LUCHA CONTRA EL TABACO
Aún faltan espacios sin humo, subir precios y financiar terapias
El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo advierte del parón de España en la lucha antitabaco e insta a nuevos pasos como declarar coches y playas espacios libres de humo, subir los impuestos, adoptar el empaquetado genérico y financiar en las terapias antitabaco.
Laura G. Ibañes | Isabel Gallardo Ponce. Madrid | 18/06/2018 00:00
Autor: DM
"Hacerlo peor de lo que se ha hecho en los últimos años es difícil. Desde la ley de 2010, España no ha avanzado nada en la lucha contra el tabaco y se ha perdido una gran oportunidad con la trasposición de la directiva europea" de productos del tabaco, el pasado año, "que no ha incluido ninguna de nuestras aportaciones y ha hecho una trasposición de mínimos". Con estas palabras explicaba la semana pasada Francisco Rodríguez Lozano, presidente de la Red Europea de Prevención del Tabaquismo (ENSP), su desazón por "el parón que vive España desde hace años, que nos ha llevado de estar en cabeza en la lucha antitabaco al furgón de cola", según resumía la presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), Regina Dalmau.
Y es que, aunque las dos leyes antitabaco, la de 2005 y su reforma en 2010, supusieron un salto importantísimo en la lucha antitabaco para España, al desnormalizar el hábito tabáquico en la población creando espacios sin humo toda la hostelería, entre otras cuestiones, queda todavía mucho por hacer.
- Las sociedades piden a la Administración que se abstenga de aceptar donaciones de la industria tabaquera
Así al menos se puso de manifiesto la semana pasada en la mayor cumbre mundial de lucha antitabaco, que congregó a más de 400 ponentes de todo el mundo en el Hospital Clínico de Madrid. En ella, Laurent Hubert, director ejecutivo de Action on Smoking an Health, animó al nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez a adoptar medidas antitabaco "porque si al Gobierno del PSOE le importa realmente la equidad social y la igualdad debe importarle forzosamente la lucha antitabaco" porque el tabaco es una fuente de desigualdad social. Quien fuma actualmente es fundamentalmente la clase social más pobre, "y además lo que se gasta en costes sanitarios del tabaco significa dinero público que no puede dedicarse a otras cuestiones como becas".
A esto se añade la cuestión de género si se tiene en cuenta que actualmente "hay ya un punto en el que las niñas fuman más que los niños, lo que resulta muy preocupante porque se ha comprobado que los mecanismos para dejar de fumar y el éxito en los intentos de abandono del tabaco es menor en las mujeres que en los hombres", añade Dalmau.
Amparándose en este nuevo argumento de reducir las desigualdades sociales y también en el de "defender los derechos humanos que implican el compromiso de los países de garantizar a todas las personas el derecho a gozar del máximo nivel alcanzable de salud física y mental" y de "defender los derechos de los niños" a no estar sometidos a humo del tabaco, los expertos instan a España adoptar nuevas medidas en la lucha antitabaco.
- Si se imputasen todos los costes en años y calidad de vida que tiene, el tabaco costaría 115 euros para los hombres y 80 para las mujeres
No en vano, aunque la ley de 2010 tuvo su efecto y la tendencia era ya a la baja, se ha producido cierto repunte en el número de fumadores jóvenes y las prevalencias son todavía lo bastante altas (23 por ciento de la población mayor de 15 años es fumadora, con tasas que llegan al 27,6 por ciento en hombres y 18,6 por ciento en mujeres) como para situar a España todavía en el tercio superior de Europa en porcentaje de fumadores, concretamente en el noveno puesto.
Incumplimiento de la ley
¿Qué cabe hacer a partir de ahora? En opinión de Rodríguez Lozano lo primero es "cumplir la ley" y el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, que suscribió España en 2005 y que supuso la hoja de ruta mundial para tratar de bajar la prevalencia del tabaquismo al 5 por ciento en 2040.
Según Rodríguez Lozano, los incumplimientos españoles de algunas cuestiones, especialmente las relacionadas con la independencia de la Administración frente a la industria tabaquera, han sido flagrantes en los últimos años "en los que hemos visto cómo la Administración se sentaba con la mesa del tabaco" amparando acuerdos de suministro del tabaco extremeño "o cómo universidades públicas aceptaban becas de compañías de tabaco por 20.000 cochinos euros o la Guardia Civil recibía donaciones de la tabaquera Philip Morris de 500.000 euros para sistemas de trazabilidad de productos del tabaco, como si fuésemos un país que precisa donaciones para sufragar sus cuerpos de seguridad".
- España está todavía en el tercio superior de países de la UE por porcentaje de fumadores
Además de cumplir la ley y el Convenio Marco de la OMS, las sociedades científicas instan a varias medidas concretas todavía pendientes en España: subir impuestos, adoptar el empaquetado genérico, añadir nuevos espacios sin humo y crear una red nacional para dejar de fumar que incluya financiación de terapias según los protocolos que se decidan.
Sobre los nuevos espacios sin humo, Dalmau insta a incluir entre ellos "playas, estadios deportivos, conciertos al aire libre y vehículos especialmente si viajan en ellos niños". En su opinión "los espacios sin humo que crearon las leyes se han demostrado eficaces así que, ¿por qué no ampliarlos? Rodríguez Lozano añade la necesidad de campañas de información "porque vemos muchas y muy eficaces sobre seguridad vial, pero no de tabaco pese a que cada año mueren 2.000 personas de accidentes de coche en España y 52.000 por culpa del tabaco".
Otra de las grandes medidas pendientes "es el empaquetado genérico, que es el último reducto de publicidad que le queda al tabaco", explica Dalmau, "y que se ha adoptado ya con éxito en varios países".
