lunes, 19 de noviembre de 2018

El déficit de vitamina D y la disfagia centran las 23 Jornadas de SEMG Castilla-La Mancha

El déficit de vitamina D y la disfagia centran las 23 Jornadas de SEMG Castilla-La Mancha

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El déficit de vitamina D y la disfagia centran las 23 Jornadas de SEMG Castilla-La Mancha

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En el encuentro celebrado en Almagro este fin de semana, se congregaron médicos de familia procedentes de diferentes partes de la región para actualizar sus conocimientos en las enfermedades más prevalentes que se ven diariamente en las consultas del primer nivel asistencial.
Este fin de semana, Almagro ha acogido la 23ª edición de las Jornadas de Atención Primaria de la Sociedad Castellano-Manchega de Médicos Generales y de Familia (SEMG CLM), un encuentro que ha puesto sobre la mesa temas como el déficit de vitamina D o la disfagia.
Así, durante el sábado 16 de noviembre, el Dr. Francisco López Medrano manifestó que España es "un país soleado" y supuestamente no debería haber dificultades para la síntesis de vitamina D a partir de la exposición solar. Sin embargo, "la realidad es que la población española no es ajena a la pandemia de déficit de vitamina D existente a nivel mundial".
"La realidad es que, por nuestra distancia al Ecuador, la exposición a la luz del sol no es suficiente para sintetizar los requerimientos básicos diarios de esta vitamina, especialmente durante los meses de otoño e invierno", señaló este médico internista del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
Esta idea es corroborada por el médico de familia Francisco Matador Alcántara, moderador en las Jornadas de la mesa sobre indicaciones de vitamina D, quien aseguró que "la mayoría de las personas pueden cubrir hasta en un 90% sus necesidades por la exposición al sol. No obstante, incluso en España, donde disfrutamos de más horas de sol que otros países, los estudios han podido comprobar que la deficiencia es igual que en el resto de Europa Central".
Los rayos ultravioleta de tipo B (UVB) son los responsables de la síntesis de vitamina D en la piel, pero también son una causa bien conocida de tumores cutáneos. Según algunos estudios podrían ser responsables de hasta el 65%-90% de los cánceres cutáneos, indicó Matador. En caso de deficiencia, es mejor recomendar los suplementos de vitamina D junto con una dieta que contenga alimentos ricos en esta vitamina, según los ponentes.
El Dr. Francisco López Medrano enumeró en las Jornadas los grupos poblacionales en los que es especialmente importante la búsqueda activa de un posible déficit de vitamina D. Entre ellos se encuentran los ancianos, mujeres embarazadas o durante la lactancia, personas con osteoporosis o fracturas, así como enfermos crónicos con patología digestiva, hepática o renal.
En las Jornadas el internista del 12 de Octubre aconsejó a los médicos de Atención Primaria asistentes mantener un bajo dintel de sospecha de hipovitaminosis D y recomendar suplementos por vía oral de esta vitamina a sus pacientes con niveles de 25-hidroxicolecalciferol inferiores a 20 ng/mL, de acuerdo con las guías de práctica clínica nacionales e internacionales.
Consecuencias del déficit
Por su parte, Matador informó de que la falta de vitamina D en niños causa raquitismo y en personas mayores osteoporosis. Así mismo, está asociada a sufrir infecciones del tracto respiratorio inferior, como bronquitis o neumonía, especialmente en niños. En personas mayores, una deficiencia de vitamina D puede llevar a sentir fatiga, debilidad y dolores musculares. También hace más difícil la cicatrización de las heridas y la recuperación después de una cirugía.
Del mismo modo, se ha comprobado que el déficit de vitamina D está asociado a depresión, aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (infartos, hipertensión, síndrome metabólico) y que aumenta el riesgo de padecer diabetes.
La disfagia, un problema que afecta aproximadamente al 40% de los mayores de 65 años
De la mano de la geriatra Belén Cámara Marín y la enfermera Victoria Atanasova Kaleva, las jornadas de SEMG Castilla-La Mancha pusieron en foco en la disfagia o dificultad para tragar, afecta aproximadamente al 40% de los mayores de 65 años y a más del 60% si el paciente está institucionalizado. Por lo que es vital conocer los síntomas de la disfagia para poder anticiparse y prevenir sus consecuencias, entre las que se encuentra la desnutrición y la deshidratación. Ante su importancia
Y es que, de acuerdo a las previsiones demográficas, la población mayor española representará, a partir del 2052, el 37% de la población total. Así mismo, de la población mayor de 65 años, entre el 20% y el 30% evolucionan con el avance de la edad hacia la fragilidad.
Tal y como se recordó durante el encuentro, la disfagia tiene una gran prevalencia entre la población anciana y puede tener consecuencias graves sobre el estado de salud de la persona que la sufre. En concreto puede causar deshidrataciones, infecciones y neumonías, pérdida involuntaria de peso y malnutriciones. "Muy importante es la dieta equilibrada y complementar la dieta con suplementos alimenticios para evitar que la salud de los ancianos se debilite", señaló Victoria Atanasova.
La geriatra Belén Cámara Marín enumeró en las Jornadas algunos de los signos de alerta a tener en cuenta ante la disfagia. Entre ellos se encuentran las alteraciones del nivel de consciencia y de la articulación del lenguaje; atragantamientos o episodios de tos durante la ingesta; aumento del tiempo empleado para la ingesta; pérdida de peso inexplicable; dificultad o lentitud en la masticación; así como dolor o sensación de obstrucción durante la deglución.
Cómo actuar en las comidas
La doctora Cámara también indicó a los médicos de familia asistentes al encuentro cómo actuar durante las comidas con los pacientes que tienen disfagia. Por ejemplo, se debe evitar hablar durante la comida y las prisas, lo cual disminuye el riesgo de atragantamiento y aspiraciones; se debe limitar la cantidad de comida (es mejor comer frecuentemente y en pequeñas cantidades) y evitar la mezcla de alimentos con diferentes texturas.
La especialista en Geriatría afirmó que se debe tener un "cuidado extremo" en personas somnolientas y nunca alimentar por boca en cama. El paciente con disfagia siempre debe alimentarse sentado en el sillón con una postura adecuada, con el tronco hacia delante, ayudándose de almohadas o cojines en el respaldo y los pies bien apoyados en el suelo, con el cuello flexionado hacia delante y que su barbilla toque casi el pecho (en especial cuando ingiere).
por  Publimas Digital s.l.

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