jueves, 15 de octubre de 2009

La oncología, en el punto de mira de la farmacogenómica


Ana Morato

Diariomedico.com
ESPAÑA
SU GENERALIZACIÓN ESTÁ PREVISTA PARA EL AÑO 2020
La oncología, en el punto de mira de la farmacogenómica
La aplicación de la farmacogenómica, es decir, la ciencia que estudia los datos genéticos para comprobar el efecto de los fármacos en cada persona, podría darse de forma más habitual en España, entre el 2015 y el 2020. Así lo afirma el estudio “Farmacogenómica y Medicina Personalizada en la Sanidad Española”, llevado a cabo por la Fundación OPTI (Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial) y la Fundación Genoma España.


Beatriz Roselló Merino - Jueves, 15 de Octubre de 2009 - Actualizado a las 17:52h.

"Según la Organización de las Naciones Unidas, en 2050 se duplicará el número de personas mayores de 60 años y la esperanza de vida irá siendo cada vez más larga. Hay que reenfocar la atención médica para conseguir una buena calidad de vida con el menor costo posible", comenta Ana Morato, Presidenta de la Fundación OPTI.Ese es, en parte, el objetivo de la farmacogenética: personalizar por completo la administración de cada fármaco para aplicar la cantidad justa y que tanto la duración, como el precio del tratamiento, sean los adecuados.

La adaptación de la terapia a cada individuo, sería imposible sin obtener la secuenciación de su genoma y, para que esto se llegue a generalizar, es necesario que el precio de la misma baje. "El coste de la secuenciación del genoma está bajando cada vez más", explica Morato, "la previsión es que en cinco o diez años cueste 1000 dólares y que, además, se pueda realizar en un corto espacio de tiempo".

Conocer estos datos permitirá diseñar un fármaco específico para cada sujeto y evitar, de esta manera, los posibles efectos adversos. Según el estudio, los medicamentos actuales tienen una eficacia del 50 por ciento y además, existe un 20 por ciento de posibilidades de que produzcan efectos secundarios. "La genética ofrece la posibilidad de asociar las variaciones genéticas que tenemos con la capacidad de respuesta a determinados fármacos", señala.

Importantes aplicaciones en oncología
El campo de la oncología reúne varias características que la sitúan en el punto de mira de la farmacogenómica. Por un lado, la dosis es muy importante, debido a los efectos adversos de los fármacos utilizados y a la duración de la terapia.

"Al diseñar un tratamiento", explica Morato, "siempre nos basamos en que tenga el menor efecto secundario posible, con lo cual, hay personas que podrían absorber mucha más dosis y tener un tratamiento más efectivo; de la misma manera, hay personas más sensibles que reaccionan de forma distinta".

Así, la posibilidad de preever la eficacia de tratamientos de alto coste y larga duración, como es el caso de la quimioterapia, mediante el estudio genético, podría mejorar la calidad de vida del paciente, al evitar también los efectos adversos, e impedir un gasto innecesario.

"La relación coste-beneficio va a ser muy importante", asegura la presidenta de la fundación, "Si el tratamiento me va a costar 10.000 euros, pero a través de un estudio genético descubro que con una terapia de 5.000 euros voy a obtener los mismos resultados, me compensará realizar la inversión".

La necesaria colaboración entre sectores implicados
Según Ana Morato, para que estos proyectos se hagan realidad, "hace falta que todos los agentes implicados en la denominada cadena de valor del sector farmacológico colaboren". El proceso implicará, inevitablemente, a las agencias reguladoras de fármacos, al sector de la biotecnología, a la industria farmacéutica, a las empresas aseguradoras y al sector clínico.

Asimismo, se requerirá la colaboración entre los ministerios de Sanidad y de Ciencia e Innovación y las distintas Comunidades Autónomas.

La directora de la Fundación destaca dos elementos sobre los que España debe trabajar: las infraestructuras de investigación y desarrollo y la formación de nuevos perfiles, como es el caso de los expertos en biotecnología, en gestión de información o de los médicos especializados en genética.

"Hace falta adoptar las medidas necesarias rápidamente para que la gente comience a estudiar estas especialidades cuanto antes, ya que se necesitan entre cinco y diez años para poner a un recién titulado en el mercado", comenta Morato.

Para la directora general, esto es un lastre que pesa sobre España en comparación con "los países top del ranking": "En las universidades de Cambridge o de Oxford hace años que fue implantada la especialidad en biotecnología", afirma.

Por ahora, los países pioneros son Estados Unidos y el Reino Unido, pero, según Morato, España tiene todavía oportunidades para despuntar: "Aunque otros países estén más avanzados, aún estamos en la carrera de salida y el camino es largo y prometedor", asegura.

"Para ello hay que avanzar, tanto en el área científico-tecnológico, en el de la reglamentación (agilizando los procesos), en el de la explotación comercial de los equipos y en el de las colaboraciones sanitarias", recalca.

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