#MiPrioridadEnSanidad. Joan Carles March: tu voto puede ayudar a mejorar tu salud

Joan Carles March, salubrista, es la última firma en la serie de colaboraciones de 10 profesionales 2.0 para el especial #EleccionesDM. Al hablar de #MiPrioridadEnSanidad, lo tiene claro: quien gobierne influirá en la salud ciudadana. Lea también la opinión de Vicente Baos, Azucena Santillán Mónica Moro, Josema Martínez, Miguel Ángel Máñez, Raquel Blasco, Mónica Lalanda, Rafael Timermans y Raúl Calvo.

Director de la Escuela Andaluza de Salud Pública | 03/12/2015 10:39

Joan Carles March, director de la Escuela Andaluza de Salud Pública (DM)

"La formación de profesionales tiene que estar coordinada, liderada desde lo público y no dejada al albur de la industria"

Para hablar de elecciones y salud y contar#MiPrioridadEnSanidad para #EleccionesDM, dos artículos son para mi de cabecera, para poder votar con criterio. Uno es el que escribieron Rafa Cofiño y Javier Padilla en el 2011 ante el #20N; el otro, el documento "Posicionamiento de SESPAS en el año electoral de 2015: Protege tu salud con tu voto".

A través de su post, Cofiño y Padilla señalan cómo la orientación del voto hacia una ideología conservadora puede producir un aumento de las desigualdades sociales, de la pérdida del protagonismo de las instituciones públicas como garantes de esta igualdad y un debilitamiento de los sistemas de sanidad y educación públicos. Y comparten algunas reflexiones para ayudar a la toma de decisiones:

En el año 2009, Nancy Krieger de la Universidad de Harvard, realizó una revisión de la evidencia disponible sobre cómo afectan los determinantes políticos en las desigualdades en salud. Entre las conclusiones del artículo agrupa 4 grandes factores políticos.

La evidencia, según él, indica que la transición a una economía capitalista y la estructura neoliberal probablemente incrementan las desigualdades en salud, los estados de bienestar están asociados de forma inconsistente y que la incorporación política de grupos raciales/étnicos, indígenas o de género que habían permanecido discriminados, las reduce.

A. Espelt, de la ASP de Barcelona, señalaba que "La salud de las personas, igual que otros aspectos de su calidad de vida, está relacionada con las políticas y leyes que establecen los partidos que gobiernan en su país.

De este modo, el partido que gobierna un país durante un largo período de tiempo será determinante para el estado del bienestar del país, reflejándose entre otros indicadores, en los de desigualdad social y de salud". Se concluye que "los indicadores de estado de bienestar, de mercado de trabajo y de riqueza de país, son mejores en los países que han tenido mejores políticas retributivas".

Junto a estas reflexiones, el documento de Sespas plantea:

Volver a la senda de la universalización de la salud: El sistema nacional de salud universal, gratuito, y financiado por impuestos. Contribuir a que se cumpla el objetivo de que toda persona, sin discriminación por ningún motivo como su género, edad, orientación sexual, religión, capacidad económica u origen geográfico, tenga acceso a unos servicios de salud de calidad, oportunos, accesibles, aceptables e integrales.

Desarrollar la Ley General de Salud Pública 33/2011, garantizar salud pública en todos los territorios que no ha sido desarrollada por el gobierno de España.

Sólo financiar con dinero público actuaciones basadas en suficiente evidencia científica. Sería un momento ideal para limitar la cartera de servicios a aquellas que se basan en suficiente evidencia científica. Esto aumentaría notablemente la eficiencia económica y sanitaria del sistema.

Salud en todas las políticas, la importancia de la educación. Todas las políticas de los gobiernos deben armonizarse para que tengan sinergias entre sí y maximicen los beneficios sociales y en salud y reduzcan los efectos negativos en las personas y en el medio ambiente.

Entre todas las políticas, una educación que asegure la capacidad crítica, la posibilidad de madurez democrática y participativa es consustancial a la democracia y asegura las oportunidades para que las personas y las sociedades tengan bienestar y salud.

