CIENTÍFICOS | Emigración forzosa
Vuelve, a casa vuelve, pero sólo en Navidad
Raúl Delgado-Morales preside la Sociedad de Científicos Españoles en Alemania. | El Mundo- Investigadores españoles en Alemania crean una asociación para unirse
Ya tienen las maletas listas para volver a casa, pero sólo por Navidad. Los científicos españoles en el extranjero son conscientes de que cada día que pasa tienen más difícil regresar a España. En Alemania, una sociedad recién creada pretende ayudar a los que aterrizan por primera vez en la 'tierra de las oportunidades'.
Raúl Delgado-Morales es el presidente de la incipiente Sociedad de Científicos Españoles en la República Federal Alemana (Cerfa), que arrancó a finales del verano con la intención de ayudar a todos los investigadores que ponen un pie por primera vez en 'merkeland'.
Según sus cálculos, en toda Alemania hay en la actualidad 1.900 científicos españoles y unos 4.600 estudiantes universitarios, "no sólo Erasmus, cada vez estamos viendo más gente que viene aquí a hacer su carrera". Ingenieros, físicos y 'telecos' son mayoría en esta legión de exiliados de bata blanca, pero no faltan, como el propio Raúl, representantes en el campo de la biomedicina.
La sociedad Cerfa cuenta en la actualidad con 74 afiliados y con el respaldo de uno de los españoles más ilustres en Alemania, Juan Ignacio Cirac, director de uno de los Institutos Max-Planck. "La embajada y la FECYT también nos han ayudado mucho a arrancar", admite el presidente de la sociedad, cuyo modelo a seguir fue la Comunidad de Científicos en Reino Unido (Ceru), más veterana en estas lides.
"En Alemania una de las principales barreras es el idioma", admite Delgado-Morales; "porque aunque el idioma de la ciencia es el inglés, para alquilar un piso o hacer la compra necesitas hablar alemán".
Pero Cerfa también nació con la idea de echar una mano a los recién llegados con otras cuestiones burocráticas ("muy enrevesadas aquí"), a contratar un seguro médico, dudas con los contratos... Y es que, aunque Alemania pueda verse en España como una especie de 'tierra de las oportunidades', Raúl advierte que no todo es de color de rosas. "Es cierto que hay muchas oportunidades de trabajo, pero también hay mucha competitividad. Esto no es el paraíso, aquí vas a competir para un puesto con gente muy cualificada", advierte.
Desde el frío muniqués (Raúl trabaja allí en el Instituto Max Planck de Psiquiatría), el presidente de Cerfa admite el pesimismo de quienes tienen que emigrar forzosamente por la situación de la ciencia en España. "Salir a formarse es importante, pero cuando uno se va siempre piensa en volver. Los que nos fuimos siempre pensamos que volveríamos a casa con contratos de calidad, pero cuanto más tiempo pasa, más difícil es", reconoce.
Y eso que en Alemania la ciencia española está muy bien valorada, añade, "porque gracias a las inversiones de los 10 últimos años estábamos bien situados en Europa, pero ellos asumen que nuestra situación va a retroceder por la crisis actual. Se sufre bastante viendo que que el esfuerzo de los 10 últimos años se va a venir abajo en seis meses. No es que con los recortes paremos la ciencia un año, es que en este tiempo el resto del mundo sigue avanzando a un gran nivel".
Raúl Delgado-Morales es el presidente de la incipiente Sociedad de Científicos Españoles en la República Federal Alemana (Cerfa), que arrancó a finales del verano con la intención de ayudar a todos los investigadores que ponen un pie por primera vez en 'merkeland'.
Según sus cálculos, en toda Alemania hay en la actualidad 1.900 científicos españoles y unos 4.600 estudiantes universitarios, "no sólo Erasmus, cada vez estamos viendo más gente que viene aquí a hacer su carrera". Ingenieros, físicos y 'telecos' son mayoría en esta legión de exiliados de bata blanca, pero no faltan, como el propio Raúl, representantes en el campo de la biomedicina.
La sociedad Cerfa cuenta en la actualidad con 74 afiliados y con el respaldo de uno de los españoles más ilustres en Alemania, Juan Ignacio Cirac, director de uno de los Institutos Max-Planck. "La embajada y la FECYT también nos han ayudado mucho a arrancar", admite el presidente de la sociedad, cuyo modelo a seguir fue la Comunidad de Científicos en Reino Unido (Ceru), más veterana en estas lides.
"En Alemania una de las principales barreras es el idioma", admite Delgado-Morales; "porque aunque el idioma de la ciencia es el inglés, para alquilar un piso o hacer la compra necesitas hablar alemán".
Pero Cerfa también nació con la idea de echar una mano a los recién llegados con otras cuestiones burocráticas ("muy enrevesadas aquí"), a contratar un seguro médico, dudas con los contratos... Y es que, aunque Alemania pueda verse en España como una especie de 'tierra de las oportunidades', Raúl advierte que no todo es de color de rosas. "Es cierto que hay muchas oportunidades de trabajo, pero también hay mucha competitividad. Esto no es el paraíso, aquí vas a competir para un puesto con gente muy cualificada", advierte.
Desde el frío muniqués (Raúl trabaja allí en el Instituto Max Planck de Psiquiatría), el presidente de Cerfa admite el pesimismo de quienes tienen que emigrar forzosamente por la situación de la ciencia en España. "Salir a formarse es importante, pero cuando uno se va siempre piensa en volver. Los que nos fuimos siempre pensamos que volveríamos a casa con contratos de calidad, pero cuanto más tiempo pasa, más difícil es", reconoce.
Y eso que en Alemania la ciencia española está muy bien valorada, añade, "porque gracias a las inversiones de los 10 últimos años estábamos bien situados en Europa, pero ellos asumen que nuestra situación va a retroceder por la crisis actual. Se sufre bastante viendo que que el esfuerzo de los 10 últimos años se va a venir abajo en seis meses. No es que con los recortes paremos la ciencia un año, es que en este tiempo el resto del mundo sigue avanzando a un gran nivel".
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