Cantabria consigue reducir un 11% los fármacos diarios en crónicos ancianos

No siempre una reducción tiene que significar menos servicios. El Servicio Cántabro de Salud ha concluido que un 40 por ciento de los medicamentos del 53 por ciento de pacientes mayores que tomaban diez o más medicamentos diarios era innnecesario. Por eso ha llevado a cabo un programa que ha reducido un 11 por ciento esta medicación.

Santiago Rego. Santander | 13/12/2011 00:00

José Santiago de Cossío, director gerente del Servicio Cántabro de Salud. (SCS)

Hasta un 40 por ciento de tratamientos potencialmente inadecuados y prescripciones innecesarias se han detectado en el Programa de Atención al Anciano Crónico Polimedicado, del Servicio Cántabro de Salud (SCS), que de 2009 a 2010 ha rebajado de 6,4 medicamentos diarios como cifra media a 5,7, lo que supone un 11 por ciento menos.

La mayor reducción se ha logrado en el número de pacientes que necesitaban veinte o más fármacos al día: de 141 a 35, es decir, un 75 por ciento menos

Además, un año después, el número de pacientes con diez o más medicamentos había disminuido de 9.792 a 6.741 pacientes, un 31 por ciento menos; los que estaban con quince o más medicamentos pasaron de 1.393 a 666 pacientes, es decir, un 52 por ciento menos, y los que figuraban con veinte o más fármacos al día se redujeron de 141 a 35 pacientes, lo que representa un 75 por ciento menos.

Se trata todavía de "una media -5,7 medicamentos al día- excesivamente alta, que hay que seguir intentando disminuir, puesto que la evidencia científica confirma que disminuir el número de medicamentos reduce también la probabilidad de reacciones adversas e interacciones medicamentosas; los ingresos hospitalarios por problemas relacionados con la medicación, e incluso la mortalidad del anciano crónico polimedicado", según los técnicos encargados del informe.

Disminuir el número de medicamentos reduce la probabilidad de reacciones adversas e incluso la mortalidad del anciano crónico polimedicado

El programa, liderado por la Unidad de Farmacología Clínica de Atención Primaria-Centro de Farmacovigilancia, del Servicio Cántabro de Salud (SCS), apunta que esta línea de trabajo es "una de las estrategias más eficaces en seguridad del paciente en la comunidad, al demostrar que minimiza los riesgos asociados con el manejo de medicamentos en pacientes mayores".

Al comienzo del programa, en Cantabria había 61.619 pacientes de 75 años o más, de los que están tratados el 88 por ciento -54.236 pacientes-, y la media estadística del número de medicamentos distintos por paciente era de 6,4, con un 18 por ciento -9.792 pacientes-tratados con diez o más medicamentos.

Un año después el número de pacientes con diez o más medicamentos había disminuido. La Unidad de Farmacología Clínica encontró, asimismo, que en el 53 por ciento de los pacientes que tomaban diez o más medicamentos, el 40 por ciento eran inadecuados, por tratarse de prescripciones que eran innecesarias.

Un tercer filtro
Gracias a un acuerdo alcanzado con el Colegio Oficial de Farmacéuticos, se han adherido al programa oficinas de farmacia para comprobar en el momento de la dispensación que el anciano crónico polimedicado conoce los medicamentos que está tomando y cómo los tiene que tomar. Éste sería, junto con el médico de familia prescriptor y Enfermería, que lleva a cabo la revisión sobre concordancia y cumplimiento, el tercer filtro para lograr evitar errores con la medicación.

La Unidad de Farmacología Clínica de primaria cuenta con una base de datos que permite monitorizar trimestralmente la media estadística del número de medicamentos distintos que reciben los pacientes crónicos mayores en Cantabria y desagregarla por zonas de salud y médicos de familia.

El programa se ha desplegado con tres líneas de intervención. La primera, realizando un envío trimestral a cada médico de familia de la media del número de medicamentos correspondiente a su cupo, la de su zona básica de salud y la del resto de compañeros, así como un listado de pacientes con diez o más medicamentos, a fin de orientar su intervención a aquellos ancianos que están con más fármacos.

Revisión periódica
La segunda línea ha consistido en una revisión periódica de la medicación: la realizada por el médico prescriptor, para garantizar que el paciente anciano crónico polimedicado cuenta con un registro por escrito, exacto y actualizado de su medicación, y la revisión a partir de la entrevista estructurada por parte de Enfermería sobre concordancia y cumplimiento.

Y la tercera intervención ha sido la formación de los equipos de primaria sobre criterios de medicación adecuada en el anciano y sobre prescripciones potencialmente inadecuadas. El siguiente paso ha sido un acuerdo de colaboración con el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria para comprobar al dispensar que el anciano crónico polimedicado conoce los medicamentos que está tomando y cómo los tiene que tomar.

Por último, el Programa de Atención al Anciano Crónico Polimedicado del SCS aborda la educación a la población diana con carteles para difundir el mensaje Más medicamentos no es siempre más salud, que se han colgado en todos los centros de salud de la comunidad.

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