jueves, 22 de septiembre de 2016

Wearables y salud, una alianza de futuro

Wearables y salud, una alianza de futuro

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Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)1, España se sitúa entre los cuatro países que cuentan actualmente con un mayor índice de esperanza de vida. Así, los ciudadanos españoles vivimos una media de 82’8 años, solamente superados por los habitantes de Japón, Suiza y Singapur. Se trata, sin duda, de un dato excelente del que debemos estar muy satisfechos pero que, sin embargo, entraña al mismo tiempo uno de los mayores desafíos a los que deberemos enfrentarnos en el corto plazo si queremos garantizar la sostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud.
Por Ernest Quingles, CEO Epson España, Francia y Portugal / https://www.epson.es/verticals/healthcare

Este aumento progresivo de la esperanza de vida ha coincidido en el tiempo con un descenso continuado de los índices de natalidad en nuestro país, así como con un saldo migratorio de tendencia negativa. Todas estas circunstancias han motivado que la pirámide demográfica española se caracterice cada vez más por contar con una población eminentemente envejecida, lo que ha representado un importante incremento del número de habitantes que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, afecciones cardiovasculares, relativas al aparato locomotor, entre muchas otras.
Cabe destacar que este envejecimiento de la población, así como la proliferación de hábitos de vida poco saludables, no solamente ha supuesto un aumento en el número de ciudadanos españoles que padece al menos una enfermedad crónica – se estima que uno de cada seis adultos en nuestro país cumple esta condición – sino que ha motivado una serie de circunstancias que agravan todavía más esta problemática. El perfil del paciente crónico español es principalmente pluripatológico (padece más de una enfermedad crónica al mismo tiempo) y, por tanto, es un enfermo polimedicado y difícil de controlar en cuanto a seguimiento terapéutico y adherencia al tratamiento; y que por tanto supone una carga económica mayor para el sistema sanitario.
Por todo ello, la gestión eficiente de los recursos sanitarios que se destinan al tratamiento de las enfermedades crónicas y el impulso de nuevos modelos de comunicación y seguimiento terapéutico entre médicos y pacientes se postulan como requisitos indispensables para garantizar que en el futuro el sistema de salud público de nuestro país sea sostenible económicamente. Para lograrlo, es vital fomentar una serie de cambios estructurales que nos permitan avanzar desde un modelo de atención sanitaria tradicional, caracterizado por un enfoque dirigido principalmente a la atención del paciente agudo, hasta un nuevo modelo que fomente la prevención, el autocuidado y el impulso de la figura del paciente activo, especialmente en el área de crónicos.
En este sentido, las TIC constituyen un aliado de gran valor para la mejora de la sostenibilidad del sistema, al tiempo que se impulsan una serie de mejoras que revertirán de forma positiva en la calidad de vida de los pacientes. No obstante, según datos de AMETIC, en España se destina solamente un 1’1% del presupuesto general a la introducción de las TIC en el ámbito sanitario. Un dato que llama la atención precisamente porque numerosos organismos han puesto sobre la mesa de forma reiterada el potencial ahorro que supondría una progresiva digitalización del sector sanitario.
Entre ellos, un estudio realizado por PwC y GSMA estima que la mobile health o mhealthpodría reducir un 18% el coste sanitario por cápita en el año 2017, y la reducción ascendería al 35% en el ámbito de los enfermos crónicos a nivel europeo; ahorrando alrededor de casi 100.000 millones de euros de los presupuestos sanitarios. Por tanto, una vez constatado que las nuevas tecnologías entrañan un gran potencial en el ámbito de la salud, resulta lógico pensar en la necesidad de acelerar el ritmo de adopción con el fin de beneficiarse del dinamismo de un mercado creciente como es el de las aplicaciones móviles y la tecnología wearable.
Si nos centramos en el ámbito de los dispositivos llevables, se calcula que en el año 2018 este mercado habrá adquirido un valor global de hasta 5.800 millones de dólares5, con un crecimiento anual que rondará el 40%. A pesar de que en la mayoría de ocasiones relacionamos este tipo de gadgets con la práctica y la mejora del rendimiento deportivo, debemos ser conscientes también y aprovechar las ventajas que ofrecen en el ámbito sanitario debido a su notable capacidad para aportar datos fiables y estructurados, que tras su posterior procesamiento, revertirán en una gestión más eficiente del sistema sanitario.
Los sistemas wearables, como las smartglasses Epson Moverio, proporcionan información sobre las constantes de los pacientes, ayudan en la realización de intervenciones quirúrgicas, y permiten el seguimiento remoto de los enfermos –en determinadas patologías-, posibilitando un servicio individualizado y de mayor calidad, y una mejor adherencia a los tratamientos. (…)
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