También faltaría una estructura nacional para ayudar a dejar de fumar, que incluyerafinanciación de tratamientos, que actualmente sólo existe en Canarias, Ceuta, País Vasco y Navarra y que se planea en Valencia. "No puede ser la ayuda para la cesación tabáquica dependa de lo que cada autonomía puede hacer", añade Dalmau.
La receta económica
El gran objetivo, con todo, es evitar el inicio del consumo entre los más jóvenes, más aún teniendo en cuenta que quien no fuma a los 21 años muy rara vez comienza a hacerlo después. Blindar a los jóvenes frente al tabaco y, consecuentemente, a todas las generaciones futuras, pasa inevitablemente por subir el precio del tabaco. Así lo cree Rodríguez Lozano, que explica que en España comienza a fumarse a los 13 años y "a ver qué niño es capaz de comprarse un paquete de tabaco a 8 euros como está en Francia", frente a los menos de 5 de España.
- Los cigarros de liar son el nuevo tabaco 'low cost' por sus menores impuestos
El economista de la salud Ángel López Nicolás, catedrático en la Universidad Politécnica de Cartagena, ha elaborado en la Conferencia Internacional de Control del Tabaco la receta económica que, en concreto, debería adoptarse para avanzar en la lucha contra el tabaco. En su opinión, hay que usar la red del SNS para ayudar a quienes quieren dejar el tabaco y habría que adoptar el empaquetado neutro porque "el paquete es uno de los soportes publicitarios más importantes en la actualidad y un empaquetado neutro contribuye a que el acto de comparar tabaco esté exento de cualquier tipo de glamour".
En lo que a impuestos se refiere, explica que "son sin duda una de las herramientas de prevención más importantes. Pero debe ser utilizada en conjunción con el resto de medidas de conocida efectividad: legislación de espacios sin humo, prohibición de la publicidad , educación en hábitos saludables etc".
En el caso de España cree que "se puede avanzar aumentando el impuesto mínimo especial sobre los cigarrillos y sobre la picadura de liar, pero para este segundo producto el ritmo de aumento debe ser más rápido a fin de cerrar la brecha en precios que otorga a los cigarrillos liados una ventaja en precio desaconsejable desde el punto de vista de la salud pública". Y es que los cigarrillos de liar se han convertido en los nuevos cigarrillos low cost que utilizaban las tabaqueras a principios de siglo para llegar a todos los segmentos del mercado.
Lejos de los menos de 5 euros que cuesta una cajetilla de tabaco en España, López Nicolás recuerda que "hay un ejercicio empírico bastante frecuente que consiste en valorar monetariamente los años (y calidad) de vida perdidos por el fumador típico y calcular cuánto costaría un paquete de cigarrillos si se imputasen esos costes al tabaco consumido a lo largo de su historial como fumador. Un estudio de este tipo para el caso español estimó que dicho coste ascendería, en dinero de hoy, a unos 115 euros en el caso de los hombres y 80 euros en el caso de las mujeres". Y eso aún sin tener en cuenta que los costes no recaen sólo en el fumador.
El ejercicio ayuda a dejar de fumar y a mantener la abstinencia
Sólo el hecho de fumar hace bastante probable que una persona sume otros hábitos poco saludables, como la inactividad física o una dieta inadecuada. Julio Basulto, nutricionista de la Facultad de Ciencias de la Salud de Vic, ha explicado a DM sobre su intervención en las jornadas del ENSP-CNPT, que "las personas que comienzan a comer bien y a hacer ejercicio son más proclives a dejar de fumar y viceversa". No obstante, "fumar engorda. Todo el que deja de fumar gana peso. Ese es uno de los motivos por los que muchas personas, en su mayoría mujeres, no dejan el hábito. Cuanto más tarden en abandonarlo, más peso ganarán".
Las probabilidades de éxito se multiplicarán por diez si el fumador pide ayuda médica o psicológica. En esa línea, Emilio Salguero, médico de Familia del Centro de Salud Valdepasillas, de Badajoz, forma parte de la Unidad Escuela de Estilos de Vida saludable en su centro, donde un equipo multidisciplinar de médicos y enfermeros se encarga del abordaje del tabaco, del ejercicio físico y de la dieta. "El ejercicio físico ayuda a dejar de fumar, a mantener la abstinencia más tiempo y a ganar menos peso", ha explicado Salguero.
No obstante, Salguero recomienda formar al médico de AP en el abordaje del tabaco y de la actividad física y otros hábitos de vida. "Un profesional no formado es un profesional no sensibilizado y no implicado".
Ejercicio sin tabaco
Basulto ha recordado que no existe ningún complemento alimentario o alimento que ayude a dejar de fumar o que compense los efectos negativos del tabaco. Además, entre las estrategias para evitar ganar peso al dejar de fumar, Basulto ha recomendado buscar ayuda profesional, anotar el peso diario, el ejercicio físico y lo que se ingiere, además de elevar el consumo de hortalizas, frutas y alimentos integrales".
Así cuando un paciente acude a la consulta de primaria para abandonar el tabaco "se encuentra en un punto de motivación. Podemos aprovechar, si la persona tiene sobrepeso o es inactiva, para intervenir brevemente sin olvidar el motivo de la visita, para ayudarle a corregir esos factores que también son fuente de enfermedad y de pérdida de calidad de vida". Salguero ha añadido que la presencia de un profesional de la actividad física o médico del deporte en los centros de salud ayudaría a mejorar la prescripción de ejercicio, que debe ser individualizada para cada paciente siempre evaluando la condición física. "Aparte del consejo general de aumentar la actividad física, los estudios indican que el ejercicio debería ser aeróbico, con una duración no menor de 60 minutos y de intensidad moderada; el fuerte tiene menos adherencia".
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