Reforma sanitaria sí, pero contando con el médico

Los presidentes del Consejo de Estado y de Facme piden a Madrid y al resto de autonomías que busquen el "acuerdo y colaboración" de los profesionales.

F. Goiri/C. García Real | dmredaccion@diariomedico.com | 30/11/2012 00:00

José Javier Castrodeza con José Manuel Bajo Arenas

José Javier Castrodeza, director de Ordenación Profesional de Sanidad (izquierda), con José Manuel Bajo Arenas, presidente de Facme. (Luis Camacho)

Además de reunir a lo más granado de la sanidad, la cena que el miércoles sirvió de colofón a los actos que a lo largo de 2012 han celebrado el vigésimo aniversario de Diario Médico estuvo marcada por una constante apelación al diálogo para afrontar la encrucijada que vive el Sistema Nacional de Salud.
Si hubo una constante en los discursos que precedieron a la cena, se sustancia en una idea: el SNS necesita reformas que garanticen su viabilidad, pero cualquier cambio debe preservar la universalidad y calidad del sistema y debe hacerse con el concurso ineludible de los profesionales sanitarios.

A pesar de su llamada al consenso, Romay Beccaría puntualizó que "estaremos obligados a ofrecer la misma calidad con menos medios o con algunos ahorros"

Con la autoridad, conocimiento y experiencia que le otorga su condición de exministro de Sanidad, e investido de la solemnidad y peso específico de su actual cargo como presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría no pudo ser más claro en su petición: "Quiero lanzar una apuesta por que los grandes valores de nuestro Sistema Nacional de Salud, que garantizan la calidad de la asistencia, se mantengan con los excelentes médicos y profesionales sanitarios que lo forman como protagonistas.

Tenemos que conservar este valor entre todos, y seguro que lo haremos, pese a que los tiempos que corren nos van a obligar a ofrecer la misma calidad con menos medios o con algunos ahorros, con el objetivo de que el servicio sea el que ha sido siempre".

Adaptarse a los medios
Aunque dejó claro que su posicionamiento y petición tenían que ver con la situación sanitaria general, Romay Beccaría, máximo responsable de Sanidad en pleno proceso de las transferencias autonómicas (1996-2000), matizó que "en este contexto, es inevitable referirse a la situación de la Comunidad de Madrid, que está especialmente candente".

Bajo Arenas dejó claro que la premisa básica "en este contexto de enormes turbulencias es velar por que la calidad asistencial se mantenga en los términos actuales"

Con esta puntualización, y bajo la atenta mirada de la viceconsejera madrileña de Sanidad, Patricia
Flores, su mensaje mantuvo la misma claridad: "Hay que buscar el acuerdo y la colaboración de los profesionales con las autoridades sanitarias. Sin esos profesionales, no se pueden manejar los servicios, porque ellos son los verdaderos protagonistas de lo que ocurre en los centros".

Su apelación al consenso es, no obstante, compatible con el abordaje de unas reformas cuya necesidad no puso en duda. "Hay que conseguir lo mejor con los medios que hay -que son los que son-, optimizar recursos y medios tecnológicos y buscar la eficiencia, pero los profesionales han demostrado muchas veces que sienten el SNS como suyo, y seguro que serán los primeros en dar un paso al frente y conseguir que esos servicios sean viables".

Calidad ante todo
Apenas unas horas después de presidir una "intensa y productiva" Asamblea General de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), que abordó, entre otras cosas, el plan de Madrid, su presidente, José Manuel Bajo Arenas, también incidió en la necesidad de diálogo "en este contexto de enormes turbulencias que vive el sistema".

En su opinión, "velar por que la calidad asistencial del sistema se mantenga en los términos actuales, sin perder ni un ápice, debe ser el objetivo clave en un momento como éste, en el que estamos dirimiendo algo tan importante como si nuestro SNS seguirá regido por funcionarios y técnicos conocedores de él, si va a quedar en manos de gestores externos, o si buscará sinergias con el sector privado para ayudar a reducir listas de espera o quirúrgicas y garantizar su futura sostenibilidad".

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