martes, 27 de mayo de 2014

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Europa se vuelca con la investigación en salud. Balance del Séptimo Programa Marco



Mayo de 2014 - Javier Granda Revilla

El Séptimo Programa Marco de Investigación de la Unión Europea (2007-2013) finalizó el pasado mes de diciembre, con un balance muy satisfactorio tanto para las autoridades europeas como para los investigadores. Un nuevo programa de ayudas, denominado Horizonte 2020, toma el relevo con el ánimo de fomentar la innovación, la colaboración entre países y entre instituciones público-privadas, con el objetivo último de lograr transferencia de tecnología de los laboratorios a la sociedad, convirtiendo así al continente europeo en un referente mundial en este ámbito

La Unión Europea ha invertido, dentro del capítulo «salud» del Séptimo Programa Marco, más de 6.000 millones de euros en 1.000 proyectos colaborativos internacionales de investigación e innovación en el campo de la salud, incluidos 270 millones para organizaciones españolas. En estos proyectos han participado unos 3.500 socios de 130 países.
Como explica Michael Jennings, portavoz de la UE en Investigación, Innovación y Ciencia, una de las novedades y de los puntos fuertes de la investigación en materia de salud apoyada por el Séptimo Programa Marco "es nuestra inversión de 1.000 millones de euros en la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores (IMI). Esta asociación público-privada nos ha permitido estimular el interés de las grandes empresas farmacéuticas europeas en torno a cuestiones sanitarias importantes, como la resistencia a los antimicrobianos, el cáncer, la diabetes o las enfermedades cerebrales. Esta plataforma de colaboración reúne a empresas grandes y pequeñas, investigadores universitarios, reguladores y organizaciones de pacientes, entre otras instancias. Los resultados beneficiarán a los pacientes y garantizarán la competitividad de nuestra industria".
Otro gran ejemplo de este trabajo que recalca es la Cooperación de los Países Europeos y en Desarrollo sobre Ensayos Clínicos (CPEDEC). Junto con muchos países europeos y países del África subsahariana, esta iniciativa ensayó y desarrolló mejores tratamientos para el VIH/SIDA, la tuberculosis y el paludismo.
"La investigación realizada mediante estos diferentes programas aborda retos de salud, cuyas dimensiones son demasiado grandes para que se resuelvan por una sola empresa o un solo país y en los que el trabajo transfronterizo y en colaboración con otros resulta especialmente beneficioso. Entre estos retos figuran el incremento de las bacterias multirresistentes,  el aumento de la diabetes y otras enfermedades crónicas, la creciente carga de los trastornos cerebrales y las enfermedades mentales o las numerosas enfermedades raras que, en su conjunto, afectan a 30 millones de europeos", ha enumerado.
Como ha indicado el portavoz de la UE, "aunque, al estar gran parte de esta investigación en curso actualmente, no podamos en este momento ofrecer una evaluación final de sus logros y beneficios, sí estamos viendo ya grandes resultados". Entre otros, destacan prometedores candidatos a nuevos antibióticos, un desarrollo más rápido de fármacos para la diabetes, nuevos modelos para una mejor predicción de la toxicidad de los medicamentos, un mejor diagnóstico del paludismo con un revolucionario dispositivo portátil, una terapia para reducir a casi la mitad las infecciones del VIH/SIDA en los lactantes y un mejor conocimiento de los mecanismos del dolor crónico. "Asimismo, hemos logrado implicar a un número creciente de PYMES en nuestra investigación en materia de salud, lo que se ha traducido en más innovación relacionada con la salud, nuevos productos y nuevos empleos", ha añadido.
Apoyo a la innovación
Las autoridades comunitarias recalcan que es "fundamental" el apoyo de la competitividad y la innovación, que se sustancia en el  nuevo programa marco Horizonte 2020. Como señala Jennings, la innovación en materia de salud "tiene importancia para todos. Es también un elemento esencial de nuestros esfuerzos para relanzar la economía europea y crear crecimiento y nuevos puestos de trabajo. Sencillamente, no invertimos suficiente en investigación e innovación en materia de salud, en comparación con nuestros principales competidores globales. Las medidas para poner en orden las finanzas públicas son absolutamente necesarias, lo que significa que debemos ser muy inteligentes a la hora de invertir los recursos limitados que tenemos. La inversión en investigación e innovación, incluida la realizada en material de salud, ayudará a nuestras empresas a seguir siendo competitivas y nos permitirá afrontar los apremiantes retos del futuro".
