viernes, 24 de enero de 2014

Un dibujo demuestra que el CI fue suficiente - DiarioMedico.com

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ABSOLUCIÓN DE LA CLÍNICA DEMANDADA

Un dibujo demuestra que el CI fue suficiente

La Audiencia de Cantabria admite el esbozo de la mama que hizo un médico como prueba para desestimar la falta de información en una mamoplastia.
G.E. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  24/01/2014 00:00

Un dibujo realizado por el médico para explicar a la paciente las características de su proceso y la intervención a la que iba a ser sometida ha sido uno de los elementos clave para que la Audiencia Provincial de Cantabria absuelva a una clínica en un litigio sobre consentimiento informado, a la que un juzgado de primera instancia impuso una condena de treinta mil euros por este motivo. El fallo reconocía que no podía hablarse de mala praxis, pero sí de un defecto en la información.
Resultado estético
La sentencia, facilitada por Aranzadi, señala: "Si bien en cuanto a la abdominoplastia cabe decir que la información suministrada a la paciente fue adecuada y suficiente a la entidad de la cirugía, puesto que se expresaba claramente y se incidía en el riesgo de que surgieran problemas con la cicatriz, respecto a la mamoplastia no puede considerarse lo mismo, pues de ninguna de las especificaciones que se hacían sobre los riesgos podía inferir la paciente la complicación que ha dado lugar al resultado estético que presentan ahora sus mamas: el denominado doble surco sobre su pecho izquierdo".
Los magistrados de la Audiencia no están de acuerdo con esta conclusión. Y no es porque minusvaloren la importancia del consentimiento, al que califican de "derecho básico a la dignidad de la persona y la autonomía de la voluntad". Además de reconocer que la información "es un acto que debe hacerse efectivo con tiempo y dedicación suficiente y que obliga tanto al médico responsable del paciente como a los profesionales que le atienden durante el proceso asistencial".
En este caso, razonan los fundamentos de derecho, el documento de consentimiento (CI) firmado por la paciente consignaba información sobre "la persistencia de cicatrices en el lugar de la incisión o en otros señalados, se especifica que las cicatrices no pueden ser predichas en su evolución por depender de la naturaleza del paciente, se habla de arrugas o pliegues en la piel, necrosis cutánea y asimetría en el entorno corporal".
Este listado de riesgos (así como la estructura y contenido del resto del protocolo) conforman un consentimiento "específico y no genérico, y similar al modelo que proporciona la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética".
Pero, además, en la historia clínica consta "un dibujo" realizado por uno de los médicos que "pone de manifiesto que explicó a la paciente las complicaciones habituales de la intervención y entre ellas la posible aparición del doble surco, lo que en términos coloquiales puede definirse como un pliegue más o menos pronunciado de la piel".
Doble surco
De esta manera, "aunque la simple indicación escrita de pliegue [contenida en el documento de consentimiento informado] no permitiese atisbar la posibilidad de un doble surco, la información escrita al completo y su complemento mediante el dibujo se consideran suficientemente ilustrativos para la paciente a los efectos de hacerse una representación de los riesgos probables y personalizados que implicaba la intervención autorizada", por lo que la Audiencia absuelve a la clínica demandada.

Anotaciones en la historia clínica

La Sala Contencioso-administrativa del Tribunal Supremo dio validez a un consentimiento informado que no recogía de manera específica los riesgos inherentes a una intervención ni el alcance de ésta. Sin embargo, el Supremo admitió que hubo una información verbal que completó el documento de CI, porque se dejó testimonio de esa conversación en la historia clínica

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