SENEFRO 2018 presta especial atención a la prevención y mira a un futuro alentador
El XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología echan el cierre con la satisfacción de la organización por la asistencia y por los temas tratados.
Satisfacción. Fue la que mostró José Luño, presidente del Comité Organizador del XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología, este lunes, en su último día de celebración y poco antes de que terminara. Destacó que habían ampliado las expectativas que tenían. "El número de inscritos ha sido 1.400", informó. Consideró que es un número muy alto en relación con otros congresos de la S. E. N. El que coincidiera con el Iberoamericano hizo que se incrementara la asistencia de profesionales procedentes de Sudamérica, incluso de Norteamérica y de países del resto de Europa.
"Hemos repasado todo lo que hay de nuevo en la nefrología y nos hemos enfocado fundamentalmente en la prevención", indicó Luño. Según sus explicaciones a esta revista, las causas fundamentales de enfermedad renal en estos momentos son dos enfermedades: la diabetes y la hipertensión arterial. Ambas, de alguna manera, son prevenibles desde el punto de vista de la afectación renal. En el caso de la diabetes, que es la diabetes tipo II, la de la madurez, que es la causa más frecuente de enfermedad renal crónica, evitando la obesidad, el sobrepeso, con un estilo de vida saludable. "Se prevendría la obesidad y se prevendría el desarrollo de diabetes, con lo que sería la prevención primaria para prevenir la nefropatía", insistió. En el caso de que exista ya una diabetes, la prevención pasa por el control de la glucemia. "Hemos estado discutiendo nuevos fármacos que han aparecido en estos últimos años, que además de controlar bien la glucosa en la diabetes, permiten prevenir la progresión de la enfermedad renal crónica", declaró. Con respecto a la hipertensión, lo mismo, gracias a la aparición de fármacos que permiten controlar la presión arterial.
Otro tema importante, desde el punto de vista de Latinoamérica, que se abordó fue el de la aparición de una nueva enfermedad, en Centroamérica, que es la nefropatía mesoamericana. "Es una enfermedad muy devastadora. Es la causa, en este momento, más frecuente de enfermedad renal crónica, incluso de muerte, en Centroamérica, fundamentalmente en áreas como El Salvador", explicó. Es una enfermedad que afecta sobre todo a los cortadores de caña de allí. Se trataron las causas que puede tener la enfermedad, cómo prevenirla y los tratamientos.
Luño añadió que habían tenido la suerte de tener en el Congreso al investigador español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, profesor en el Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk de Estudios Biológicos en California, que de hecho fue nombrado miembro de honor de la S.E.N. "Es una de las personalidades más relevantes en el campo de la medicina regenerativa", sostuvo. "Es un tema fundamental, a pesar de que en la nefrología tenemos la ventaja de que los pacientes no se mueren del riñón. Tratamos a los pacientes, que no tienen nada de enfermedad renal, con la diálisis y el trasplante renal. Sin embargo, la diálisis no consigue toda la calidad de vida que quisiéramos brinda a los pacientes. El paciente tiene que venir al hospital tres veces a la semana. Estar con una fístula, pincharse con agujas muy gruesas y, encima, como no podemos sustituir todas las funciones biológicas del riñón, hay complicaciones. Y en el trasplante renal, que es la mejor solución, también necesitamos fármacos inmunosupresores nuevos, que sean muy eficaces y mejor tolerados", manifestó. Se realizó un taller de donación con el objetivo de transmitir la experiencia española a países de Latinoamérica, sobre todo en gestión de las listas de espera, "para que todo el mundo que tenga enfermedad renal crónica tenga acceso al trasplante renal en situación de equidad".
Sobre la conferencia de Izpisúa Belmonte, Luño dijo que, en un futuro próximo, de lo que se trata es de corregir biológicamente, a través de la regeneración de tejidos. "Se está trabajando en esto, no es una cosa que vaya a aparecer en unos pocos años, pero es el futuro que esperamos en un plazo lo menor posible", puntualizó. Así, el futuro es alentador. Los datos de los registros de pacientes con enfermedad renal crónica en diálisis y trasplante de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión, que engloba a todos los países de Latinoamérica, de la Sociedad Portuguesa y de la Sociedad Española de Nefrología cada vez son mejores: "Un mayor número de pacientes se están tratando con diálisis y trasplante. La supervivencia es mayor y la morbilidad cada vez es menor, pero tenemos que seguir avanzando. Si bien, sobre todo tenemos que prevenir". Si la diabetes y la hipertensión son las causas de más del 50% de los pacientes, y en algunas zonas como las Islas Canarias o México, bastante más del 50% de los pacientes que entran en diálisis, son enfermedades prevenibles. Habría miles de pacientes que no entrarían en diálisis si se previene la enfermedad con un estilo de vida más saludable. "Prevenimos la nefropatía diabética y, con tratamiento adecuado, la hipertensión arterial. Sería un tremendo ahorro socio-económico-sanitario y debemos insistir en este sentido", reflexionó.
Por último, propuso colaborar con Atención Primaria y con las autoridades sanitarias, "porque las campañas en el sentido de promoción de la salud de prevención de la diabetes y de la hipertensión son el reto más importante que tenemos en actualmente, no sólo en la nefrología sino en otras complicaciones asociadas a otras patologías". Son enfermedades crónicas en el momento en el que aparece una nefropatía diabética. Ésta no es reversible, pero se puede reducir la progresión de la enfermedad. Lo mismo sucede con el resto de enfermedades que producen afectación renal.
por IM Médico Publimas Digital s.l.
No hay comentarios:
Publicar un comentario