Otro aspecto en el que se quiere incidir es en el fomento de las colaboraciones público-privadas y entre países miembros. En este sentido, Jennings recuerda que financiar avances en investigación e innovación en materia de salud "suele ser imposible para una sola empresa o un único Estado miembro. Necesitamos aunar esfuerzos y trabajos en asociaciones estructuradas ente el sector privado y la UE, y entre la UE y los gobiernos nacionales: esto se ha entendido por todo el mundo. Por ejemplo, la industria farmacéutica europea apoya firmemente tanto las actuales asociaciones de la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores como las nuevas previstas, y ha manifestado su pleno compromiso a dedicar sustanciales recursos financieros para ello. De este modo, invertir dinero público en estas asociaciones se traducirá en un presupuesto global mayor, lo que promete unos resultados en materia de salud mejores y mayores beneficios comerciales".
Expectativas de Horizonte 2020
La intención de las autoridades de Bruselas es que, en relación con la investigación en material de salud, Horizonte 2020 refleje plenamente el impulso de una mayor innovación y una focalización más decidida en los usuarios finales. "Nuestro objetivo, concretamente, es traducir la ciencia en mejores resultados de salud, desarrollar nuevos modelos y herramientas de salud y atención sanitaria, promover e impulsar un envejecimiento saludable y activo y por último, pero no por ello menos importante, hacer que nuestro sector de la salud y la atención sanitaria siga siendo competitivo", ha repasado Jennings.
Con esta meta, en los próximos dos años está previsto invertir hasta 1.200 millones de euros en proyectos colaborativos de gran calidad para dar aún mayor realce a la salud y la asistencia sanitaria.
"Esperamos que muchos socios españoles, entre ellos PYMES innovadoras, aprovechen esta oportunidad, soliciten nuestra financiación y formen parte de los proyectos ganadores. También planeamos lanzar pronto una segunda Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores (IMI2). Dotada de un presupuesto de más de 3.000 millones de euros incluirá financiación del sector privado y aportará más rápidamente la nueva generación de vacunas, medicinas y tratamientos a pacientes que tan urgentemente se necesita. Por último, estamos preparando el lanzamiento de CPEDEC 2, de 10 años de duración, que tendrá un mayor alcance, en comparación con sus predecesora, y apoyará el pleno desarrollo clínico de  productos médicos contra enfermedades relacionadas con la pobreza", ha anunciado.
Retos en salud en Europa
Para el portavoz de la UE, los motivos por los que en Europa ahora se tiene una esperanza de vida mayor se basan "en décadas de investigación, la excelencia de nuestros investigadores y la mentalidad innovadora de nuestras empresas. Es un logro maravilloso, pero tiene sus propios retos. El envejecimiento de la población de Europa significa también que la carga de las enfermedades crónicas y degenerativas cada vez es mayor. Es preciso encontrar vías para responder a ambos retos, al tiempo que mantenemos bajo control nuestros costes y seguimos gestionando eficazmente nuestros sistemas de salud".
Al mismo tiempo, como recuerda, pese a que la atención sanitaria es el mayor sector de la economía de la UE, la industria biomédica de Europa está reduciendo su inversión en investigación. "Varias son las razones para ello: ciclos de desarrollo de producto más largos, un mayor riesgo de fracaso, aprobación regulatoria que lleva más tiempo... Producimos menos medicinas nuevas y a un mayor coste. Así que debemos lograr el triple de mantenernos a nosotros, nuestros sistemas de salud y nuestra industria y economía sanitarias en buenas condiciones. El programa Horizonte 2020 está concebido para abordar este reto y confiamos en que contribuirá a que se supere", ha pronosticado.
Un ejemplo de las numerosas iniciativas impulsadas por el Séptimo Programa Marco es el proyecto CancerDIP de estudio de los patrones epigenéticos del cáncer, que nació en enero de 2008 con el objetivo de unir los esfuerzos de los grupos de investigación líderes en Europa en el campo de la epigenética. La iniciativa está encabezada por Manel Esteller, director y jefe de grupo del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer (PEBC) del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell). Financiado con tres millones de euros, han participado 20 investigadores de España, Bélgica, Holanda, Alemania e Italia, organizados en seis grupos de investigación.
"El Séptimo Programa Marco aporta aquello que es necesario para llegar a la excelencia: los fondos de investigación en biomedicina que nos llegan tanto del Estado como de la Comunidad Autónoma son relativamente reducidos para poder a colaborar con otros países, nos permiten hacer una investigación más basal y sencilla. Pero, si queremos competir con los mejores laboratorios del mundo, necesitamos una financiación extra, que depende de Europa. Y, una forma de que llegue, son estos programas marco", ha explicado Esteller.
El investigador califica la experiencia como "muy buena", ya que le ha permitido hacer cosas "que no nos habríamos podido permitir hacer sin esta financiación de Bruselas, como CancerDIP, que precisaba de técnicas genómicas muy caras". Además, Esteller lidera el proyecto Curelung, que finalizará este mes de junio y aúna epigenética, genética, expresión, clínica y patología "y que nunca habríamos podido abordar sin el marco de este tipo de propuestas".
