GRADOS DE MEDICINA
"Quizás la acreditación de nuevos centros podría ser más rigurosa"
El director de la Aneca, Rafael van Grieken Salvador, admite que el informe para decidir si se abre una facultad de Medicina se basa sólo en la memoria que remite el centro aspirante.
Francisco Goiri. Madrid. | fjgoiri@diariomedico.com | 05/05/2014 00:00
Rafael van Grieken Salvador posa en su despacho de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad. (José Luis Pindadp)
VISTA:
Rafael van Grieken Salvador dirige la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), el órgano encargado de acreditar y reacreditar las facultades, títulos (de grado y máster) y profesores universitarios. En plena marejada por la proliferación de facultades de Medicina (desde 2003 se ha pasado de 28 a 40), decanos y estudiantes vuelven los ojos a la agencia exigiendo más rigor en la acreditación de nuevos títulos y, a la vez, mayor flexibilidad en la habilitación de los docentes clínicos. La suave cadencia verbal, que delata su origen venezolano, es compatible con el rigor que Van Grieken pone al hacer una afirmación que quiere dejar muy clara: "La Aneca no autoriza la creación de centros ni plazas de Medicina, porque eso compete a la Conferencia General de Política Universitaria [Educación y autonomías]. La agencia se limita a constatar, con criterios exclusivamente técnicos, que la facultad que pide una nueva titulación reúne las condiciones necesarias para impartir ese grado con las plazas que han autorizado las autonomías. No valoramos si 80 ó 120 plazas son muchas o pocas, nos limitamos a constatar que esa facultad está preparada para impartir Medicina a esos 80 ó 120 alumnos". Tan estricta es esa separación que, en ocasiones, "he llegado a reñir a algún representante de nuestras comisiones académicas cuando plantea que determinada titulación tiene ya demasiadas plazas. Eso no nos compete".
El trabajo de la Aneca se divide en 3 fases: verificación inicial (concesión o no de la acreditación para impartir un título), seguimiento de esa verificación, y reacreditación o renovación del título, "un proceso que, en el caso de los grados, se hace cada 6 años, y en el de los másters, cada 4. En Medicina, al ser un título de 360 créditos (6 años), la reacreditación es cada 8 años, de forma que ningún grado de Medicina se ha sometido todavía a un proceso de reacreditación desde su adaptación a Bolonia. Será obligatorio para todos a partir del curso 2014-2015".
sobre el papel
La verificación o acreditación inicial se hace basándose exclusivamente en la memoria que la universidad aspirante a la titulación envía a la Aneca. "Es un proyecto sobre el papel y, por tanto, nuestras posibles correcciones son sobre ese documento. Tenemos que fiarnos de que la facultad tiene lo que dice que tiene y, obviamente, hay universidades, con raigambre y tradición docente, que no merecen ninguna duda, y otras, más jóvenes, que tienen que ganarse esa credibilidad. Es verdad que en Medicina ha habido en los últimos años mucha proliferación de títulos privados y que la credibilidad de los centros acreditados debe ir consolidándose en las fases de seguimiento y de reacreditación, pero en España, a diferencia de Austria, por ejemplo, no hay legislaciones diferentes para universidades públicas y privadas. Aquí el listón es único, y ése es el que seguimos en la agencia".
La verificación o acreditación inicial se hace basándose exclusivamente en la memoria que la universidad aspirante a la titulación envía a la Aneca. "Es un proyecto sobre el papel y, por tanto, nuestras posibles correcciones son sobre ese documento. Tenemos que fiarnos de que la facultad tiene lo que dice que tiene y, obviamente, hay universidades, con raigambre y tradición docente, que no merecen ninguna duda, y otras, más jóvenes, que tienen que ganarse esa credibilidad. Es verdad que en Medicina ha habido en los últimos años mucha proliferación de títulos privados y que la credibilidad de los centros acreditados debe ir consolidándose en las fases de seguimiento y de reacreditación, pero en España, a diferencia de Austria, por ejemplo, no hay legislaciones diferentes para universidades públicas y privadas. Aquí el listón es único, y ése es el que seguimos en la agencia".
- "Debemos fiarnos de las facultades, y hay universidades con mucha raigambre y tradición docente, y otras, más jovenes, que aún tienen que ganarse esa credibilidad"
El director de la Aneca admite abiertamente que esa verificación inicial "quizás exigiría un punto más de rigor, porque es verdad que el papel lo aguanta todo, pero es el procedimiento que se sigue en la mayoría de los países europeos". Además, Van Grieken está convencido de que cualquier posible laguna, de haberla, se solventa en la fase de reacreditación, éste sí, "un procedimiento muy riguroso, donde un panel de expertos (formado, en el caso de Medicina, por 2 médicos, un estudiante y un secretario) se desplaza al centro, entrevista a profesores, estudiantes, personal de la facultad y empleadores de los egresados para constatar que los resultados obtenidos en los 8 años de vida de la titulación se adecuan a la memoria que se envió en la fase de verificación".
En el caso de Medicina, además, la Aneca aspira a que esa primera reacreditación obligatoria tras Bolonia vaya más allá: "Plantearemos a los centros que hagan un esfuerzo adicional para sumar a la acreditación nacional la de la World Federation for Medical Education, lo que daría al grado un sello internacional".
El riesgo de plegarse a otros intereses
Además de la Aneca, que opera y tiene competencias en 7 autonomías, hay 10 agencias autonómicas que, según Van Grieken, "funcionan con los mismos criterios que la Aneca en sus comunidades". La acreditación del profesorado compete exclusivamente a la agencia central, pero la de centros y títulos es responsabilidad de las regionales. Van Grieken admite que "la proximidad con las autoridades de su comunidad puede ser un foco de riesgo para posibles interacciones de criterios técnicos con intereses políticos, pero a ese riesgo no es ajena tampoco una agencia nacional, y, desde luego, confío en el rigor de todos".
"La experiencia del médico debe pesar más para lograr una plaza de profesor"
El director de la Aneca asegura que no es ajeno al lamento de los rectores y la Conferencia de Decanos sobre la falta de profesorado clínico en las facultades de Medicina. Admite que los criterios para la acreditación de profesores titulares vinculados (que comparten tareas asistenciales y docentes), donde se puntúa por igual la experiencia, la docencia y la investigación, "se han hecho con parámetros generales, para todos los grados, y con unas gafas exclusivamente académicas. Si no flexibilizamos esos criterios para el grado de Medicina, si no nos cambiamos las gafas, podemos perder un capital muy valioso de gente con experiencia clínica en los claustros". Si la situación no es alarmante, como denunciaba en las páginas de DM el presidente de la Conferencia de Rectores, "está muy cerca de serlo, pero ya estamos trabajando para mejorarla. La Aneca ha comenzado a estudiar la posibilidad de otorgar más peso a la experiencia profesional del médico a la hora de valorar los criterios de acreditación docente, pero la última palabra la tiene la Conferencia de Política Universitaria".
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