"Solo la mitad de los cirujanos españoles conoce la tasa de infección de sus pacientes"
Alertados por la prevalencia de las infecciones en el área quirúrgica en los hospitales, por encima de la media del resto de operaciones, 13 asociaciones de diversas especialidades se han unido en el Observatorio de Infección en Cirugía para prevenir este tipo de complicaciones.
La infección quirúrgica es la más prevalente de entre las que se producen en los hospitales. Alrededor del 25% de las infecciones nosocomiales son de este tipo. En cirugía estas complicaciones son aún más frecuentes. Por estudios recientes se ha sabido que una media del 5% de los pacientes que se someten a operaciones mayores pueden sufrirlas. Incluso en algunas especialidades, como la de colon, puede elevarse hasta el 20%. Para hacer frente a esta problemática surge el Observatorio de Infección en Cirugía, una iniciativa impulsada por la Sección de Infección Quirúrgica de la Asociación Española de Cirujanos (AEC). El doctor Josep M. Badia, director del Servicio de Cirugía del Hospital Universitari de Granollers y coordinador del Observatorio, explica que lo que necesita mejorarse de manera primordial es la vigilancia. "Solo la mitad de los cirujanos españoles conoce la tasa de infección de sus pacientes. En algunos hospitales se promueve mucho más la calidad que la cantidad, y eso es lo que nos preocupa", señala Badia.
Lo que se quiere poner en marcha con este proyecto donde están integradas 13 asociaciones de diversas especialidades, aparte de dar visibilidad a la infección quirúrgica, es, en palabras de su coordinador, brindar protagonismo a los equipos quirúrgicos en la lucha contra la infección. "Pensamos y sabemos por artículos publicados que las experiencias de éxito en la disminución de infección son las que implican al personal de base que trabaja cada día con este tipo de cirugías".
Dicho de otro modo, explica Badia, "cuando se lanzan directrices de arriba abajo y les llegan a los equipos quirúrgicos, no tienen tanto éxito como cuando implicas directamente a las personas que están en el día a día trabajando en la cirugía en la infección quirúrgica". Por ese motivo, se ha hecho un esfuerzo interdisciplinar en el que se incluyen a enfermeros, anestesistas, equipos de control de infección de los hospitales y cirujanos de las distintas especialidades. "Estos equipos que son de primera línea, los que están trabajando día a día en las áreas quirúrgicas, por eso son los más apropiados para diseñar estrategias de control de infección y para conseguir que se apliquen con más eficacia", destaca Badia.
Conocimiento vs. Práctica
Para determinar las directrices a seguir, los integrantes del Observatorio han tomado como referencia varias guías clínicas internacionales sobre prevención de infecciones, como la publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2016. "Lo primero que queríamos saber es el grado de aplicación de este conocimiento científico en España, por eso lo primero que hemos hecho han sido tres encuestas que han obtenido muy buena respuesta. La primera dirigida a cirujanos generales, la segunda a cirujanos colorrectales y una última dirigida a todas las especialidades", señala el doctor.
Los resultados han dejado en evidencia un necesario espacio de mejora y una discrepancia importante entre el conocimiento y la práctica, entre lo que se piensa que hay que hacer y lo que realmente se hace en los hospitales. "Un punto clave para mejorar en infección quirúrgica es saber primero lo que te pasa, lo que se llama vigilancia de la infección. Entonces, hemos visto que tenemos un déficit de vigilancia de la infección en España, sobre todo en esta última encuesta. El 50% de los cirujanos o enfermeras que han participado no conocen su tasa de infección, es decir, no reciben información sobre la tasa de infección de sus pacientes. Y en un círculo de mejora, lo primero que hay que saber es qué te pasa. Si partes de la base que no sabes lo que te pasa, es difícil mejorar", expone el coordinador del Observatorio.
Josep M. Badia
Con lo cual, avanza, "lo que proponemos es que se mejore la vigilancia de la infección en los hospitales, que se dé feedback a los equipos quirúrgicos de su tasa de infección, y que finalmente se implementen sistemas de mejora implicando a los equipos de base. Y siempre desde dentro del propio hospital, implicando a los protagonistas del área quirúrgica".
La manera de afrontar la problemática que propone el Observatorio de Infección en Cirugía ya tiene visos de dar sus frutos, y sus miras están puestas en que, aunque la tasa de infección va mejorando con los años, lo haga de forma "más rápida". Josep M. Badia pone un ejemplo puesto en marcha en la sanidad catalana. "Nos dimos cuenta de que estábamos estancados y pusimos en marcha la vigilancia de la infección de la cirugía de colon. En 2016 se hizo una acción de este tipo, se organizó un equipo de trabajo contando con el personal implicado. Es decir, con cirujanos colorrectales, con enfermeras de control de infección, etc. Este grupo diseñó un paquete de medidas que se recomendó utilizar en todos los hospitales".
Así es como se dieron cuenta de que estas recomendaciones surgidas desde la base han conseguido una disminución muy importante en la infección de este tipo de cirugías en tal solo tres años. "Estábamos en tasas del 20% y nos hemos situado en tasas por debajo del 10%. Pensamos que esto es el ejemplo de que esta propuesta que hacemos de vigilar, dar feedback a los equipos y montar equipos de mejora a partir del personal de base es la manera de avanzar en este sentido". Bajo su punto de vista, la forma de salir de ese estancamiento es justamente es un método que equipos que revisen las recomendaciones, escojan las cuatro o cinco de más peso y las publiciten y promuevan dentro de los profesionales de este tipo de cirugía. "Esto que se hizo aquí en el ámbito de una sola comunidad y en el ámbito de una sola cirugía, se puede extender a todo tipo de cirugías y a todo el país".
Primar la vigilancia
Gracias a un control exhaustivo se podría también conocer si la tasa de infección es muy diferente según la CC AA. "Tenemos poca información en ese sentido, no hay un sistema nacional de vigilancia", lamenta Badia. En este sentido asegura la presión de las instituciones sobre los hospitales para que vigilen y controlen es fundamental, y apela de nuevo a la necesidad de primar la calidad antes que la cantidad. "La calidad al final es barata, es una ventaja para el paciente y para el sistema sanitario. Si hay menos infecciones, al final habrá menos estancias hospitalarias y menos uso de antibióticos. Sabemos que tenemos un problema con los antibióticos y la resistencia bacteriana". "Hay un plan nacional dirigido por el ministerio para reducir el consumo, y una parte de ese plan nacional es reducir las infecciones".
Pese a todo, habiendo partido de estudios internacionales, los especialistas han determinado que estos problemas no son exclusivamente nacionales. De hecho, en España no estamos peor que en el resto de Europa, sino en los márgenes aceptables, como concluye el coordinador del Observatorio: "A pesar de todo nos gustaría mejorar. Los principales afectados por la infección evidentemente son los pacientes, pero también los cirujanos y los enfermeros que son los que sufren con el paciente cuando hay una complicación de tipo infeccioso".
por IM Médico Publimas Digital s.l.
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