"Además de la financiación, que es fundamental, este tipo de iniciativas son clave, porque nos permite interaccionar con gente de otras especialidades con la que quizá no tendrías contacto: hemos estado en contacto, además de con expertos en epigenética, con genetistas, patólogos, oncólogos y bioquímicos de otros países y con un resultado muy enriquecedor. Y con un objetivo común, porque todos sabemos que el cáncer es una enfermedad de múltiples vías y sistemas, aparte de crear espíritu de unidad europea. Una consecuencia de estos contactos es la puesta en marcha de nuevos proyectos derivados", ha añadido.
El único aspecto negativo que señala Esteller es el exceso de burocracia pero, en cualquier caso, recalca que la experiencia es muy satisfactoria e indica "que ojalá hubiera más y no tuviéramos que esperar a estos programas que se hacen cada determinados años, como la de la ERC. Debemos seguir ahondando en este vía".
Jaume Bosch, jefe de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría-Instituto de Neurociencias del Hospital Clínico de Barcelona, ha terminado un proyecto –denominado Amphora– y está coordinando otros dos proyectos, todos centrados en las adicciones. "Contamos con un gran número de partners, lo que lo convierte para nosotros en particular en una experiencia muy enriquecedora, facilitando un muy interesante intercambio de experiencias, porque Europa tiene una gran variedad de patrones de consumo de alcohol, en el impacto social que esos consumos tienen y en las respuestas sociosanitarias que se dan", ha detallado.
Pese a que existen unos principios generales que deben tenerse en cuenta, existen diferentes alternativas de manejo de estas adicciones que muestran una mayor o menor eficacia. Como recalca el experto, "las conclusiones más destacadas del estudio Amphora son las acciones más eficaces no se pueden implementar con la misma facilidad en unos sitios que en otros: por ejemplo, es relativamente sencillo poner en el norte de Europa un incremento de impuestos a las bebidas y se convierte en algo sumamente difícil en el sur. Las tres mejores opciones son la reducción del impacto pasa por los precios, por restringir la accesibilidad y especialmente la publicidad".
El estudio Amphora sirvió también para repasar los diferentes patrones de consumo de alcohol de los jóvenes en el fin de semana en los distintos países europeos. "El fenómeno que aquí llamamos del botellón se está convirtiendo en un fenómeno prácticamente universal, porque prácticamente el 70 por ciento beben para intoxicarse y la mitad de lo que van a beber lo hacen antes de llegar a la discoteca o al pub", ha recordado.
Otro aspecto estudiado fue el impacto de la publicidad en jóvenes de 11 a 13 años, demostrando que la exposición a través de internet y eventos deportivos duplica un año después el consumo de alcohol. También debe destacarse que más del 80 por ciento de las personas con dependencia alcohólica en Europa no reciben tratamiento.
Potenciar la Atención Primaria
Un segundo estudio en marcha y que finalizará a finales de 2014, denominado ODHIN, está centrado en la implementación de intervenciones eficaces en Atención Primaria. "Pese a que sabemos que son eficaces, la realidad es que no se utilizan demasiado. Nosotros estamos estudiando cómo generalizar el uso del denominado consejo breve para facilitar la reducción de consumo en los bebedores de riesgo. Es un trabajo que está todavía en curso y, por lo tanto, no tenemos resultados. La estrategia pasa por añadir un estímulo financiero o instrumentos de internet para que el paciente lo pueda hacer en casa y así ahorrar tiempo al médico de AP", ha precisado.
En su opinión, los datos preliminares apuntan que si se le reconoce al médico el esfuerzo que hace con el consejo breve, se facilita que se implemente y es coste efectivo, con beneficios en la reducción del consumo que superan los costes que pueden suponer para el sistema incluir en la cartera de servicios la intervención breve.
ALICE-RAP, el tercer estudio, es el más grande, acrónimo de Addictions and lifestyles in contemporary Europe Reframing Addictions Project. Es una iniciativa a cinco años con un presupuesto de 10 millones de euros y en el que participan más de 150 científicos de toda Europa.
"Es muy ambicioso e intentamos reenmarcar el abordaje de las adicciones, con diferentes ejes siempre centrados en la evidencia científica: un primer dato que tenemos es que las adicciones legales como tabaco, alcohol o juego están excesivamente potenciadas. Nuestra sociedad permite que se fomente el uso de unas sustancias que, en sí mismas, van a engañar al cerebro y van a generar un consumo continuado y problemático. Y, por tanto, nuestra sociedad debería ser una mejor reguladora del acceso a estas sustancias", ha propuesto.
