El Gobierno central pide formalmente a La Rioja que restaure la atención sanitaria negada a los alaveses
Vitoria (03-07/12/2011) - Nekane Lauzirika
El lehendakari López y el consejero Bengoa advierten a Rajoy de que la negativa de La Rioja a atender a pacientes vascos es un problema de "cohesión nacional" que puede tener «un efecto dominó»
El Ministerio de Sanidad ha tenido que intervenir formalmente y enviar un requerimiento al Gobierno de La Rioja para que se anulen de forma inmediata las instrucciones dadas por la Consejería de Salud de La Rioja a los dentro sanitarios de Logroño, donde se instaba a dejar de prestar asistencia sanitaria especializada, no urgente, a pacientes nuevos de poblaciones limítrofes de la provincia alavesa.
Desde el Ministerio se entiende que la "adopción de esta medida por parte de la comunidad autónoma de La Rioja supone la ruptura unilateral del pacto tácito consensuado entre las dos comunidades afectadas y, en consecuencia, una vulneración del principio de lealtad institucional que debe regir todos los actos y relaciones entre las administraciones públicas", aseguran.
El Gobierno central tercia así en la agria polémica suscitada en los últimos días entre el Ejecutivo Vasco y el Riojano. La tensión máxima se ha dado en las últimas horas tras la ruptura total de negociaciones y donde se han sabido algunas de las inasumibles propuestas del presidente del PP, Pedro Sanz, quien pretendía que Osakidetza se hiciera cargo de los 500 abiertos de las mujeres riojanas.
El Gobierno vasco, en palabras del propio lehendakari Patxi López, ha lanzado un mensaje claro y contundente de total repulsa por la guerra sanitaria abierta por el presidente de La Rioja, el popular Pedro Sanz, tras dejar de prestar en septiembre asistencia médica a los alaveses que viven en localidades limítrofes a la comunidad vecina.
López ha criticado con dureza a Pedro Sanz (PP) y ha señalado que no puede "dinamitar" el sistema autonómico y el modelo de "solidaridad" sanitario con la suspensión de la atención especializada a pacientes del sur de Álava, por lo que ha pedido la "intervención inmediata" del líder del PP y futuro presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, para acabar con este conflicto.
El lehendakari se ha referido a una de las contraprestaciones: la petición del Gobierno del PP de que los hospitales de Osakidetza se hicieran cargo de los abortos de las mujeres riojanas. Esta solicitud, ha añadido, "sólo se entiende" desde la perspectiva de que a Sanz "parece que no le gusta que las mujeres de su comunidad puedan abortar, tal y como recoge la ley". "Como legalmente no puede impedirlo, quiere, al menos, que no lo hagan en su territorio", ha añadido.
Ante estas duras acusaciones, el presidente de la Comunidad de La Rioja, Pedro Sanz, ha asegurado que su Gobierno planteó al Ejecutivo vasco practicar abortos en Euskadi a las mujeres que así lo decidan voluntariamente como parte de la compensación en servicios sanitarios especializados por la atención prestada por el Servicio Riojano de Salud a los vecinos de Álava.
Además, el lehendakari ha reprochado a Sanz que explote el "sentimiento antivasco" para obtener réditos electorales y para tratar de "relanzar su carrera" política. De todas formas, ha asegurado que el Ejecutivo vasco no responderá de la misma forma y mantendrá los servicios sanitarios que presta en la actualidad a las autonomías limítrofes.
La dureza de las declaraciones de Patxi López van acordes a las de su consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, quién arropado por su viceconsejero Jesús María Fernández y el director de Osakidetza, Julián Pérez, han advertido que esta batalla trasciende del ámbito local a un problema de «cohesión nacional» que podría provocar un «efecto dominó» en la cobertura asistencial que se da entre autonomías.
