último, Nuria Espí ha insistido en la necesidad de intensificar las campañas de información y sensibilización social frente a estas sustancias. En este sentido, ha abogado por la prevención. 'No existe ningún tratamiento eficaz para el abuso y las adicciones a los estimulantes de tipo anfetamínico', ha asegurado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Un argumento esgrimido por los expertos, para quiénes el abordaje de este tipo de dependencias pasa por combinar los fármacos para aliviar los síntomas y la terapia psicosocial.
El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad El 3,5 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha experimentado alguna vez ‘drogas emergentes’
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