La Fundación Pasqual Maragall crece gracias a sus 7.000 socios

Un tercio de los recursos de la Fundación Pasqual Maragall provienen de ciudadanos de varias autonomías. Su principal objetivo es investigar cómo prevenir el Alzheimer.

Karla Islas Pieck. Barcelona | karla.islas@diariomedico.com | 19/09/2016 00:00

Jordi Camí, director general de la Fundación Pasqual Maragall, en Barcelona. (Jaume Cosialls)

La Fundación Pasqual Maragall para la Investigación en Alzheimer nació en abril de 2008, por iniciativa del exalcalde de Barcelona y expresidente de la Generalitat de Cataluña, tras ser diagnosticado de esta enfermedad neurodegenerativa. Se trata de una entidad monográfica que está orientada a la investigación científica de las demencias y, en concreto, se centra en buscar la manera de intentar frenar su aparición en las personas afectadas muchos años antes de que aparezcan los primeros síntomas, ha explicado a DM su director general, Jordi Camí.

"Es una fundación que ha nacido y crecido en plena crisis económica, lo que nos ha obligado abuscar recursos privados para hacer posible el proyecto que hoy es una realidad", y que ahora incluye el estreno de las nuevas instalaciones del BarcelonaBeta Brain Research Center, que en un edificio de más de 4.000 metros cuadrados cuenta con instalaciones de primer nivel que estarán dedicadas exclusivamente a la investigación de la prevención del Alzheimer.

Uno de los principales impulsores de este proyecto es la Obra Social La Caixa, que aporta prácticamente un tercio de los cuatro millones de euros anuales de presupuesto que gestiona esta entidad. Otro tercio de los recursos provienen de becas y ayudas para la investigación, principalmente de proyectos europeos, y el resto es fruto de la generosidad de pequeñas entidades privadas que hacen aportaciones voluntarias y de personas que, a título individual, contribuyen a la causa con un promedio de 140 euros anuales.

En palabras de Camí, "para la Fundación Pasqual Maragall es muy importante el apoyo que estamos recibiendo de una red de casi 7.000 socios que crece cada vez más y en la que, además de gente de Cataluña, hay personas de Madrid, Galicia y el País Vasco". Aunque esperan poder recbir más ayudas públicas en el futuro, la fundación apuesta por que la mayoría de los recursos provengan de sus socios en los próximos años.

"Es una fundación que ha nacido y crecido en plena crisis económica, lo que nos ha obligado a buscar recursos privados para hacer posible el proyecto que hoy es una realidad"

Líneas de investigación
El proyecto científico de la Fundación Pasqual Maragall está centrado fundamentalmente en la prevención secundaria y primaria de la enfermedad de Alzheimer. "El nuevo paradigma proviene de la constatación de que estamos frente a una enfermedad que comienza 10 o 20 años antes de ser diagnosticada y del hecho comprobado de que los medicamentos nuevos que se han desarrollado en los últimos 15 años han fracasado cuando se administran en personas que han entrado en la etapa clínica de la enfermedad", ha explicado el director general de la fundación.

Esto probablemente se debe a que cuando comienzan a aparecer los síntomas el cerebro ya está muy deteriorado y ya es tarde para intentar frenar la evolución de la enfermedad.

A su juicio, "la observación de que mucha gente muere con un cerebro compatible con la neurodegeneración propia del Alzheimer hace pensar que en realidad no han tenido tiempo de desarrollar la enfermedad", y es precisamente en esta etapa preclínica sobre la que ahora se pretende incidir.

"Queremos saber qué factores precipitan la aparición de las alteraciones biológicas para intervenir y frenar el proceso antes de que sea demasiado tarde para ello"

Entre los objetivos de la investigación de la entidad destaca el estudio de la historia natural de esta patología, así como de los factores que precipitan la aparición de alteraciones biológicas; "y, evidentemente, intervenir y frenar este proceso biológico antes de que sea demasiado tarde".

El principal proyecto de la fundación se llama Alfa y consiste en una cohorte que actualmente congrega datos de 2.734 participantes sanos de entre 45 y 75 años de edad, muchos de ellos familiares de pacientes con Alzheimer.

A todos ellos se les han realizado pruebas para valorar sus funciones cognitivas y se les han recogido muestras biológicas con la intención de realizarles seguimiento periódico "de por vida".

Además, a algunos subgrupos de estos participantes sanos se les realizarán también pruebas de neuroimagen con el objetivo de poder observar la evolución de su cerebro con el transcurso de los años, de forma no invasiva, en busca de nuevos marcadores de la enfermedad.
A algunos de ellos se les propondrá asimismo el estudio de líquido