Respecto a las drogas ilegales, por el contrario, los investigadores de este proyecto han confirmado que las leyes prohibicionistas no solucionan problemas y aportan más. En su opinión, "nos vamos a los dos extremos: se fomentan unas drogas y se persiguen otras y ninguna de las dos alternativas que se potencian son eficientes desde una perspectiva socio-sanitaria. La solución está en una situación intermedia, buscando la regulación y no la liberalización".
Estas conclusiones han llevado a Bosch a estudiar las drogas desde un punto de vista mucho menos economicista, con un marco de trabajo centrado en el estudio del impacto de las drogas en el bienestar de la población: la seguridad, el impacto en la educación y en la realización profesional futura o en el bienestar familiar.
Proyectos que generan proyectos
El investigador coincide con Esteller en la idea de que el Programa Marco fomenta el contacto con expertos de otros campos y países, contribuyendo a su vez en la puesta de marcha de nuevos proyectos. "Enriquece no ya los proyectos, sino que da lugar a nuevas actividades y, efectivamente, ha adquirido una nueva dimensión europea. Es un salto cualitativo, porque pasamos de hacer un tipo de investigación más local a trabajar con los líderes mundiales en los temas que estamos tocando. En este momento, nuestros proyectos están al mismo nivel que los autores estadounidenses, cuando antes había unas diferencias muy grandes. Ahora podemos acceder a una masa crítica de investigadores muy relevante y a unos fondos de financiación con una dimensión muy superior a los que hemos podido acceder tradicionalmente", ha resumido.
Respecto al contacto con la empresa privada, según su criterio, se verá potenciado en las nuevas convocatorias de Horizonte 20/20 y en ese sentido, su grupo está presentando propuestas en esta línea.
Nueva herramienta de e-health
Antoni Gual, catedrático de Medicina de la Facultad y consultor senior del Servicio de Hepatología del Hospital Clínico de Barcelona-Idibaps, ha realizado dos proyectos dentro del Séptimo Programa Marco: uno ya ha terminado y otro está todavía en marcha. El primero es una red europea de estudio de enfermedades vasculares hepáticas y el segundo es una colaboración público-privada que cuenta con dos colaboradores: una empresa española de biotecnología y las facultades de Medicina y Bioinformática y Biotecnología de la Universidad de Bolonia.
"Necesitamos estos proyectos, porque ahora en España no hay dinero y hay que buscarlo donde sea: hay que aguzar un poco el ingenio, porque la Unión Europea busca retornos y complementariedad. Nosotros veníamos colaborando con una empresa privada y se nos ocurrió que uno de los avances que estábamos desarrollando –y que patentamos– podía ser objeto de un estudio mucho más amplio. Buscamos apoyo de la UE en noviembre de 2012 y fue fácil de conseguir, porque lo presentamos en enero de 2013 y en abril ya nos lo habían concedido, con la máxima calificación de la convocatoria", ha recordado.
El objetivo es crear una nueva herramienta de e-health para obtener información pronóstica y de estratificación de riesgo a partir de imágenes obtenidas por métodos no invasivos como la ecografía de hígado con contraste de perfusión. De este modo, se podrá obtener datos sobre el pronóstico de la enfermedad, el grado de progresión y el grado de hipertensión portal. "Es una forma de evaluación sencilla, no invasiva, que sustituiría a mediciones que precisan de mucha invasión como biopsias o cateterismos hepáticos", ha recalcado el experto.
El proyecto tiene como plazo para desarrollarse tres años y los investigadores se han puesto como reto elaborar una herramienta totalmente automática, con independencia del observador, y cuantitativa, permitiendo obtener resultados durante las exploraciones de rutina.
Además, el equipo de Gual está poniendo en marcha proyectos para presentar a la  convocatoria Horizonte 20/20 de 2015. "Todos estos trabajos nos han permitido bastantes sinergias, más incluso de lo sospechado, especialmente con el primer proyecto al que me refería: se ha creado una red europea muy productiva y una red española y un registro de enfermedades vasculares que está funcionando muy bien. Ahora pensamos que tiene la suficiente entidad para otro proyecto en sí mismo y estamos organizando un consorcio para presentar a la nueva convocatoria", ha anunciado.
Cambio en la manera de trabajar
En su opinión, la principal dificultad en este ámbito es que los centros españoles no están habituados a gestionar este tipo de proyectos, diferentes a los que se manejan en nuestro país. "Los investigadores encontramos una cierta dificultad a veces para hacer que estos proyectos fluyan, pero supongo que es cuestión de tiempo el que la parte administrativa de nuestros centros se habitúen a trabajar de este modo más complejo. Y espero que en un par de años sea un trabajo rutinario", ha concluido.

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