Suspensión del convenio de trasplantes
Tanto es así –añadió Bengoa- que Osakidetza estudia dejar de prestar atención a los residentes en Cantabria, Navarra y Castilla y León si no se reconduce la situación en breve espacio de tiempo. «No queremos vernos obligados a tomar medidas similares», dijo. Pero lo que tiene claro es que el Ejecutivo de López no se va a quedar de brazos cruzados y, como ha reconocido el consejero vasco, se ha decidido suspender de momento la tramitación del convenio de trasplantes renales que mantiene desde 1997 con los riojanos para atenderles en hospitales vascos.
Sin este acuerdo, los centros de salud de La Rioja no podrán garantizar un número determinado de órganos necesarios para sus pacientes. En los últimos diez años se han realizado en el hospital vizcaíno de Cruces 225 trasplantes de riñón a vecinos riojanos, de los cuales 110 eran de donantes vascos y con un coste para Osakidetza de unos 20 millones de euros.
«La tramitación de este convenio estará en suspenso hasta que esto se resuelva y los vecinos de la Rioja Alavesa vuelvan a ser atendidos en el hospital de San Pedro», ha apuntado rotundo el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández.
Al analizar el cruce de ofertas y contraofertas sanitarias para que La Rioja vuelva a atender a los pacientes de Oion, Laguardia y Elciego -muchos de ellos personas de avanzada edad-,
El consejero vasco de Sanidad ha insistido que las ofertas y contraofertas riojanas -entre ellas figuraba que Osakidetza asumiera los 400 abortos que cada año se realizan en los centros riojanos- eran «inaceptables» y ha lamentado que la negociación bilateral con esta comunidad autónoma no haya dado sus frutos.
Al Consejo Interterritorial
Tras la ruptura de negociaciones a Sanz, Rafael Bengoa ha anunciado que Euskadi ha solicitado «formalmente» la intervención de la Alta Inspección del Ministerio de Sanidad para que se mantenga «la misma atención» que se ofrecía a los pacientes de Rioja Alavesa antes del 9 de septiembre. Asimismo, avanzó que solicitarán una reunión «urgente» del Consejo Interterritorial para analizar esta situación con La Rioja y plantear «soluciones para todos».
En este sentido, el Gobierno vasco también ha pedido mantener un encuentro con las comunidades vecinas de Euskadi para analizar las consecuencias que derivan de la decisión «insolidaria» de La Rioja. «Se trata de un problema nacional porque esta ocurrencia del presidente riojano ha empezado a desequilibrar la cohesión nacional sanitaria. No queremos vernos obligados a tomar medidas similares con Cantabria, Castilla y León y Navarra, a las que Euskadi ofrece un servicio similar al que La Rioja niega», defendió el titular de Sanidad vasco, que criticó «las formas» del Gobierno riojano, «utilizando como rehenes a más de 9.000 ciudadanos vascos». «Este conflicto ha empezado contaminado con otras historias, como el tema fiscal con Euskadi, y se ha ido enquistando en el tema sanitario», apostilla Bengoa.
Por su parte, el responsable de Salud riojano, José Ignacio Nieto, ha querido salir al paso de las declaraciones de Bengoa y ha explicado que el número de pacientes vascos y navarros que quieren ser atendidos en hospitales de su comunidad se eleva a 30.000, una cifra «inasumible e inaceptable para los recursos del Gobierno de La Rioja si no recibe contraprestaciones».
Rajoy «obligará» a Sanz
Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha sido contundente al señalar que el conflicto sanitario entre Euskadi y La Rioja se solucionará «en cuanto» Mariano Rajoy tome posesión de su cargo como presidente del Gobierno esapñol -es decir, el próximo 21 de septiembre-. Según Basagoiti en ese «obligará» a Pedro Sanz a atender a los pacientes alaveses a los que ha denegado la asistencia médica.
En este sentido, Basagoiti manifestó que la dirección nacional de su partido «tienen este tema muy claro», ya que no percibe este asunto como un problema concreto entre dos autonomías, sino como una cuestión que afecta a todo el país.
