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ESPAÑA
SEGÚN EL IBH DE SEMERGEN
Aprender a comunicar, una tarea pendiente del plan de estudios del grado médico
La comunicación es la gran asignatura pendiente en la relación médico-paciente, un aspecto que no se enseña durante la formación de grado y que el facultativo tiene que aprender cuando ya se encuentra a los primeros pacientes en la consulta. Los expertos que han participado en el foro organizado por el Instituto de Bioética y Humanidades (IBH) de Semengen en Santander han reclamado a las facultades de Medicina un mayor componente humanístico en la formación de los estudiantes.
Santiago Rego. Santander - Jueves, 31 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
"La filosofía actual de la enseñanza de la Medicina en España tiene que cambiar de arriba abajo, pues no es la más adecuada. Para empezar, debería verse al paciente como un todo que piensa y padece y, además, potenciar en el médico las habilidades y técnicas de comunicación necesarias para que la relación con el enfermo sea mejor", ha señalado José Hernández Úrculo, médico de primaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y director del IBH.
Asimismo, "la excesiva burocratización, masificación y tecnificación de las consultas de atención primaria dificulta enormemente el desarrollo de la faceta humanística de los médicos de familia", insiste Hernández Úrculo, para quien las administraciones sanitarias son "las principales responsables de la estructura actual, en la que el médico debería gozar de mayor autonomía y disponer de más medios. Somos la puerta de entrada al sistema, pero también deberíamos ser la de salida".
Fernández Úrculo: "La burocratización y masificación de la primaria española dificulta el desarrollo de la faceta humanística"
Desde la Edad Media
Por su parte, Fernando Salmón, catedrático de Historia de la Medicina de la Universidad de Cantabria y presidente del Comité Científico de la European Association for the History of Medicine and Health, ha apostado por "una mejor comunicación con el paciente, basada en la confianza y una adecuada movilización de emociones positivas, como la alegría y la esperanza en la recuperación, que formaron parte importante de la formación de los estudiantes de Medicina desde la Edad Media". En este sentido ha apuntado que "la medicina académica de los siglos XIII y XIV fue capaz de racionalizar e incorporar los elementos básicos de toda relación de cuidado como parte de su aparato técnico. Independientemente de la idoneidad de los instrumentos de diagnóstico y de la prescripción de fármacos, el estudiante de Medicina aprendía que una parte importante de la cura era él mismo, además de la buena comunicación y la relación que fuera capaz de establecer con su paciente", ha destacado Salmón.
UN ESFUERZO CONJUNTO
La docencia de la Medicina tiene su historia, y ni siquiera el aparente éxito de la implantación del Plan Bolonia puede evitar que se mira hacia atrás para recuperar todos los valores positivos que debe personificar un médico del futuro. Según Luis Montiel, catedrático de Historia de la Medicina de la Complutense de Madrid, los llamados médicos románticos alemanes introdujeron un nuevo estilo de "medicina filosófica, revolucionaria y, aunque para muchos sin sentido, lo cierto es que vinculaba al ser humano con la naturaleza y capacidades psíquicas inexploradas. Eran médicos que permitían a sus pacientes explayarse por primera vez". José Francisco Díaz Ruiz, director de Organización y Docencia del IBH de Semergen, ha reclamado más formación en habilidades de comunicación desde el principio, para lo que pide un esfuerzo conjunto a administraciones, profesionales y universidades.
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miércoles, 30 de marzo de 2011
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