Más medidas frente al tabaquismo

Ya que las grasas trans, la sal y los azucares añadidos a la alimentación procesada e industrial también matan, es necesario implantar medidas de reducción del consumo de alimentos relacionado con una dieta desequilibrada, mediante advertencias obligatorias en la publicidad, un etiquetado más comprensible y una profundización en la legislación y las políticas que faciliten el acceso a la dieta mediterránea, especialmente a los estratos más desaventajados de la población

Reducir el tráfico en las ciudades y activar a las personas

La prevención de la violencia de género es una prioridad de salud pública

Priorizar la lucha contra el desempleo y reducir su impacto es priorizar la salud, renta mínima saludable: Se ha documentado científicamente el efecto negativo que el desempleo tiene sobre la salud.

Equidad, desarrollar una estrategia nacional de reducción de desigualdades en salud

Medidas contra el cambio climático como el desarrollo del Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente para España

Para una mejora de la Salud Urbana: derogar la Ley 27/2013, de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local y abogar por el fortalecimiento de los recursos de salud pública existentes en algunas ciudades españolas, a la vez que se establezca su coordinación estable e inserción funcional en las redes de salud pública regionales y estatales y en los planes y programas de salud pública correspondientes

Posicionarse en contra del acuerdo de libre comercio conocido como Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) ya que genera incertidumbre por los riesgos (el acceso a los medicamentos y la capacidad regulatoria gubernamental de productos como el tabaco, los alimentos ultra-procesados y el alcohol) que sus disposiciones plantean para la salud de la población. Asimismo existe el riesgo de que el Tratado pueda afectar también a los sistemas públicos de asistencia sanitaria en Europa, erosionándolos notablemente.

Mejorar el gobierno de la salud y de los sistemas de salud: El Gobierno y las Comunidades Autónomas deben garantizar la eficacia gubernativa tanto en su ámbito interno como en la cooperación interterritorial, con una mayor profesionalización de la gestión para un liderazgo con h-alma y una gestión de los equipos profesionales que tengan en cuenta lo emocional. Y para eso la participación real de profesionales es clave.

A estos puntos me gustaría añadir cuatro aspectos:

Uno ligado a los pacientes, su participación y empoderamiento, un segundo reforzando el papel de la formación y la investigación y un tercero sobre la atención primaria.

Las estrategias de empoderamiento del paciente, de una participación real de la ciudadanía son básicas y necesita un cambio en la práctica importante y radical. La formación de profesionales tiene que estar coordinada, liderada desde el sistema sanitario público y no dejada al albur de la industria farmacéutica.

Asimismo, potenciar la investigación en salud pública y en atención primaria debe ser un punto clave en un entorno de incrementar el dinero dedicado a I+D+i. Además, incrementar de forma importante el dinero dedicado a la atención primaria, si realmente queremos que ésta sea el eje vertebrador del sistema.

La clave es convertir a los/as profesionales de atención primaria (con un papel fundamental de los/as médicos de familia) en el eje de los problemas clínicos complejos cuando deban intervenir varios especialistas y, si esto no es posible, conseguir estar implicados en todas las decisiones que los especialistas puedan tomar sobre sus pacientes. Por último, no olvidar las nuevas tecnologías y la salud 2.0 a la hora de renovar los sistemas de salud.

Junto a estas reflexiones, puntos que nos parecen fundamentales que nuestro gobierno defienda en Europa:

March pide desarrollar la Ley General de Salud Pública y advierte de las incertidumbres que genera el TTIP

Contribuir a que se garantice el apoyo de la UE a la salud mundial por medio de la defensa pública de una mayor inversión de la Unión Europea, significativa y eficaz, en salud global, apoyando el objetivo de que el 0,7 % de la Renta Nacional Bruta vaya a la ayuda oficial para el desarrollo

Trabajar para que se garantice el desarrollo de una estrategia de salud global de la UE y asegurar la aplicación de las políticas de la UE en salud global que ya existen, asegurando que los acuerdos políticos, jurídicos y comerciales de la UE no se conviertan en barreras para el acceso a medicamentos que salvan vidas, diagnósticos o tecnologías para la prevención.

Apoyar las inversiones en investigación y desarrollo para nuevas y mejores tecnologías para la prevención y el diagnóstico y para nuevos tratamientos que combatan las urgentes amenazas a la salud mundial.

Esperemos que estas reflexiones sean útiles a la hora de votar.