SOCIEDAD ESPAÑOLA DE URGENCIAS PSIQUIÁTRICAS
Educación e incentivos, medidas para reducir la contención mecánica en urgencias psiquiátricas
La contención mecánica es una medida de seguridad, no es nada terapéutico y su disminución impacta directamente en el ahorro económico; entre las medidas para reducir este proceso se encuentran la formación y los incentivos económicos.
Laura Pérez Torres. Málaga | 18/06/2018 12:12
José María Villagrán y Fermín Mayoral. (Laura Pérez Torres)
Las conductas agitadas y violentas suelen darse con cierta frecuencia en las unidades de hospitalización psiquiátrica. Generalmente, estas conductas son manejadas con técnicas de desescalada verbal, medidas ambientales y fármacos opcionales y cuando se llega a una situación de riesgo para alguna persona, se suelen adoptar medidas coercitivas como el aislamiento, la medicación forzada, la contención física o manual o la mecánica, según José María Villagrán Moreno, especialista en Psiquiatría y coordinador de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica de la UGC de Salud Mental del Hospital de Jerez de la Frontera, Cádiz, durante las IV Jornadas Nacionales de la Sociedad Española de Urgencias Psiquiátricas (Sedup), que se han celebrado en Málaga.
Entre las medidas llevadas a cabo en UHSM de Jerez para afrontar las situaciones de agitación con estrategias cada vez menos coercitivas, Villagrán ha enumerado "el liderazgo efectivo, un sistema de monitorización de los resultados, la inclusión de su reducción como objetivo del acuerdo de gestión (y por tanto ligado a incentivos), la facilitación del acompañamiento familiar durante el ingreso, revisar la coerción mecánica a las 2 horas en lugar de a las 4 y una disminución del índice de ocupación de la unidad". "El contexto y la relación entre el paciente y el staff es lo más importante", ha señalado.
Formación específica
Durante su intervención en la mesa Nuevos enfoques en la intervención en agitación psiquiátrica, el también vocal del Comité Coordinador de Ética de la Investigación Biomédica de Andalucía (CCEIBA) ha propuesto "la protocolización del tratamiento farmacológico de la agitación y una formación específica en técnicas de desescalada para todo el personal sanitario ya que las directrices actuales del manejo de la agitación apuntan a estrategias menos coercitivas, con mayor participación del paciente y con una tranquilización rápida sin sedación".
Por su parte, Fermín Mayoral Cleríes, psiquiatra del Hospital Universitario Regional de Málaga, ha insistido en que "la agitación es un síndrome médico frecuente tanto en el contexto ambulatorio como hospitalario y desde el punto de vista etiológico suele distinguirse entre orgánicas y psiquiátricas". "Su manejo es heterogéneo, se divide en tratamiento farmacológico y no farmacológico, pero el manejo de la agitación en una institución nos da su sello de identidad y debe ser proporcional porque de nada sirve matar moscas a cañonazos. Quizá a veces con situar al paciente en un lugar tranquilo, con intervención verbal, no haría falta inyectar directamente medicación", ha aclarado el especialista.
En opinión de Mayoral, "uno de los principales problemas actuales es el cómo medir la coerción, ya que es algo muy subjetivo. No tenemos escala, aunque muy pronto se va a publicar la primera escala para medir el grado expresado por el paciente tras ser sometido a coerción". En Andalucía se ha hecho un estudio desde julio a diciembre de 2016 y la variable que se ha elegido han sido las horas de permanencia en la habitación. "De media por centro hospitalario andaluz en este periodo han sido 1394 horas y se ha podido comprobar que existe una alta tasa de contención, una variabilidad enorme en los procedimientos y una falta de estrategia común", ha puntualizado.
En esta línea, Villagrán ha hecho hincapié en que el coste es directo si se reduce la contención mecánica. "Mantener cuatro horas a un paciente en esta situación cuesta más de 500 euros; si son 12 horas, más de 1000 euros. En nuestra unidad el coste total es de 280.000 euros anuales, por lo que trabajar en la reducción de este procedimiento nos puede ayudar a ahorrar dinero".
En opinión de Mayoral, "uno de los principales problemas actuales es el cómo medir la coerción, ya que es algo muy subjetivo. No tenemos escala, aunque muy pronto se va a publicar la primera escala para medir el grado expresado por el paciente tras ser sometido a coerción". En Andalucía se ha hecho un estudio desde julio a diciembre de 2016 y la variable que se ha elegido han sido las horas de permanencia en la habitación. "De media por centro hospitalario andaluz en este periodo han sido 1394 horas y se ha podido comprobar que existe una alta tasa de contención, una variabilidad enorme en los procedimientos y una falta de estrategia común", ha puntualizado.
En esta línea, Villagrán ha hecho hincapié en que el coste es directo si se reduce la contención mecánica. "Mantener cuatro horas a un paciente en esta situación cuesta más de 500 euros; si son 12 horas, más de 1000 euros. En nuestra unidad el coste total es de 280.000 euros anuales, por lo que trabajar en la reducción de este procedimiento nos puede ayudar a ahorrar dinero".
Los seis principales objetivos
Asimismo, el especialista de la UHSM de Jerez ha reseñado que "los seis objetivos de la atención psiquiátrica de urgencias son excluir las causas médicas de los síntomas, estabilizar rápidamente la crisis aguda, evitar la coerción, tratar en el escenario menos restrictivo, formar una alianza terapéutica y asegurar una disposición apropiada y un plan de cuidados al alta".
Además, ha reflejado algunos datos del estudio Formed, un registro sobre el protocolo de medicación forzada (MF) de la UHSM Jerez implantado el 1 de julio de 2017 y cuyos diez primeros meses ha arrojado resultados de un total de 211 pacientes ingresados y 248 episodios de MF frente a 75 de coerción mecánica. "Se denomina medicación forzada a toda orden de tratamiento en la que se administre medicación contra la voluntad del paciente, mostrando éste una oposición activa", ha aclarado José María Villagrán que ha concluido que "no está nada estructurado, ni tampoco estudiado".
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