Mientras, el pleno del Parlamento vasco ha aprobado mismo una resolución en la que pide al Ejecutivo de Vitoria que se amplíen los servicios del hospital de Leza para que los pacientes de La Rioja alavesa puedan ser atendidos allí por especialistas mientras se resuelve el conflicto, iniciativa a la que se opuso el PSE-EE al considerar que es una inversión «innecesaria».
Desde el Ministerio se entiende que la "adopción de esta medida por parte de la comunidad autónoma de La Rioja supone la ruptura unilateral del pacto tácito consensuado entre las dos comunidades afectadas y, en consecuencia, una vulneración del principio de lealtad institucional que debe regir todos los actos y relaciones entre las administraciones públicas", aseguran.
El Gobierno central tercia así en la agria polémica suscitada en los últimos días entre el Ejecutivo Vasco y el Riojano. La tensión máxima se ha dado en las últimas horas tras la ruptura total de negociaciones y donde se han sabido algunas de las inasumibles propuestas del presidente del PP, Pedro Sanz, quien pretendía que Osakidetza se hiciera cargo de los 500 abiertos de las mujeres riojanas.
El Gobierno vasco, en palabras del propio lehendakari Patxi López, ha lanzado un mensaje claro y contundente de total repulsa por la guerra sanitaria abierta por el presidente de La Rioja, el popular Pedro Sanz, tras dejar de prestar en septiembre asistencia médica a los alaveses que viven en localidades limítrofes a la comunidad vecina.
López ha criticado con dureza a Pedro Sanz (PP) y ha señalado que no puede "dinamitar" el sistema autonómico y el modelo de "solidaridad" sanitario con la suspensión de la atención especializada a pacientes del sur de Álava, por lo que ha pedido la "intervención inmediata" del líder del PP y futuro presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, para acabar con este conflicto.
El lehendakari se ha referido a una de las contraprestaciones: la petición del Gobierno del PP de que los hospitales de Osakidetza se hicieran cargo de los abortos de las mujeres riojanas. Esta solicitud, ha añadido, "sólo se entiende" desde la perspectiva de que a Sanz "parece que no le gusta que las mujeres de su comunidad puedan abortar, tal y como recoge la ley". "Como legalmente no puede impedirlo, quiere, al menos, que no lo hagan en su territorio", ha añadido.
Ante estas duras acusaciones, el presidente de la Comunidad de La Rioja, Pedro Sanz, ha asegurado que su Gobierno planteó al Ejecutivo vasco practicar abortos en Euskadi a las mujeres que así lo decidan voluntariamente como parte de la compensación en servicios sanitarios especializados por la atención prestada por el Servicio Riojano de Salud a los vecinos de Álava.
Además, el lehendakari ha reprochado a Sanz que explote el "sentimiento antivasco" para obtener réditos electorales y para tratar de "relanzar su carrera" política. De todas formas, ha asegurado que el Ejecutivo vasco no responderá de la misma forma y mantendrá los servicios sanitarios que presta en la actualidad a las autonomías limítrofes.
La dureza de las declaraciones de Patxi López van acordes a las de su consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, quién arropado por su viceconsejero Jesús María Fernández y el director de Osakidetza, Julián Pérez, han advertido que esta batalla trasciende del ámbito local a un problema de «cohesión nacional» que podría provocar un «efecto dominó» en la cobertura asistencial que se da entre autonomías.
Suspensión del convenio de trasplantes
Tanto es así –añadió Bengoa- que Osakidetza estudia dejar de prestar atención a los residentes en Cantabria, Navarra y Castilla y León si no se reconduce la situación en breve espacio de tiempo. «No queremos vernos obligados a tomar medidas similares», dijo. Pero lo que tiene claro es que el Ejecutivo de López no se va a quedar de brazos cruzados y, como ha reconocido el consejero vasco, se ha decidido suspender de momento la tramitación del convenio de trasplantes renales que mantiene desde 1997 con los riojanos para atenderles en hospitales vascos.
