Otros frentes del conflicto sanitario
Andalucía, Cataluña y Asturias mantienen vivas las protestas por los recortes
El de Madrid no es el único conflicto de la sanidad española. Hay otros frentes abiertos, aunque fundamentalmente con protestas por los recortes presupuestarios y por cambios en la regulación laboral de los funcionarios. Los profesionales sanitarios de Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha o Cataluña también se movilizan.
Un enfermero del hospital Virgen del Rocío de Sevilla muy activo en las reclamaciones contra los recortes resume de forma muy gráfica la situación que se vive en este centro, el mayor hospital de Andalucía: “No faltan productos ni medicamentos, pero hay lo justo. Antes abrías la nevera y estaba llena de huevos. Ahora la abres y hay los dos huevos que necesitas ese día, parece que va a faltar, pero la verdad es que al día siguiente vuelve a haber los dos huevos que te hacen falta”.
El Gobierno de coalición de PSOE e IU en Andalucía nació en mayo de este año con un compromiso en materia sanitaria: ser el contrapunto a los recortes y las privatizaciones que ya arreciaban en las comunidades gobernadas por el PP. Pero la asfixia económica de la Junta obliga a ahorrar hasta el último euro. Para la Consejería de Salud, no hay recortes sino “planes de eficiencia”. Los profesionales no están del todo de acuerdo y están impulsando protestas contra Salud, aunque centran el foco en el recorte de personal y de salario. La mayoría de las jubilaciones no se suplen, tampoco muchas bajas, y la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas ha golpeado a los contratados eventuales, como está ocurriendo en el resto de España. En el mejor de los casos, como norma general, el SAS les ha reducido la jornada y el sueldo al 75%, pero muchos han vuelto a la bolsa de empleo.
La mayor movilización por ahora la han protagonizado los Especialistas Internos Residentes (EIR), los antiguos MIR. Los médicos en formación (unos 4.500 en Andalucía) han mantenido un largo pulso con el Servicio Andaluz de Salud en protesta por sus condiciones de trabajo y, sobre todo, por la decisión de la consejería de obligar a cumplir la ampliación de jornada laboral en las llamadas jornadas complementarias (como las guardias), que antes se pagaban aparte. Tras 16 días de huelga, los MIR han conseguido llegar a un acuerdo con la Junta en el que se atienden la mayoría de sus reivindicaciones. Un impulso para que los médicos de plantilla se planteen seguir sus pasos. Facultativos de las ocho provincias hablarán el 12 de enero sobre la posibilidad de convocar movilizaciones conjuntas.
Pero si hubo una comunidad pionera en las movilizaciones de sanitarios es Cataluña. Como pionera fue en meterle la tijera a todo el gasto social, incluida la Sanidad. El Gobierno de Convergència i Unió se estrenó con un recorte de un 10% en el presupuesto sanitario. Se dejaron de hacer los hospitales que estaban previstos, se inició una política de no sustituir bajas y ausencias y se cerraron centros de salud; lo que derivó en un incremento importante de las listas de espera. Así, los profesionales catalanes llevan 18 meses con conflictos de baja intensidad pero constantes. Un problema menos visible en los últimos dos meses, eclipsado por las elecciones y el conflicto soberanista.
En Asturias el problema es básicamente laboral. Los médicos llevan 33 jornadas de huelga en protesta por la aplicación que hace Asturias del decreto de ampliación de jornada del Gobierno central, por el que los facultativos deben trabajar unas 2,5 horas más a la semana. Con esto, más de 20.000 asturianos esperan para operarse y otros 96.000 para acudir a la cita con su médico especialista. También en Castilla-La Mancha y Castilla y León ha habido movilizaciones por los recortes. Aunque más puntuales.
Un enfermero del hospital Virgen del Rocío de Sevilla muy activo en las reclamaciones contra los recortes resume de forma muy gráfica la situación que se vive en este centro, el mayor hospital de Andalucía: “No faltan productos ni medicamentos, pero hay lo justo. Antes abrías la nevera y estaba llena de huevos. Ahora la abres y hay los dos huevos que necesitas ese día, parece que va a faltar, pero la verdad es que al día siguiente vuelve a haber los dos huevos que te hacen falta”.
El Gobierno de coalición de PSOE e IU en Andalucía nació en mayo de este año con un compromiso en materia sanitaria: ser el contrapunto a los recortes y las privatizaciones que ya arreciaban en las comunidades gobernadas por el PP. Pero la asfixia económica de la Junta obliga a ahorrar hasta el último euro. Para la Consejería de Salud, no hay recortes sino “planes de eficiencia”. Los profesionales no están del todo de acuerdo y están impulsando protestas contra Salud, aunque centran el foco en el recorte de personal y de salario. La mayoría de las jubilaciones no se suplen, tampoco muchas bajas, y la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas ha golpeado a los contratados eventuales, como está ocurriendo en el resto de España. En el mejor de los casos, como norma general, el SAS les ha reducido la jornada y el sueldo al 75%, pero muchos han vuelto a la bolsa de empleo.
La mayor movilización por ahora la han protagonizado los Especialistas Internos Residentes (EIR), los antiguos MIR. Los médicos en formación (unos 4.500 en Andalucía) han mantenido un largo pulso con el Servicio Andaluz de Salud en protesta por sus condiciones de trabajo y, sobre todo, por la decisión de la consejería de obligar a cumplir la ampliación de jornada laboral en las llamadas jornadas complementarias (como las guardias), que antes se pagaban aparte. Tras 16 días de huelga, los MIR han conseguido llegar a un acuerdo con la Junta en el que se atienden la mayoría de sus reivindicaciones. Un impulso para que los médicos de plantilla se planteen seguir sus pasos. Facultativos de las ocho provincias hablarán el 12 de enero sobre la posibilidad de convocar movilizaciones conjuntas.
Pero si hubo una comunidad pionera en las movilizaciones de sanitarios es Cataluña. Como pionera fue en meterle la tijera a todo el gasto social, incluida la Sanidad. El Gobierno de Convergència i Unió se estrenó con un recorte de un 10% en el presupuesto sanitario. Se dejaron de hacer los hospitales que estaban previstos, se inició una política de no sustituir bajas y ausencias y se cerraron centros de salud; lo que derivó en un incremento importante de las listas de espera. Así, los profesionales catalanes llevan 18 meses con conflictos de baja intensidad pero constantes. Un problema menos visible en los últimos dos meses, eclipsado por las elecciones y el conflicto soberanista.
En Asturias el problema es básicamente laboral. Los médicos llevan 33 jornadas de huelga en protesta por la aplicación que hace Asturias del decreto de ampliación de jornada del Gobierno central, por el que los facultativos deben trabajar unas 2,5 horas más a la semana. Con esto, más de 20.000 asturianos esperan para operarse y otros 96.000 para acudir a la cita con su médico especialista. También en Castilla-La Mancha y Castilla y León ha habido movilizaciones por los recortes. Aunque más puntuales.
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