Salud prevé recaudar 81 millones en 2012 por el copago en las recetas
La Generalitat aprueba hoy el proyecto de presupuestos para reducir el déficit al 1,3%
La sanidad pública sufrirá otro recorte, del 4,7%
Ferran Balsells / Lluís Pellicer Barcelona 20 DIC 2011 - 08:25 CET5
Las tijeras ya no bastan para reducir el boquete de las cuentas públicas catalanas. El consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, llevará hoy al Parlament un proyecto de ley de presupuestos para 2012 con un objetivo de déficit del 1,3% del producto interior bruto, según fuentes del Ejecutivo. Las previsiones indican que este año el desfase se situará en el 3%. Para lograrlo, los recortes, que en conjunto serán inferiores al 5% respecto a 2011, irán acompañados de medidas recaudatorias, sobre todo en el Departamento de Salud, que dirige Boi Ruiz. Este prevé recaudar al menos 81 millones de euros mediante la implantación del copago en las recetas, una especie de peaje de hasta un euro por cada medicamento prescrito. Esta partida, que Salud define como “tique moderador de recetas médicas”, se ha calculado basándose en una serie de mínimos y la Generalitat espera que proporcione aún más dinero. “Esta cantidad es solo un mínimo”, ilustran fuentes del departamento.
Los recursos que Salud asigna a la sanidad pública caen, además, el 4,7% después de un año de recortes tras el que Ruiz dio su palabra de no realizar más ajustes en el área asistencial. La inversión de la Generalitat en sanidad por cada ciudadano retrocede así a niveles de hace seis años: el gasto del Gobierno catalán será de 8.756 millones de euros, lo que supone unos 1.150 euros por persona, 56 euros menos de los que se han destinado este año, para situarse en niveles de entre 2006 y 2007, en que se invirtieron 1.118 euros y 1.184 euros por ciudadano, respectivamente.
Aunque con menos dinero, la proporción del gasto entre la atención primaria y la hospitalaraia se mantiene prácticamente igual que en 2011 pese a que el nuevo Plan de Salud dará nuevas competencias y responsabilidades a los médicos de familia frente a los especialistas. Salud prevé asignar el 18% del presupuesto a medicina primaria y el 58% a la especializada. “Si finalmente se confirman estos presupuestos, nos quedamos con cara de tontos”, advierte un portavoz del sindicato CC OO.
La magnitud de este ajuste queda en la incertidumbre por el monto que Salud espera ingresar a lo largo de 2012 con medidas extraordinarias. “Pero es dinero en el aire que todavía debe concretarse en billetes”, detallan fuentes de Salud. Entre esta partida de previsiones se halla la cantidad que el departamento espera obtener a través del copago y otros 49 millones de euros que pretende ahorrar a costa de la reducción salarial de los funcionarios que aplicará el Gobierno catalán, de 625 millones para el conjunto de la plantilla pública. El resto, cerca de 157 millones, se obtendría de medidas no concretas ni recogidas en el presupuesto que se aplicarán con el año ya empezado para generar beneficios. Estas previsiones no quedan incluidas en el presupuesto; pero, de confirmarse, Salud contaría con 9.043 millones para 2012 (el 1,6% menos que el año anterior).
Según las fuentes consultadas, la mayoría de las partidas presupuestarias sufrirán otro recorte el año que viene, aunque inferior al de 2011. Solo el Departamento de Territorio y Sostenibilidad contará con un 12,5% más de dinero para afrontar los pagos de compromisos contraídos en años anteriores. La otra gran partida que se incrementará, según estas fuentes, es la que corresponde al pago de los intereses de la deuda.
El Gobierno de Artur Mas ha incluido en el proyecto el impuesto de patrimonio, aunque finalmente ha decidido hacerlo en los mismos términos planteados por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero: quedarán exentos de tributar los patrimonios de menos de 700.000 euros, agregan fuentes del Gobierno. Hasta su supresión, la ley catalana fijaba que el mínimo exento era de 108.200 euros.
Sin la aportación del Gobierno central derivada de la liquidación de 2009 de la disposición adicional tercera, la Generalitat calcula que el déficit acabará cerca del 3% del PIB, es decir, alrededor de 6.100 millones de euros. Eso supone que, para alcanzar el 1,3% el año que viene, el Ejecutivo deberá drenar cerca de 3.500 millones de euros. Para esa tarea, será imprescindible aumentar la recaudación. Y ante el estancamiento económico que los principales servicios de estudios prevén para el año que viene y la negativa a subir o crear impuestos, el Ejecutivo de Mas aumentará las tasas y precios del transporte público (7,8%), el canon del agua (10%) y los peajes (entre el 4,8% y el 6,67%).
La otra gran fuente de ingresos serán las desinversiones. El Ejecutivo de Mas espera ingresar cerca de 1.300 millones de euros por la venta de las sociedades públicas Tabasa y Aigües Ter-Llobregat, y ha puesto a la venta el 90% de ICF-Equipaments por un mínimo de 49 millones a cambio de asumir y amortizar de forma anticipada una deuda de 350 millones.
