Estudio de las urgencias del Hospital Juan Ramón Jiménez
Organizar por perfiles para ser eficientes
Como motor de búsqueda de la eficiencia se ha presentado el estudio Cómo innovar en la identificación y en la eliminación del desperdicio en las organizaciones sanitarias: servicios de urgencias hospitalarios (SUH), dirigido por Francisco Aguado, profesor titular de Dirección de Operaciones de la Universidad de Huelva, y Manuel Herrera, jefe de Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital Juan Ramón Jiménez, de Huelva.
E.M. Valencia | 05/12/2011 00:00
Como motor de búsqueda de la eficiencia se ha presentado el estudio Cómo innovar en la identificación y en la eliminación del desperdicio en las organizaciones sanitarias: servicios de urgencias hospitalarios (SUH), dirigido por Francisco Aguado, profesor titular de Dirección de Operaciones de la Universidad de Huelva, y Manuel Herrera, jefe de Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital Juan Ramón Jiménez, de Huelva.
Sus resultados resaltan que la capacidad para adaptar la organización y los procesos a la realidad existente es fundamental para obtener resultados positivos. Según los autores, para organizar un SUH es necesario "adaptarlo al perfil cuantitativo (flujo) y cualitativo (complejidad y gravedad) de la demanda para resolver el proceso agudo, según los estándares de tiempo y calidad establecidos".
Para realizar el estudio se ha contado con las 343.233 visitas recibidas en las Urgencias del Juan Ramón Jiménez entre enero de 2008 -cuando entró en funcionamiento la aplicación de Diraya Urgencias-, y diciembre de 2010. Herrera ha explicado que en estas visitas se analizaron aspectos como el patrón de llegada de los pacientes, las áreas funcionales que los recibieron, los niveles de gravedad y los tiempos entre llegadas por áreas y gravedad.
Herrera ha destacado que los datos revelan un comportamiento muy generalizado y similar al de otros centros o países. "El patrón de llegada es, a pesar de las diferencias culturales y sanitarias, muy similar a la de un típico hospital inglés". En cuanto al reparto de las visitas por turno de trabajo (35,6 por ciento de visitas en el de mañana, 40,5 por ciento en el de tarde y 23,9 por ciento en el nocturno), se aprecia la tendencia de que "las mañanas se asemejan cada vez más a las tardes". Asimismo, se ha comprobado que "se recibe una visita con un nivel de gravedad IV cada seis minutos y, en cambio, pasan dos horas de media entre visitas de nivel I".
Hiperfrecuentación
El estudio también ha permitido, a partir de una muestra aleatorizada de 384 pacientes, comprobar si la visita al Servicio de Urgencias era adecuada o no y, según los resultados, estaba justificada en 259 casos (67,45 por ciento). También se ha analizado el perfil de los hiperfrecuentadores (en este caso, incluyendo en el concepto a pacientes con más de 4 visitas en un año). Según el análisis realizado, la franja de 0-4 años es donde se concentran estos hiperfrecuentadores, ya sean ocasionales o frecuentes (la hiperfrecuentación se circunscribe a un año determinado o es habitual). No obstante, según Herrera, se aprecian matices importantes, ya que mientras en trauma y pediatría se concentran en el nivel de gravedad IV, en médico-quirúrgicas superan al resto en los niveles I, II y III.
El trabajo también ha logrado resultados prácticos: "Un segundo puesto de clasificación en las horas pico disminuye los tiempos de espera en más del 50 por ciento", ha dicho Aguado.
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