Sin este acuerdo, los centros de salud de La Rioja no podrán garantizar un número determinado de órganos necesarios para sus pacientes. En los últimos diez años se han realizado en el hospital vizcaíno de Cruces 225 trasplantes de riñón a vecinos riojanos, de los cuales 110 eran de donantes vascos y con un coste para Osakidetza de unos 20 millones de euros.
«La tramitación de este convenio estará en suspenso hasta que esto se resuelva y los vecinos de la Rioja Alavesa vuelvan a ser atendidos en el hospital de San Pedro», ha apuntado rotundo el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández.
Al analizar el cruce de ofertas y contraofertas sanitarias para que La Rioja vuelva a atender a los pacientes de Oion, Laguardia y Elciego -muchos de ellos personas de avanzada edad-,
El consejero vasco de Sanidad ha insistido que las ofertas y contraofertas riojanas -entre ellas figuraba que Osakidetza asumiera los 400 abortos que cada año se realizan en los centros riojanos- eran «inaceptables» y ha lamentado que la negociación bilateral con esta comunidad autónoma no haya dado sus frutos.
Al Consejo Interterritorial
Tras la ruptura de negociaciones a Sanz, Rafael Bengoa ha anunciado que Euskadi ha solicitado «formalmente» la intervención de la Alta Inspección del Ministerio de Sanidad para que se mantenga «la misma atención» que se ofrecía a los pacientes de Rioja Alavesa antes del 9 de septiembre. Asimismo, avanzó que solicitarán una reunión «urgente» del Consejo Interterritorial para analizar esta situación con La Rioja y plantear «soluciones para todos».
En este sentido, el Gobierno vasco también ha pedido mantener un encuentro con las comunidades vecinas de Euskadi para analizar las consecuencias que derivan de la decisión «insolidaria» de La Rioja. «Se trata de un problema nacional porque esta ocurrencia del presidente riojano ha empezado a desequilibrar la cohesión nacional sanitaria. No queremos vernos obligados a tomar medidas similares con Cantabria, Castilla y León y Navarra, a las que Euskadi ofrece un servicio similar al que La Rioja niega», defendió el titular de Sanidad vasco, que criticó «las formas» del Gobierno riojano, «utilizando como rehenes a más de 9.000 ciudadanos vascos». «Este conflicto ha empezado contaminado con otras historias, como el tema fiscal con Euskadi, y se ha ido enquistando en el tema sanitario», apostilla Bengoa.
Por su parte, el responsable de Salud riojano, José Ignacio Nieto, ha querido salir al paso de las declaraciones de Bengoa y ha explicado que el número de pacientes vascos y navarros que quieren ser atendidos en hospitales de su comunidad se eleva a 30.000, una cifra «inasumible e inaceptable para los recursos del Gobierno de La Rioja si no recibe contraprestaciones».
Rajoy «obligará» a Sanz
Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha sido contundente al señalar que el conflicto sanitario entre Euskadi y La Rioja se solucionará «en cuanto» Mariano Rajoy tome posesión de su cargo como presidente del Gobierno esapñol -es decir, el próximo 21 de septiembre-. Según Basagoiti en ese «obligará» a Pedro Sanz a atender a los pacientes alaveses a los que ha denegado la asistencia médica.
En este sentido, Basagoiti manifestó que la dirección nacional de su partido «tienen este tema muy claro», ya que no percibe este asunto como un problema concreto entre dos autonomías, sino como una cuestión que afecta a todo el país.
Mientras, el pleno del Parlamento vasco ha aprobado mismo una resolución en la que pide al Ejecutivo de Vitoria que se amplíen los servicios del hospital de Leza para que los pacientes de La Rioja alavesa puedan ser atendidos allí por especialistas mientras se resuelve el conflicto, iniciativa a la que se opuso el PSE-EE al considerar que es una inversión «innecesaria».
No hay comentarios:
Publicar un comentario