Además del programa de privatizaciones, que en principio se planteó para toda la legislatura, el Gobierno venderá empresas e inmuebles. A finales de enero el departamento que dirige Mas-Colell espera desprenderse de un lote de inmuebles ocupados por sus departamentos y empresas públicas por 450 millones. Pero el Ejecutivo catalán también espera recibir siete hospitales y la sede del Instituto Catalán de Salud para realizar la misma operación y poder cuadrar sus números.
Los recursos que Salud asigna a la sanidad pública caen, además, el 4,7% después de un año de recortes tras el que Ruiz dio su palabra de no realizar más ajustes en el área asistencial. La inversión de la Generalitat en sanidad por cada ciudadano retrocede así a niveles de hace seis años: el gasto del Gobierno catalán será de 8.756 millones de euros, lo que supone unos 1.150 euros por persona, 56 euros menos de los que se han destinado este año, para situarse en niveles de entre 2006 y 2007, en que se invirtieron 1.118 euros y 1.184 euros por ciudadano, respectivamente.
Aunque con menos dinero, la proporción del gasto entre la atención primaria y la hospitalaraia se mantiene prácticamente igual que en 2011 pese a que el nuevo Plan de Salud dará nuevas competencias y responsabilidades a los médicos de familia frente a los especialistas. Salud prevé asignar el 18% del presupuesto a medicina primaria y el 58% a la especializada. “Si finalmente se confirman estos presupuestos, nos quedamos con cara de tontos”, advierte un portavoz del sindicato CC OO.
La magnitud de este ajuste queda en la incertidumbre por el monto que Salud espera ingresar a lo largo de 2012 con medidas extraordinarias. “Pero es dinero en el aire que todavía debe concretarse en billetes”, detallan fuentes de Salud. Entre esta partida de previsiones se halla la cantidad que el departamento espera obtener a través del copago y otros 49 millones de euros que pretende ahorrar a costa de la reducción salarial de los funcionarios que aplicará el Gobierno catalán, de 625 millones para el conjunto de la plantilla pública. El resto, cerca de 157 millones, se obtendría de medidas no concretas ni recogidas en el presupuesto que se aplicarán con el año ya empezado para generar beneficios. Estas previsiones no quedan incluidas en el presupuesto; pero, de confirmarse, Salud contaría con 9.043 millones para 2012 (el 1,6% menos que el año anterior).
Según las fuentes consultadas, la mayoría de las partidas presupuestarias sufrirán otro recorte el año que viene, aunque inferior al de 2011. Solo el Departamento de Territorio y Sostenibilidad contará con un 12,5% más de dinero para afrontar los pagos de compromisos contraídos en años anteriores. La otra gran partida que se incrementará, según estas fuentes, es la que corresponde al pago de los intereses de la deuda.
El Gobierno de Artur Mas ha incluido en el proyecto el impuesto de patrimonio, aunque finalmente ha decidido hacerlo en los mismos términos planteados por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero: quedarán exentos de tributar los patrimonios de menos de 700.000 euros, agregan fuentes del Gobierno. Hasta su supresión, la ley catalana fijaba que el mínimo exento era de 108.200 euros.
Sin la aportación del Gobierno central derivada de la liquidación de 2009 de la disposición adicional tercera, la Generalitat calcula que el déficit acabará cerca del 3% del PIB, es decir, alrededor de 6.100 millones de euros. Eso supone que, para alcanzar el 1,3% el año que viene, el Ejecutivo deberá drenar cerca de 3.500 millones de euros. Para esa tarea, será imprescindible aumentar la recaudación. Y ante el estancamiento económico que los principales servicios de estudios prevén para el año que viene y la negativa a subir o crear impuestos, el Ejecutivo de Mas aumentará las tasas y precios del transporte público (7,8%), el canon del agua (10%) y los peajes (entre el 4,8% y el 6,67%).
Ventas de patrimonio
La otra gran fuente de ingresos serán las desinversiones. El Ejecutivo de Mas espera ingresar cerca de 1.300 millones de euros por la venta de las sociedades públicas Tabasa y Aigües Ter-Llobregat, y ha puesto a la venta el 90% de ICF-Equipaments por un mínimo de 49 millones a cambio de asumir y amortizar de forma anticipada una deuda de 350 millones.
Además del programa de privatizaciones, que en principio se planteó para toda la legislatura, el Gobierno venderá empresas e inmuebles. A finales de enero el departamento que dirige Mas-Colell espera desprenderse de un lote de inmuebles ocupados por sus departamentos y empresas públicas por 450 millones. Pero el Ejecutivo catalán también espera recibir siete hospitales y la sede del Instituto Catalán de Salud para realizar la misma operación y poder cuadrar sus números.
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