La Sociedad Española de Epidemiología apoya el calendario de vacunaciones común y público
En la Reunión Anual de la SEE, en Sevilla, se resalta la importancia de la transparencia en las políticas de vacunación y de tener en cuenta a los profesionales sanitarios
El Médico Interactivo | 14 - Septiembre - 2016 14:00 h.
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) apoya la política de calendario de vacunaciones común y pública que existe actualmente en España, suscribe la necesidad del análisis que debe preceder a la introducción de nuevas vacunas y el establecimiento de sistemas de monitorización de los logros y repercusiones que éstas tienen. Así se pone de manifiesto en el documento elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Vigilancia Epidemiológica que la Sociedad Científica acaba de hacer público coincidiendo con su Reunión Anual en Sevilla, que se prolongará hasta el próximo viernes 16 de septiembre, donde se hablará de vacunas, de estrategias de trabajo y de brotes epidémicos como la tos ferina, la varicela o el sarampión.
La vacunación sistemática, tal como hoy la conocemos, tiene una trayectoria de más de 40 años en España y su uso ha reducido la mortalidad prematura, la discapacidad y, por tanto, ha contribuido a alargar la esperanza de vida de la población. Además, al prevenir la enfermedad, también se evitan sus secuelas, se mejora la calidad de la vida y se reducen las desigualdades, tal y como recoge la SEE en su documento de consenso.
Asimismo, recuerda la función de protección que tienen la vacunas, cuando se viaja a países donde existen enfermedades que no se dan en nuestro país, para trabajadores con exposiciones de riesgo y para proteger a grupos de población con mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas, como los que están recibiendo tratamientos inmunosupresores o padecen determinadas enfermedades.
Los expertos en Epidemiología recuerdan el impacto que tienen en la prevención de resistencias a antibióticos, al disminuir su uso, y también en evitar algunos cánceres como el hepatocarcinoma (mediante la vacunación frente a virus de la hepatitis B) y el cáncer de cuello de útero (vacunando frente al virus del papiloma humano). Estas dos últimas vacunas se incluyen en el Código Europeo Contra el Cáncer, una iniciativa de la Comisión Europea (a través del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud) que recoge doce recomendaciones que ayudan a disminuir el riesgo de cáncer.
El documento recoge también la importancia de mantener el consenso en las decisiones sobre el calendario de vacunación y la inclusión de nuevas vacunas, sobre la base de criterios de efectividad, seguridad y económicos. En este sentido, recuerdan que los profesionales sanitarios ocupan “una posición privilegiada para garantizar el cumplimiento con éxito de los calendarios de vacunación oficialmente establecidos y alcanzar las coberturas idóneas para el control de la enfermedad”. Por ello, la SEE reclama que a estos profesionales se les haga “partícipes de las evidencias en las que se han basado las decisiones y estrategias que están detrás de los cambios”.
Las vacunas se encuentran entre los fármacos más seguros de los que se dispone para prevenir enfermedades. No obstante, aunque los efectos secundarios son poco frecuentes y, en su mayoría, leves, la SEE destaca que “no debemos ser complacientes” y considera que los sistemas de compensación de daños, como existen en otros países, podrían fortalecer los programas de vacunación en nuestro país.
Rechazo a las vacunas
El documento incluye también la preocupación por el rechazo a las vacunas y resalta que las medidas coercitivas o de imposición se ha visto que no mejoran su aceptación, por lo que proponen que sólo se utilicen “en caso de riesgo para la comunidad”.
Los motivos para rechazar o tener una actitud pasiva frente a las vacunas, son variados, como las ideas erróneas sobre su seguridad, creencias y posturas personales ante la vida, lo que dificulta su abordaje. Este hecho plantea un reto adicional para hacer llegar de manera eficaz los mensajes sanitarios de prevención a toda la población.
Finalmente, la SEE recuerda que las vacunas salvan millones de vidas cada año en el mundo y constituyen una de las intervenciones más seguras y efectivas en salud pública. La vacunación, tanto la sistemática como la orientada a prevenir enfermedades en grupos de riesgo, es la pieza clave para evitar y también para prevenir formas graves de enfermedades en la población. Además, contribuyen a mejorar la equidad e igualdad social en la población.
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