DEBEN PRODUCIRSE CAMBIOS ESTRUCTURALES
La solución a los problemas de AP vendrá de la mano de la autogestión
El diagnóstico de la atención primaria española está claro: infrafinanciada, sobrefrecuentada y con un atractivo decreciente entre los futuros médicos. Ahora toca pasar al pronóstico y al tratamiento; mejorar las perspectivas del primer nivel empieza por hacerlo más atractivo, y una buena forma es dotar a los médicos de más herramientas de gestión.
R. S.| E. M. Madrid | VALENCIA | 15/12/2011 00:00
Juan Quintana -director de Comunicación de Grünenthal Pharma-, Benjamín Abarca, Juan José Rodríguez Sendín, Vicente Ortún y Francisco Hernansanz. (José Luis Pindado)
Especialmente tocada por la crisis y por los tradicionales agravios comparativos con la asistencia hospitalaria en lo que a financiación se refiere, la atención primaria debe cambiar, y debe hacerlo en todas direcciones: "Es básico dar más participación a los pacientes, mejorar la calidad y posibilidad de gestión de los profesionales, incrementar su capacidad resolutiva y contar con una Administración que ponga los mimbres necesarios para el cambio", resumió ayer Benjamín Abarca, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), durante la presentación del libro La refundación de la atención primaria, coordinado por Vicente Ortún, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.
- Un primer paso para el cambio consistiría en reorganizar los centros, repartiendo las tareas entre todos los miembros del equipo, no sólo médicos
Cambios posibles
A pesar de esta situación, considera que existe margen de mejora y posibilidad de cambios para revertir esa situación, para lo cual es necesaria la implicación clínica y política. Un primer paso sería reorganizar los centros, "de manera que los problemas más frecuentes sean repartidos entre los miembros del equipo".
Respecto al recurrente problema de la hiperfrecuentación, Ortún piensa que "es más aparente que real", ya que lo realmente cuenta es "el contenido de la consulta, y esa frecuentación depende de los profesionales: cómo se cita, cuándo se pide que el paciente regrese". Así, los estudios muestran que en nuestro país "cuanto menor es el cupo, mayor es la frecuentación", lo que provoca que "el número de visitas anuales acabe siendo el mismo".
- Las entidades de base asociativa permiten más margen de maniobra a los profesionales, por lo que resultan más satisfactorias
Experiencias evaluadas
"Una forma de mejorar, incluso en las retribuciones, es salirse del sistema estatutario y plantear sistemas de autogestión, como las entidades de base asociativa (EBA) de Cataluña o el sistema de AP del Reino Unido", explicó Francisco Hernansanz, subdirector de la Cátedra UPF-SEMG-Grünenthal de Medicina de Familia y Economía de la Salud, experiencias que, "a diferencia de los PFI y las concesiones administrativas, están evaluadas y han demostrado su efectividad", según Ortún. El problema es la falta de flexibilidad del sistema, que permite poco margen para la autogestión. Al menos, los médicos quieren que se sepa "que hay otras formas de trabajar, que son medibles, evaluables y más atractivas para el médico de familia", afirmó Abarca.
Sería una forma de captar más residentes, dado que "la AP no es la Medicina que se enseña al estudiante, y las expectativas de carrera son muy limitadas", sentenció Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial.
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