El CNIO busca acercarse a las 'big pharma' y a más mecenas

Traslación y transferencia son dos palabras claves en el diccionario de María Blasco desde que asumió la dirección del CNIO. Satisfecha de los fondos públicos que recibe, cree que "hay que moverse más" para hallar nuevos mecenas y poder colaborar con grandes farmacéuticas.

José A. Plaza | 09/12/2011 00:00

María Blasco, en un momento de la entrevista con Diario Médico en su despacho del CNIO. (Lenda)

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) sigue dando pasos para consolidar el nuevo modelo que propone su directora María Blasco, que en pocos días cumplirá seis meses en el cargo. En un encuentro organizado por la Asociación Española de Bioempresas (Asebio) y Genoma España, Blasco ha reiterado la necesidad de potenciar la traslacionalidad y la transferencia tecnológica.

España nunca se ha caracterizado por primar la inversión en investigación, así que, con los tiempos que corren, medio mundo científico está con la mosca detrás de la oreja. Blasco es prudente, no se moja en exceso con el nuevo Gobierno y opta por un discurso clásico no exento de peticiones entre líneas: "En España será clave seguir contando con centros de investigación excelentes a nivel internacional que desarrollen programas de investigación punteros y que cuenten con recursos suficientes para dar estabilidad a la tarea investigadora". Con respecto a los posibles cambios que se produzcan a lo largo de 2012, afirma que "son cosas políticas y no sé si nos afectarán".

Recibimos buena financiación pública; debemos centrarnos más en activos privados, atrayendo a grandes farmacéuticas y nuevos mecenas

Incidir en el dinero privado

La directora del CNIO, que admite que la confianza social en la investigación en cáncer no es muy alta, sí destaca que "la mayoría de la población cree que la biociencia debe ser receptora de gran parte de los fondos que España destina a la investigación". No renuncia a las ayudas gubernamentales pero sabe que, más aún en crisis, hay que saber sacarse las castañas del fuego: "Recibimos una buena financiación pública. Donde debemos incidir es en lograr más activos privados y, para ello, debemos movernos mejor para que las big pharma y nuevos mecenas entren en el juego".

El CNIO, sin olvidar su origen como centro de investigación básica, quiere ganar terreno como agente de avances clínicos. Así lo atestigua la creciente potenciación del grupo de Terapias Experimentales, dirigido por Joaquín Pastor, y especialmente del de Investigación Clínica, dirigido por Manuel Hidalgo, "los más susceptibles de traslacionalidad". Junto con el Grupo de Biotecnología, coordinado por Fernando Peláez, forman un tridente del nuevo CNIO, en el que hay otra novedad importante: la creación de la Dirección de Innovación, liderada por Marisol Quintero.

Quién sabe si habrá más centros tipo CNIO y CNIC; espero que se replique su modelo de gestión basado en independencia y excelencia

Según ha explicado Blasco a DM, esta dirección permitirá "la transferencia, vía patentes, de los descubrimientos y moléculas encontradas por el CNIO, a empresas biomédicas y farmacéuticas para el desarrollo de fármacos y aplicaciones clínicas para el diagnóstico, prevención y el tratamiento del cáncer". Aunque no ha concretado cuántas patentes genera al centro, ha advertido de que "las patentes no son muy indicativas; sí lo son las licencias y, en este sentido, en sólo cinco años hemos creado dos empresas biotecnológicas".

Un modelo para replicar

En este proceso de transferencia cobran especial relevancia "posibles nuevas empresas que se generen a partir del CNIO". Bioncotech y Life Lenght son los dos primeros ejemplos de una vuelta de tuerca científica que espera traducirse en un cambio conceptual: "Caminamos hacia un centro de investigación que consiga tratar al paciente". La primera piedra, la colaboración con el Hospital de Fuenlabrada, ya está puesta; es probable que pronto lleguen más.

Mirando al futuro, ha aportado cierto grado de incertidumbre: "Quién sabe si habrá más centros como el CNIO o el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC)". A su juicio, es esperable que se trate de replicar su modelo de gestión, "basado en la independencia, la flexibilidad y la excelencia, que ha resultado ser un éxito en producción de ciencia de excelencia y competitiva internacionalmente".

PREVENCIÓN, DIAGNÓSTICO Y PRECLÍNICA

No cabe duda de que el centro dirigido por Blasco es una referencia mundial. Cada vez que sale una lista con los mejores centros de investigación, ahí está el CNIO, que lidera en España la obtención de becas del Consejo de Investigación Europeo y que produce el nueve por ciento de los artículos de alto impacto científico en España, por citar dos de los logros que más le gusta destacar a Blasco. Se codea con los mejores, pero lejos de conformarse con ello, Blasco lleva casi seis meses tratando de insuflar un nuevo aire al centro. Aunque ahora le toca gestionar, sus raíces siguen en el laboratorio (no he dejado de lado los telómeros, que son a su trabajo lo que los fagos han sido al de su mentora Margarita Salas) y no puede dejar de hablar lenguaje técnico: "La prevención y el diagnóstico marcarán los próximos años, pero avanzar en el desarrollo preclínico es básico; disponemos de varias dianas, como PI3K, PIM, ATR y C-Raf, que nos permitirán acercar en los próximos años el concepto de medicina personalizada y predictiva".

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