La Organización Nacional de Trasplantes investiga la donación de un hígado a Abidal
La juez archiva la supuesta compra ilegal del órgano tras la negativa de Francia a colaborar
Mestre, Abidal y Segura, en la presentación del secretario técnico. En vídeo, la actividad de trasplante hepático en España. LLUIS GENE FOTO: AFP / VÍDEO: GETTY
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el Hospital Clínic han abierto una investigación interna sobre la donación de un hígado al exjugador del Barça Éric Abidal, en 2012. La donación, aseguran, estaba “acorde con la legislación vigente y los protocolos clínicos habituales” en donantes vivos. Unas llamadas intervenidas por la Guardia Civil al expresidente del Barça Sandro Rosell apuntaban a la posible compra ilegal del órgano.
El juzgado de instrucción 28 de Barcelona archivó el pasado mes de abril la causa abierta por la posible compra ilegal del hígado para Abidal. En tres llamadas, avanzadas por El Confidencial, se ponía en duda que el donante fuese el primo de Abidal, de nombre Gerard y como dijo el jugador, y se aseguraba que se había comprado el órgano.
El juzgado recibió entonces el caso por parte de la Audiencia Nacional, que se inhibió, y envió una comisión rogatoria a Francia para contrastar si el donante había cobrado o no y las circunstancias del proceso. Las autoridades francesas aseguraron que el tipo penal no se correspondía con el de España, y después de recibir esa información, el juzgado archivó el tema sin practicar más diligencias, según fuentes judiciales consultadas por EL PAÍS.
Hace un año que el juzgado tenía sobre la mesa los indicios sobre la presunta compra irregular, según fuentes policiales. Hasta el momento, las diligencias que se habían llevado a cabo por parte de la Guardia Civil eran comprobar la identidad del donante del hígado e informar a la juez. En las conversaciones, Rosell, habla con un tal Juanjo que critica el comportamiento hacia la Junta por parte de Abidal, y se queja: “Es que va contra nosotros, a este tío le compramos un hígado ilegal”. Rosell asiente, y su interlocutor añade: “Y vendimos que era del primo. ¡Qué era del primo!”. Y Rosell acaba dándole la razón: “sí, sí, sí”. En total son tres las llamadas que apuntan al presunto fraude.
La defensa de Rosell asegura que hasta el momento “no tiene conocimiento de los hechos”. “Ni de si son ciertos, ni qué juzgado instruye, ni por qué no se tiene conocimiento un año después”, según un comunicado remitido a los medios. Y señalan que resulta “del todo extraño pensar que se pueda comprar un hígado ilegal y trasplantarlo en un hospital público”.
Aunque archivada, la causa sobre el transplante de Abidal, que se produjo en 2012, señala a Sandro Rosell, al propio Abidal, al entorno del expresidente del FC Barcelona y al club en sí mismo. Josep Maria Bartomeu, actual presidente de la entidad, miembro de la junta directiva de aquel y su sucesor en el cargo, aparece citado en las conversaciones interceptadas por la Guardia Civil. Además, la persona que figura en las conversaciones intervenidas sería Juanjo Castillo, otro empleado del club.
Se trata de conversaciones que efectivamente se produjeron, según ha podido contrastar este diario, charlas subidas de tono y en las que se hace referencia a los enfados que se derivaron en el entorno de Rosell después de que Abidal acusara al club no solo de no haberle querido renovar el contrato una vez recuperado de la operación, sino también de no haberle pagado durante el tiempo que estuvo de baja. Si bien, las fuentes consultadas niegan saber exactamente cómo se gestionó aquel transplante en 2012 ni qué papel jugaron los servicios médicos de la entidad. Las acusaciones del jugador, por otro lado, se matizaron meses después. “Ambas partes confirman que el club ha cumplido debidamente con los compromisos contractuales que mantenía firmados con el jugador francés”, explicaba un comunicado oficial del Barça en una réplica que fue consensuada con el jugador.
Aquello sucedió en el año 2013, meses después de que el jugador dejara el club. Abidal estuvo junto al expresidente Joan Laporta en el último proceso electoral, el año 2015, presentado como el futuro secretario técnico, pero las elecciones las ganó Josep Maria Bartomeu. Curiosamente, este mes de junio el exfutbolista se incorporó a la entidad como nuevo secretario técnico. El cargo al que ya quiso optar tres años atrás. En un comunicado remitido este mediodía, el Barcelona “desmiente rotundamente cualquier irregularidad, como ya ha hecho el mismo interesado y los responsables del Hospital Clínic de Barcelona”. El club añade que “las informaciones publicadas perjudican la honorabilidad de Eric Abidal, de las organizaciones vinculadas a los transplantes, del FC Barcelona y de su expreisdente, Sandro Rosell”. Además, reafirma, en las últimas líneas de la nota su compromiso con su actual secretario técnico y la fundación de este, que lleva su mismo nombre, fue constituida en 2013 y busca “contribuir a mejorar la vida de otras personas”, especialmente niños y jóvenes enfermos, a través del fútbol.
Permisos “en regla”
Tanto el hospital Clínic, donde se realizó la intervención, como el Departamento de Salud han insistido en que toda la documentación requerida para un trasplante hepático de donante vivo estaba en orden. “Todos los permisos estaban en regla”, han dicho fuentes de Salud.
La donación de órganos de vivos es un proceso complejo y la ONT ha puesto en relieve hay controles a tres niveles (un equipo médico independiente del de trasplantes, el comité de ética del hospital y un juez) e para garantizar el altruismo y la voluntariedad en las donaciones. Para empezar, los médicos se encargan de identificar el grado de parentesco o vínculo emocional entre donante y receptor (a través de documentos de identidad, justificantes de vínculo familiar, etc.) y explicarle a ambos los requisitos normativos para llevar a cabo el trasplante.
Un equipo médico especializado se encarga también de someter al donante a una evaluación médica para determinar el riesgo biológico de la intervención. Además, los sanitarios realizarán una valoración ética y social para valorar el impacto económico de la donación (las bajas laborales o las pérdidas económicas) y constatar, en última instancia que se trata de una donación altruista, tal y como marca la normativa de trasplantes. Así, el donante tendrá que responder a cuestiones como por qué quiere donar, cuál es su situación económica, laboral y familiar o si conoce las consecuencias y los riesgos de la donación.
Cada caso pasa por el Comité de Ética del centro hospitalario que tiene que emitir una resolución positiva o negativa sobre la donación. Una vez el equipo médico comprueba que la decisión de donar ha sido tomada sin ningún tipo de coacción y de forma libre, el donante firma un consentimiento informado. Este documento tendrá que ser ratificado de forma expresa por el donante en un Juzgado. Allí, el donante tendrá que confirmar su consentimiento “de forma expresa, libre, consciente y desinteresada” ante el juez y en presencia del especialista que firma el certificado de salud del donante, el responsable del trasplante y quien autoriza la extracción en el centro hospitalario. El juez es quien expide, con la firma del donante, el documento de cesión del órgano, pero el trasplante no podrá realizarse hasta 24 horas después de la ratificación en el Juzgado por si el donante decide revocar el consentimiento.
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